riego"¿Puede el riego mover la aguja del crecimiento económico de Uruguay?”

Plan del gobierno para expandir utilización del riego generaría un impacto de US$ 3.300 millones, según Ceres

El gobierno incluyó en el proyecto de ley de Presupuesto una serie de medidas que apuntan a expandir la utilización del riego en el sector agropecuario, entre ellas, la creación de la Comisión Ejecutiva Interministerial para Asuntos de Riego (Ceiar). El Centro de Estudios de la Realidad Económica y Social (Ceres) elaboró un informe que da esas respuestas y otras, según informa diario El País.

El ministro de Economía y Finanzas, Gabriel Oddone dijo entrevistado por el medio citado : "Si logramos efectivamente avanzar como creemos que vamos a avanzar (en el riego), su aumento de productividad en el sector agrícola va a ser muy importante".

El informe señaló que "aunque existe una voluntad unánime para avanzar en esta dirección, la realidad local ha demostrado que la adopción (del riego) ha sido mayoritariamente individual y por parte de grandes establecimientos, impulsado por el incremento en beneficios fiscales en los últimos años. En total, se contabilizan 1.113 equipos importados para riego en los últimos 25 años".

"Aproximadamente el 85% de los proyectos son con tomas de agua individual, y de un tamaño promedio de al menos 1.000 hectáreas pero con muy alta dispersión, con base en datos de Regadores Unidos del Uruguay (RUU)", agregó.

Ceres planteó que "en la actualidad, el riego es ampliamente utilizado en el arroz, la caña de azúcar y la huerta protegida, debido a que es necesario para su producción. Sin embargo, su adopción es baja en actividades con alta demanda de agua y gran vulnerabilidad a eventos de deficiencia hídrica, como los cultivos de verano, ganadería y lechería".

El centro indicó que "en maíz y soja se riegan 54.000 hectáreas -27.000 de maíz (10,5% del total sembrado) y 27.000 de soja (2,2% del área sembrada)-" y "en lechería, según el Instituto Nacional de Leche (Inale), la extensión alcanza apenas el 5% de los establecimientos". Según su análisis, "en promedio el maíz bajo riego obtuvo un rendimiento 73% superior al maíz en secano" y "en promedio la soja bajo riego obtuvo un rendimiento 38% superior a la soja en secano".

El informe se basó en "entrevistas con informantes calificados" para establecer "como alcanzable y sostenible lograr en ocho años: 300.000 hectáreas regadas en maíz y soja, 200.000 hectáreas regadas para ganadería, con alcance a más de 2 millones de hectáreas y 20.000 hectáreas regadas para lechería, con alcance de más de 60.000 hectáreas".

Ese avance del riego "implicaría un impacto directo (por más producción) de unos US$ 700 millones al año" en la economía uruguaya, estimó el estudio. "Al sumarle los encadenamientos generados (impacto indirecto) el monto asciende de US$ 700 millones a US$ 1.500 millones" y "cuando se suma a esto el impacto inducido (mayores gastos de trabajadores involucrados a lo largo de la cadena), el impacto total alcanzaría a US$ 3.300 millones", proyectó.

"Para alcanzar este objetivo se necesita una inversión de más de US$ 2.000 millones en total. Si la extensión propuesta se alcanzara linealmente en ocho años, significaría un aumento de la inversión cada año del 2%, solamente por importación de equipamiento necesario para regar", añadió.

Ceres explicó que "si se alcanza esta área regada, se generaría un aumento de la actividad en ese año con respecto a un escenario sin extensión del riego de 3,5% del Producto Interno Bruto (PIB). Además, generaría un incremento en el empleo y en la recaudación por más actividad (estimado en US$ 60 millones al año) y más consumo de energía eléctrica (estimado en aproximadamente US$ 100 millones al año), y mejora de costos en otras cadenas por baja de precio del maíz por mayor oferta".

Las propuestas de Ceres y lo que se ha avanzado

En un informe previo, Ceres propuso cinco aspectos para materializar el incremento del riego en Uruguay, lo que ahora complementó con los avances en esos puntos.

Por un lado, planteaba "mayor coordinación entre actores a través de un liderazgo y mandato claro desde Presidencia, con persona que se embandere con el proyecto".

El gobierno creó la Ceiar "para concretar el Plan Nacional de Riego (horizonte 2026), dentro de la Corporación Nacional para el Desarrollo (CND), bajo la órbita de Presidencia, liderada por (el exministro de Ganadería) Tabaré Aguerre. En este marco, se establece que 'cada ministerio, en el marco de sus competencias, brindará máxima colaboración y celeridad ante los requerimientos de la comisión, brindando la información que le sea solicitada. Asimismo, se exhorta a otros organismos, entes autónomos y servicios descentralizados a colaborar ante requerimientos que puedan serles solicitados por la comisión", recordó el trabajo.

