bosque cultivadoLa promoción forestal debe seguir

En diciembre de este año vence la ley 25.080 de Promoción de Inversiones en Bosques Cultivados y, coordinado desde la Dirección Nacional de Desarrollo Foresto Industrial, junto con las cámaras que nuclean al sector privado, representantes de las provincias y profesionales vinculados al sector están trabajando para su prórroga.

Patricia Escobar
BUENOS AIRES (Junio 2018).- Este no será un proyecto de prórroga como el anterior, sino que incluirá modificaciones que incorporen las experiencias de sus casi 20 años de vigencia. Si tenemos que hacer un balance podemos ver claroscuros. Nunca se llegó a cumplir el objetivo de las dos millones de hectáreas, en parte por diversos factores tal como la imprevisibilidad presupuestaria, la inestabilidad en su ejecución, la falta de industrialización de la madera y las erradas políticas sectoriales, entre otros.

 

La experiencia internacional muestra que la promoción forestal ha sido la base del crecimiento de las plantaciones forestales en el mundo, dado su carácter de largo plazo. Entre la plantación y la cosecha pasan alrededor de 16 años en Mesopotamia y 40 años en Patagonia, la promoción del Estado colabora en los costos iniciales de plantación y manejo y otorga beneficios fiscales.

Pero más que un costo para el estado es un adelanto que le genera un buen negocio: se estima que por cada $1 de promoción, el Estado nacional recupera $6 al momento de la venta de los productos en su primera industrialización (madera aserrada, papel, celulosa, pellets, etc.). ¿La promoción es para siempre? Nuevamente, la experiencia internacional muestra que es necesaria hasta tanto se desarrolla plenamente el sector industrial. Si se reduce antes, la tasa de plantación cae afectando desarrollo de todo el sector.

La ley 25.080 ha beneficiado al momento a más de 18.000 productores forestales y ha incrementado el patrimonio forestal que permite atraer importantes inversiones industriales. Los 1,36 millones de hectáreas de superficie forestal actuales están lejos del potencial del país, encontrándonos a mitad de camino del desarrollo foresto-industrial.

Sin embargo nos permiten hoy aspirar a recibir al menos una inversión de alta escala internacional como ser una planta de celulosa y otras inversiones que activen el tan esperado circuito virtuoso de valor por tracción de la demanda. Por otro lado, la demanda internacional es creciente. Recibimos recientemente la visita de una importante delegación de China interesada en comprar madera en la región. Esto demuestra que hay una demanda de países interesados en expandir una bioeconomía más sostenible y acorde a la necesidad de reducir la huella de carbono.

La Argentina se ha comprometido a lograr dos millones de hectáreas en 2030 como parte de su compromiso de mitigación en el cambio climático. Este objetivo puede cumplirse ya que tenemos una de las zonas agro ecológicas más productivas del planeta para expandir las plantaciones forestales pudiéndose crear importantes cuencas de desarrollo regional que se pueden integrar con la producción ganadera y agroforestal. Se estima que con una tasa de plantación de 40.000 ha anuales la forestación emplea alrededor de 11.000 personas entre formales y e informales. Si la tasa se triplicara para cumplir con las metas de 2 millones de ha se podrían crear 22.000 puestos laborales solo en el sector rural. Por otro lado, se estiman que actualmente se genera alrededor de 300.000 empleos entre directos e indirectos, pudiéndose aumentar en 100 mil empleos más si se industrializa la madera disponible, especialmente en Corrientes y Patagonia norte.

El presidente Macri ha presidido ya cuatro reuniones de la Mesa Foresto-Industrial impulsada desde el Ejecutivo y se está avanzando en distintas líneas de mejora de la competitividad y atracción de inversiones. Desde Afoa creemos imprescindible que la promoción se mantenga, esperando que tanto el Poder Ejecutivo como los legisladores, acompañen en este momento crucial. De no poder concretarse, vamos a seguir admirando y vanagloriándonos sobre las posibilidades y potencialidades de la foresto industria nacional, pero en realidad nos golpearemos con una evidente y adversa realidad.

 Fuente: La Nación, publicado el 9 de junio de 2018
(*) El autor es presidente de la Asociación Forestal Argentina (Afoa)

ARGENTINA FORESTAL - Misiones - ARGENTINA - 10 junio 2018