Derrame de crudo interrumpe tareas de bombeo en la boya de José Ignacio
La pérdida se habría dado a través de una de las válvulas; el Petrolero Eagle San Francisco espera que concluyan las tareas de limpieza.La fuga de crudo de un buque de bandera maltesa ocurrida el domingo 3 en la boya petrolera de José Ignacio determinó la interrupción de las tareas de bombeo en esa terminal. El tanquero Eagle San Francisco fue desamarrado y espera en zona segura que concluyan los trabajos de descarga.
Técnicos de ANCAP continúan los trabajos de inspección en la boya de José Ignacio.
Ancap informó en la cuenta de X que el bombeo se retomará una vez esté solucionada la situación.
Este lunes, las condiciones climáticas permitieron a los técnicos de Ancap retomar los trabajos de inspección en la boya. La interrupción se produjo tras constatarse una pequeña pérdida de producto durante las maniobras de verificación, previas al bombeo. Fuentes de la Armada restaron trascendencia al incidente el que habría sido de un máximo de 40 litros. No obstante, las mismas fuentes sostuvieron que desde hace meses una de las válvulas genera pequeños derrames. En ese sentido, se señaló que “es normal que ocurran esos pequeños derrames que enseguida se pueden monitorear y limpiar”. Para ello, se contratan las empresas de servicio e intervienen como la Prefectura y el Grupo de Buzos de la Armada. “Está todo bajo control; hay unos problemas técnicos y quien se encarga en este caso es Ancap”, insistió la fuente.
“Para evitar nuevos incidentes y un posible derrame se va a realizar una especie de limpieza en esos caños/ oleoductos para continuar con las medidas de prevención”, afirmó. Mientras tanto, el buque petrolero fue desamarrado y aguarda que concluyan los trabajos en zona segura.
Técnicos de ANCAP continúan los trabajos de inspección en la boya de José Ignacio tras interrumpir la operación de descarga.
Mañana se realizarán inspecciones para retomar el bombeo normal una vez solucionada la situación.
Se estima que el costo es de al menos 80 mil dólares diarios, a lo que se deben sumar otros costos operativos, como por ejemplos horas extras o estudios que se llevan adelante.
Si bien tanto desde Prefectura como desde el Ministerio de Ambiente aseguran que a nivel ambiental no hay riesgos por el vertido, porque se detectó a tiempo y la fuga fue considerada menor, no se reanudó la actividad y el barco sigue en el lugar, sin poder continuar con el destino que tenía previsto.
Según informó Alejandro Nario, director de Calidad y Evaluación Ambiental del Ministerio de Ambiente, el incidente fue “menor” y quedó contenido gracias al sistema de detección instalado.
Desde la Prefectura del Puerto de Punta del Este también se brindaron detalles sobre el procedimiento aplicado. Sebastián Sorribas explicó que “cuando se detecta una fuga, se activa una empresa de control de contaminación y se exige que la operación se detenga hasta que el problema sea resuelto”.
Aclaró además que los buques de control no pertenecen a la Armada: “Los buques que están allí no son nuestros; los buques de control son contratados por ANCAP. Nosotros tenemos personal que supervisa que todo se lleve a cabo con normalidad”, sostuvo la empresa.
La boya petrolera
La boya petrolera de José Ignacio tiene 10 m de diámetro, se encuentra a 3.600 m de la costa y se conecta por un lado a los buques tanque con 2 líneas de manguerotes flotantes de aproximadamente 250 m de longitud y 50 cm de diámetro interno (promedio) cada una y por el otro al parque de tanques por una cañería de acero de 90 cm (36”) de diámetro interno asentada en el fondo del mar. En las operaciones de acoplamiento y demás maniobras intervienen dos barcos de ANCAP: ANCAP VII y ANCAP VIII, que además cuentan con equipos para combatir incendios, generador de espuma mecánica y equipos antipolución para controlar derrames de crudo en el mar de hasta 1.000 m³.