girasol3Un viejo conocido: la revancha del girasol

Se cosecharon unas 4.600 hectáreas con rendimientos aceptables y buenos, y buen porcentaje de materia grasa.Quizás fue por la invasión de Rusia a Ucrania, siendo el segundo el principal país productor de este cultivo. Quizás fue por los avances genéticos, tecnológicos o de manejo en las rotaciones agrícolas de nuestro país, o quizás fue por una estrategia de diversificación popularmente conocida como “poner los huevos en distintas canastas”.

Probablemente también una mezcla de todos los anteriores. Pero la realidad es que desde hace algunos años ya, el desarrollo del girasol en Uruguay fue cobrando fuerza poco a poco, y si bien se mantiene aún como un cultivo con una superficie muy pequeña, ya es una realidad en las rotaciones de veranoe en algunas zonas del país.

Hace aproximadamente 5 zafras, con motivo de una importante depreciación en los valores de la soja y la necesidad de generar planes comerciales que den otra alternativa al productor, se volvió a sembrar girasol en Uruguay, especialmente en las chacras del litoral del país. Recordemos que el girasol, quizás unos 15 o 20 años hacia atrás, era un cultivo que se realizaba a lo largo y ancho del país. Es más, conjuntamente con el trigo, el maíz y el arroz, es probablemente de los cultivos más antiguos de los que se tiene información en nuestro territorio. Por razones sanitarias que en su momento fueron imposibles de solucionar, el girasol fue erradicado de nuestro país, pero precisamente en función del escenario antes planteado y fundamentalmente nuevos híbridos que permiten su desarrollo sin mayores inconvenientes, el cultivo regresó a las chacras orientales.

En la última campaña, se sembraron 4.600 hectáreas de girasol, teniendo Copagran un 45% de esta superficie. En la zafra anterior, se habían sembrado más de 10.000 hectáreas, pero sucede que las lluvias que se dieron en febrero de 2022 que terminaron favoreciendo al maíz y la soja para consolidar la mejor cosecha de la historia, no fueron buenas para el girasol, que es un cultivo rústico que se adapta mucho a la sequía pero que tiene su período crítico en momentos diferentes. Por eso quizás, la expectativa de superficie descendió de forma importante hacia el verano de 2023.

Más allá de las condiciones de negocio, a las que ahora se hará mención, o cuestiones climáticas de turno, uno de los principales cuellos de botella para el desarrollo del girasol era el aspecto sanitario, especialmente la phomopsis, las aves o distintas plagas. Al día de hoy, con los híbridos nuevos que hay en el mercado, no hay riesgo de inóculos y hay una mejor performance sanitaria, además de contar también con otras tecnologías de fungicida. Al no ser un cultivo que se repita en las chacras, su rotación permite también eliminar el riesgo de enfermedades. Lo mismo sucede con las plagas: con los materiales nuevos que ofrecen las empresas al mercado y las tecnologías que adquiere el productor no están siendo un problema en este momento.

Rusticidad
El girasol es un cultivo rústico, y por esta razón respondió mucho mejor a la sequía que la soja. “Había bajado un poco el área porque las lluvias de 2022 que favorecieron a la soja no fueron tan buenas para el girasol”, expresa Juan Manuel García, integrante de Copagran.

“En los 2 años anteriores habíamos obtenido rendimientos menores que la soja y por eso también su área descendió, pero este año se cosechó el 100% del área de girasol cuando en la soja hubo muchas chacras que no se trillaron”, asegura García.

El rendimiento nacional de la soja en el país osciló los 700 kilos, teniendo la excepción de zonas como el este donde algunos rindes fueron superiores, pero la contracara de chacras del litoral habituadas a tener los mejores indicadores, donde la ausencia total de lluvias obligó a abandonar las mismas y ni siquiera poderlas cosechar.

“El promedio de rendimiento del girasol fue de 1.200 kilos y se cosechó la totalidad de la superficie, con un 54% o 55% de aceite”, expresó Juan Manuel García.

Dentro del plan comercial del girasol, existe una bonificación por sobre el precio de la soja por encima del 43% de materia grasa en adelante, lo que estableció que en esta campaña esta bonificación sea de un 13% a un 15%. Este plan comercial bonificaba 2 a 1 de 43% a 47% de materia grasa, y de ahí en adelante era 1 a 1. “Con los híbridos de hoy se logra de 53% en adelante, y son bonificaciones de 13% a 18% por encima de la soja, pudiendo vender a futuro y usando el mercado igual que con la oleaginosa”, dijo García.

“El girasol tiene oportunidades de crecimiento y los sistemas agrícolas cuanto más variados sean en especies y cultivos es mejor. Tiene beneficios en todo sentido: control de malezas, enfermedades, sustentabilidad en la extracción de nutrientes y la posibilidad de mitigar riesgos”, agregó.

A su vez, el girasol tiene ventajas en las fechas de siembra y cosecha, especialmente porque permite liberar las chacras en marzo y da espacio a sembrar praderas, semilleros o cultivos de invierno con un muy buen rastrojo y en fechas muy buenas.

Otra opción en las rotaciones de verano

Si bien es muy pronto para delinear el plan comercial para la siembra de girasol en el próximo verano, Copagran y diversas empresas ya están en marcha de verificar la intención de siembra. En la medida que los avances genéticos y los híbridos logren controlar los problemas sanitarios que pusieron en jaque al cultivo hace bastantes años ya, su expansión cuenta con grandes oportunidades. La realización de chacras de girasol entraría a diversificar las opciones de verano con una soja preponderante, un maíz para alimentar la ganadería, un sorgo en crecimiento y en varias partes del territorio, si bien en condiciones distintas, las chacras de arroz. Como ventajas se destacan especialmente dos. En primer lugar, la oportunidad de liberar la chacra temprano y sembrar en marzo un cultivo de invierno, y justamente este aspecto de las fechas cobró especial importancia esta campaña, cuando las colzas sembradas más temprano tuvieron una mucho mejor implantación. Por otra parte, los costos de implantar una hectárea de girasol oscilan en un 65% a 80% de lo que cuesta una hectárea de soja, obteniendo rendimientos similares. En la medida que se continúe demandando aceite en el mundo, solucionando estos destaques sanitarios y generando planes comerciales que sirvan al productor, el girasol tiene buenas perspectivas de crecimiento.

Diario EL PAIS -Montevideo - URUGUAY - 28 Agosto 2023