Alejandro Ruibal 4ENTREVISTA

El nuevo presidente de la Cámara de la Construcción ve “campo fértil” para crear una Agencia de Infraestructura y espera el apoyo del espectro político

Alejandro Ruibal aseguró que el proyecto de una Agencia de Infraestructura ya fue presentado al Ministerio de Transporte y a la Corporación Nacional para el Desarrollo. El próximo paso será tratarlo en el Ministerio de Economía y Finanzas."Joven ingeniero" rezaba la inscripción del anuncio que Alejandro Ruibal respondió y que sería su puerta de ingreso a la industria de la construcción, aún antes de haberse recibido de la carrera de grado de la Universidad de la República.

A 30 años de haber ingresado a la empresa Saceem—de la que hoy es accionista— a través de aquella búsqueda laboral, Ruibal abraza un nuevo desafío al asumir como presidente de la Cámara de la Construcción del Uruguay.

"Me tocó agarrar la posta", asegura el empresario que en la última administración ocupó la vicepresidencia de la gremial empresarial encabezada hasta ahora por Diego O´Neill.

En conversación con Café & Negocios, Alejandro Ruibal se refirió a la propuesta elevada al gobierno para crear una Agencia de Infraestructura, al impacto que puede tener en el empleo la finalización de obras icónicas como UPM 2 o el Ferrocarril Central, al precio del metro cuadrado en Uruguay y las consecuencias de estar caros en dólares, entre otros temas. A continuación un resumen de la entrevista.

¿Cuáles son sus prioridades en su rol como presidente de la Cámara de la Construcción?

Yo ya venía en la gestión de la Cámara por lo que también estaba impulsando los temas en los que hoy se trabaja, pero me interesa remarcar tres ejes en los que quisiera poner más energía.

El primero es trabajar mucho en ayudar al gobierno a fomentar la inversión en infraestructura, ya sea del sector privado o público, mediante todos los tipos de mecanismos que se puedan utilizar para financiar, ya sean concesiones, contratos de rehabilitación y mantenimiento (Crema), Participación Pública Privada (PPP), sistemas mixtos de financiamiento privado y público. Creo que la Cámara tiene que estar permanentemente ayudando en estos temas y mirando lo que pasa en el mundo.

Otro foco es empujar a la creación de la Agencia de Infraestructura, algo que le hemos planteado al gobierno en los últimos meses. Es una idea que manejamos con el Centro de Estudios de la Industria de la Construcción (CEIC) junto con el economista Alfonso Capurro y ya se lo hemos planteado al ministro (de Transporte y Obras Públicas), José Luis Falero, y en breve vamos a ir a ver a la ministra (de Economía y Finanzas) Azucena Arbeleche para insistir con esto porque entendemos que crear una agencia de infraestructura vale la pena para generar un ámbito donde se trabaje en un banco de proyectos que excedan el periodo del gobierno y que, cuando cambie el gobierno, ya haya un banco de proyectos y que cada uno le ponga el énfasis en lo que más le interesa; se gana tiempo. Todo esto sin pretender agrandar el Estado ni generar más burocracia o aumentar el gasto. No estamos inventando nada, esto existe en Australia, Nueva Zelanda y Canadá, por ejemplo. Entendemos que esto viene a ayudar y a generar proyectos de horizonte largo.

¿Han tenido alguna respuesta del gobierno a esta propuesta de crear la Agencia de Infraestructura?

La reacción ha sido muy positiva de parte del ministro de Transporte. También se lo planteamos a la Corporación Nacional para el Desarrollo. En principio hay campo fértil para esto. Obviamente también hay que verlo con todo el espectro político porque esto tiene que salir desde una base importante del espectro político, es lo que pretendemos nosotros porque es una cosa apolítica y es un instrumento.

¿Como una política de Estado?

Es un instrumento, una herramienta que permita tener proyectos que se incluyen dentro de lo que podría llamarse una política de Estado. Política de Estado es una buena definición.

¿Cuáles son los otros dos ejes que quiere potenciar?

Uno es defender los intereses de las empresas socias de la cámara, en cuanto a que queremos un sector con competencia, pero considero que cuando hay licitaciones en las que se compite con empresas extranjeras (no hablo de las empresas que están instaladas en el país), las exigencias deben ser similares, por ejemplo en cuanto a la revisión de los antecedentes. Estamos trabajando en eso y es algo que voy a seguir impulsando.

El tercer eje es el que llamo de buenas prácticas y es hacia la interna de la cámara. En este sentido es fundamental combatir totalmente la informalidad porque sabemos que en la industria de la construcción hay informalismo y eso tenemos que eliminarlo junto con el Estado porque es un problema para todos.

En segundo lugar, la seguridad e higiene. Tenemos que estar codo a codo con las autoridades y el sindicato mejorando las condiciones laborales de las obras y, en particular, la seguridad.

En tercer lugar la sustentabilidad y el cuidado del medioambiente. Sabemos que las obras son generadoras de residuos, hay que fomentar el reciclaje, cuidar la disposición final de los residuos, se está trabajando en alguna reglamentación para procesar los residuos de obras civiles y esa es otra de las cosas que queremos seguir empujando.

Entendiendo que obras de gran porte que hoy están en funcionamiento como UPM 2 y el Ferrocarril Central van a concluir próximamente, ¿ le preocupa cómo puede impactar esto en el empleo?

La construcción se compone de tres tercios: vivienda privada, que está funcionando muy bien, inversión privada que no es vivienda—como por ejemplo la planta de UPM—, que también entendemos que va a haber algunas inversiones a raíz de algunos incentivos de la Comap; pero vamos a no engañarnos sustituir la inversión de una planta del tamaño de UPM 2 es muy difícil. Y lo tercero es la inversión del Estado. Ahí hay alguna serie de proyectos en danza que esperemos que se concreten (vinculados a saneamiento, agua potable, viviendas que el gobierno nos ha anunciado) que de poderse implementar podrían ayudar en lo que es la inversión estatal para amortiguar un poco la caída que se va a dar con la terminación de UPM dentro de unos meses y en el correr del año la del Ferrocarril Central.

¿Cuáles son las perspectivas para este año en lo que refiere al costo del metro cuadrado?

Cuando hablamos de costos tenemos que ver dos variables, una importantísima es el dólar, nosotros entendemos que el dólar nos está complicando, sobre todo en las inversiones inmobiliarias, las está empezando a poner en riesgo porque estamos muy caros en dólares. No hay soluciones mágicas, no pretendo decir yo lo que hay que hacer con el dólar, pero es una realidad. Es un problema y veremos después de la temporada cuál es su comportamiento a lo largo del año.

Por otro lado están los costos vinculados a lo energético, a los combustibles, en este sentido se ha hecho un esfuerzo muy grande por mantenerlos, esperemos que se puedan mantener controlados como hasta ahora. Lo más complicado es el valor del dólar para el sector inmobiliario o los contratos que están fijos en dólares.

¿Qué incidencia tiene en este sentido el precio del cemento?

El precio del cemento después de haber tenido un salto muy grande se ha estabilizado. Somos tomadores de precios del valor del mercado de cemento. Una de las cosas buenas es que ahora hay unas cuantas empresas de cemento instaladas en el país, eso ha tendido a favorecer el precio del cemento.

Diario EL OBSERVADOR -Montevideo - URUGUAY - 19 Febrero 2023