A río revuelto
Montecon advierte sobre limitaciones operativas y pide restablecer la libre competencia
La empresa sostiene que no puede absorber todo el flujo portuario y reclama eficiencia a través de la competencia.En medio de la tensa situación que atraviesa el puerto de Montevideo debido al conflicto sindical que afecta la operativa de la Terminal Cuenca del Plata (TCP), la empresa Montecon emitió un comunicado en el que aclara su posición frente a la contingencia y reitera su apuesta por un modelo portuario basado en la libre competencia.
Montecon informó que ha venido operando con normalidad durante el conflicto, prestando servicios tanto a sus clientes habituales como a buques que, imposibilitados de atracar en TCP, buscaron alternativas para mantener sus cronogramas logísticos. Sin embargo, la empresa aclaró que no cuenta con la capacidad operativa ni de seguridad necesaria para absorber la totalidad del tráfico portuario que normalmente se canaliza por la terminal especializada en contenedores.
La declaración también apunta a decisiones adoptadas por la anterior administración de gobierno que, según Montecon, impactaron de forma significativa en su actividad y limitaron su margen de acción frente a situaciones extraordinarias como la actual. Si bien no se detallan dichas decisiones, el trasfondo remite a las concesiones exclusivas otorgadas a Katoen Natie, accionista mayoritario de TCP, que generaron controversia y derivaron en disputas judiciales y reclamos por parte de operadores privados.
En un tono enfático, Montecon sostuvo que “es la libre competencia la que le devolverá al puerto de Montevideo la eficiencia y competitividad perdida”, planteando que solo mediante un esquema abierto de servicios se garantizará una operativa estable para exportadores, importadores y productores uruguayos.
Contexto y proyecciones
El conflicto en TCP, motivado por reclamos laborales y condiciones de trabajo, derivó en demoras, desvíos de buques y preocupación entre los sectores exportadores, especialmente aquellos que dependen de cronogramas logísticos estrictos. La situación puso en evidencia la fragilidad del sistema portuario uruguayo ante escenarios de dependencia operativa de una sola terminal.
