ACAG 1set2013 bTodo el espectro político de la provincia está contra la papelera
Entre Ríos contra plan "intermedio" para UPM

Los militantes ambientalistas de Gualeguaychú pidieron por escrito poder estar el lunes en Buenos Aires acompañando a las autoridades de Entre Ríos que van a mostrar su enojo con la posibilidad de que UPM aumente su producción.
Victoria Molnar / J.P.Correa
La oposición a la planta de UPM abarca todo el espectro político de Gualeguaychú y de Entre Ríos, una provincia alineada con el kirchnerismo.

El gobernador justicialista, Sergio Urribarri, ya ha dejado clara su tajante oposición a la ampliación de la fábrica, que este lunes planteará al canciller Héctor Timerman en Buenos Aires. Urribarri fue electo gobernador en 2011 con el 55,93% de los votos. Pero otros dirigentes de grupos opositores al kirchnerismo, como el ruralista Alfredo de Angeli, residente de Gualeguaychú, han apoyado en el pasado vehementemente a la asamblea ambientalista. Urribarri derrotó en las elecciones para la gobernación al radical Atilio Benedetti, que era intendente de Gualeguaychú cuando comenzaron las movilizaciones contra la ex Botnia. Benedetti, que ahora es diputado, dijo en agosto que "al no respetar los montos de producción, la empresa incumple el acuerdo inicial, los compromisos y autorizaciones internacionales, que se formularon en base a estudios de impacto ambiental".

"Este es un tema sensible para todos los entrerrianos y particularmente para Gualeguaychú. Sin embargo, Cristina Fernández estuvo en Montevideo y ni siquiera se acordó de Botnia (UPM)", criticó.

Óscar Vargas, dirigente de la asamblea ambientalista, dijo a El País que "hay un empecinamiento por decir que UPM no contamina". "Uruguay parece una dictadura celulósica y sus gobernantes soldaditos de UPM", sostuvo.

Los ambientalistas sostienen que los estudios de impacto ambiental de UPM se hicieron asumiendo que produciría no más de 900.000 toneladas anuales de celulosa seca y que esa cantidad se incrementó indebidamente hasta 1,1 millones, sin respetar los topes establecidos por el fallo de la Corte Internacional de La Haya. "Se han tirado ideas en la asamblea y seguramente va a haber medidas nuevas y creativas", aseguró. "El comité científico binacional no funciona, se hacen en Uruguay normas a medida de la empresa y se utiliza ácido sulfhídrico que no se debería. Es una mala planta en un mal lugar", enfatizó. Para los activistas, autorizar un incremento de la producción menor al planteado por la empresa, no es un solución aceptable, adelantó.

Martín Alazard, otro dirigente de los militantes ambientalistas, dijo a El País que el gobierno argentino muestra "tibieza" y que "nosotros queremos que UPM no produzca más en esta región" por lo que no aceptarán un alza de la producción aunque sea menor al que pide la empresa. "Las medidas pueden ser cartas, movilizaciones, hasta los temidos cortes. La Dirección Nacional de Medio Ambiente de Uruguay no encuentra nada, está todo perfecto", ironizó.

"Si quieren poner una planta en Piriápolis, son un país soberano, pero no en Durazno, porque el río Negro desemboca en el Uruguay que es un río compartido", advirtió.

Múltiples gestiones para destrabar
El presidente José Mujica tendrá oportunidad de analizar el nudo que plantea para las relaciones bilaterales con Argentina el pedido de UPM para producir 200.000 toneladas más, cuando se reúna en Buenos Aires con su colega Cristina Fernández para bautizar un nuevo barco de la empresa Buquebus. Ya el embajador argentino en Uruguay, Dante Dovena, dijo que su gobierno "por supuesto" se opone al pedido de UPM por considerar que contamina. Mujica a su vez tiene previsto encontrarse con el presidente mundial de UPM, Jussi Pesonen.

Por su lado, Omar Lafluf, intendente de Río Negro, propuso adelantar el "año productivo" de UPM y acceder a que suba su producción en 100.000 toneladas y no 200.000, como planteó la compañía.

La planta estará cerrada hasta el 25 de septiembre para mantenimiento y luego reabrirá si obtiene la autorización para producir más. De lo contrario, permanecerá cerrada hasta el 4 de noviembre. La parada para mantenimiento el año pasado se realizó en octubre.

UPM opera en 17 países y emplea a 22.000 personas. Sus acciones cotizan en Helsinki, la capital finlandesa.

Diario EL PAIS -  Montevideo -  URUGUAY - 08 setiembre 2013