Tregua en la guerra comercial reaviva el transporte marítimo.
Hapag-Lloyd, una de las principales navieras del mundo incrementó las reservas en un 50%, principalmente en rutas transpacíficas.La reducción de aranceles acordada entre Estados Unidos y China en medio de la guerra comercial y arancelaria, ya está teniendo consecuencias en el transporte marítimo, eslabón clave en el traslado de mercancías en todo el mundo.
Esta semana, Hapag-Lloyd, la quinta naviera más grande del mundo, experimentó un notable incremento en sus volúmenes de carga, dijo el gerente general Rolf Habben Jansen.
Hapag-Lloyd, con sede en Hamburgo, tuvo un aumento de más del 50% en las reservas respecto a semanas anteriores, principalmente en las rutas transpacíficas.
“Estamos viendo un fuerte repunte en los volúmenes, especialmente en los servicios entre China y Estados Unidos, que venían muy deprimidos”, dijo a Bloomberg Televisión.
La interrogante que todo el mundo se hace es “cuánto durará este impulso”, pero aún nadie se atreve a responder con certeza, porque hay dudas si el acuerdo entre ambas potencias tiene un perfil permanente o solo es una tregua pasajera.
La publicación web Mas Container -especializada en comercio marítimo- precisó que el renovado dinamismo comercial se produce tras el anuncio de una tregua de 90 días entre ambas potencias, que implicó una significativa reducción arancelaria. Por ese acuerdo, Estados Unidos disminuyó sus tarifas del 145% al 30%, mientras que China hizo lo propio bajando sus gravámenes del 125% al 10%.
Esta pausa en la artillería comercial ha liberado una demanda acumulada de transporte, que ahora se manifiesta en un alza inmediata de las reservas marítimas.
INCERTIDUMBRE GEOPOLÍTICA Y RUTAS ALTERNATIVAS.
No obstante y a pesar de este repunte, Jansen se mostró cautelosamente optimista sobre el panorama a mediano plazo: “La visibilidad sigue siendo limitada debido a la incertidumbre en torno a las tarifas y los conflictos regionales, pero no anticipamos una recesión”, consideró.
La tregua no soluciona un punto de inestabilidad importante que tiene el comercio global, el mar Rojo, donde desde fines de 2023 los ataques de los hutíes a embarcaciones comerciales han obligado a las principales navieras a evitar el Canal de Suez, optando por rutas más extensas bordeando el sur de África.
Esa maniobra limita la capacidad disponible a nivel global y ha contribuido a un incremento en las tarifas de flete.
En su último informe trimestral, Hapag-Lloyd advirtió que el desvío por el Cabo de Buena Esperanza seguirá generando costos adicionales hasta que haya garantías claras y sostenidas de seguridad.