Ceres también había sugerido "extender líneas energéticas con potencia necesaria en áreas a desarrollar el proyecto, y reducir aún más el costo de la energía con fines de riego" y "aprovechar la generación de energía a partir de fuentes renovables". En ese sentido, el gobierno estableció "al riego como prioridad en la estrategia de inversiones de UTE" y "para ello, la CND realizará los estudios necesarios y estructuración jurídica para identificar áreas de oportunidad en infraestructura de riego y asumirá el rol de articulador", indicó el documento.

Una tercera recomendación era la de "ampliar beneficio Comap (exoneraciones impositivas) para el desarrollador para obras multiprediales y mantenerlo para inversiones uniprediales. Para pequeños y medianos productores, continuar con créditos blandos y a largo plazo. Además, buscar mecanismos igualatorios de beneficios recibidos para el caso de tributantes de Imeba". En ese línea, el gobierno ya planteó la "inclusión de productores que tributan por Imeba en el régimen de Comap, para equiparar tratamiento impositivo, y cambios en matriz de indicadores de beneficios que premian con mayor magnitud inversiones como el riego", expresó el informe.

Otra propuesta de Ceres era la de "facilitar trámites para la inversión y mayor coordinación en procesos: dotar de más recursos humanos la Ventanilla Única de Inversiones (VUI), donde las inversiones en riego deben ser prioridad. La VUI debería tener la potestad de exigir colaboración efectiva de organismos clave, y con respaldo de Presidencia que refuerce la obligatoriedad de cooperación y digitalización de los procesos". Allí, el gobierno ya anunció el "fortalecimiento de la VUI y la Comap para acelerar procesos de aprobación de inversiones", recordó el trabajo.

Por último, Ceres sugería en el informe previo "reglamentar la figura del Desarrollador de Riego (artículo 12 de las modificaciones del 2017 -ley 19.553- a la ley de Riego)" y el nuevo documento del centro de estudios explicó que "la comisión tiene como uno de sus cometidos la reglamentación de la figura del Operador de Sistema de Riego".

Otros aspectos para aprovechar mejor el agua en el campo

El estudio de Ceres recordó que "Uruguay no dispone de grandes reservas subterráneas ni glaciares, y las tomas directas de ríos son limitadas. Por tanto, como la principal fuente es la lluvia, se debe aprovechar de mejor manera".

En ese sentido, "actualmente, del volumen de agua que escurre (algo menos de la mitad), se aprovecha solamente cerca del 5% con fines de riego, y el resto termina escurriendo por diferentes cuerpos de agua para luego terminar en el océano. Por tanto, el modelo de expansión del riego podría basarse en represas medianas y pequeñas para almacenar agua de lluvia, complementadas con canales de ladera a cielo abierto que distribuyan el recurso por gravedad", sugirió.

"Este sistema, de titularidad pública, pero con gestión privada, permitiría reducir costos de acopio y acceso al agua, llegar a pequeños y medianos productores sin necesidad de grandes inversiones, cumplir con exigencias ambientales y avanzar de forma escalonada según la demanda", planteó.

"Además, ayudaría a mitigar inundaciones, fortalece cadenas agroindustriales (al abaratar el maíz como insumo) y ordena estratégicamente la expansión de la infraestructura eléctrica", añadió.

Para esto, según el centro de estudios, habría que realizar el "financiamiento para inversión en tres cuencas: una para agricultura en Soriano, una para ganadería en el norte y una para lechería en cuenca lechera".

Eso tendría un "costo estimado total de US$ 75 millones en obras de infraestructura: se inundarían entre 10.000 y 15.000 hectáreas en total, a través de más de 100 represas pequeñas y medianas. En promedio, cada cuenca tendría el alcance de regar entre 10.000 y 15.000 hectáreas por actividad, y en total se regarían unas 35.000 hectáreas", apuntó.

Remarcó además que es importante "el respaldo público para la inversión de la obra", que "la inversión en equipos de riego correría por parte de los productores" y que el "desarrollador (encargado de la gestión) cobraría tasa a productores por uso del agua".

En esa línea, Ceres recordó el "antecedente exitoso" de "la represa de India Muerta (en Rocha, en 1981-1983) construida con participación estatal y privada", que "abastece unas 50.000 hectáreas, con 720 kilómetros de canales que riegan arroz, praderas y otros cultivos".

"Los productores pagan un canon por hectárea, asegurando el mantenimiento. Este modelo muestra que con buena gestión es posible un sistema sostenible, replicable y con alto impacto regional", concluyó.

UYPRESS -Montevideo - URUGUAY - 18 Setiembre 2025