Los anuncios que hizo el ministro Gabriel Oddone ante empresarios sobre el Presupuesto Quinquenal y más
El ministro de Economía y Finanzas habló sobre los objetivos centrales y subsidiarios para el Presupuesto 2025. Oddone pondrá foco en la "deuda prudente" y en la "redefinición de objetivos".El ministro de Economía y Finanzas, Gabriel Oddone, se prepara con su equipo para la próxima Ley de Presupuesto, en la que planteará cómo la nueva administración trabaja en torno al concepto de “deuda prudente” y en la redefinición de objetivos vinculados a la redistribución del ingreso del país, entre otros frentes.
Oddone destacó que en el escenario restrictivo actual, Economía se ha propuesto converger los números a un nivel de deuda sostenible que genere confianza en los inversores del exterior, y en mejorar el resultado fiscal. Asimismo reconoció que la meta del Banco Central (BCU) de bajar la inflación a 4,5% -“el centro del rango”- va a restringir la política fiscal del MEF. “Si bien será un desafío para nosotros (el MEF), entendemos que es necesario”, aseguró.
Además, planteó otras iniciativas de cara a la ley de Presupuesto y los trabajos que define su cartera con organismos internacionales en su reciente viaje a Washington D.C. (ver aparte), entre diversos temas que lo ocupan.
Su exposición fue en un evento organizado ayer por la Cámara de Comercio Uruguay-Estados Unidos en el Club de Golf de Montevideo. El título de su presentación fue “2025: Perspectivas, restricciones y desafíos”.
Estuvieron presentes la vicepresidenta de la República, Carolina Cosse; el secretario de Presidencia, Alejandro Sánchez; la subsecretaria de Relaciones Exteriores, Valeria Csukasi; la embajadora de Estados Unidos, Heide Fulton; la vicepresidenta del Banco Central, Ana Claudia de los Heros; la ministra de Industria, Energía y Minería, Fernanda Cardona; la ministra de Transporte y Obras Públicas, Lucía Etcheverry; y el intendente de Montevideo, Mauricio Zunino, entre otras autoridades.
Las alertas de Oddone sobre la economía uruguaya estuvieron relacionadas, en gran parte, a factores externos, como las restricciones arancelarias de EE.UU. y sus efectos en una muy probable desaceleración del crecimiento mundial y aumento de las tasas de interés, que a su vez empujarían la inflación global.
En tal sentido, recalcó que el escenario es restrictivo, con un Uruguay que venía con costos de financiamiento baratos (no solo durante el gobierno de Luis Lacalle Pou, sino en anteriores del Frente Amplio), pero que ahora cambió. “El piso de los costos de financiamiento ya es más alto”, dijo Oddone.
De todas formas, en otra parte de su discurso citó al presidente del BCU, Guillermo Tolosa, quien en las reuniones en Washington D.C. dijo a los empresarios estadounidenses que “Uruguay está acostumbrado a gestionar shocks exógenos”. Y que esto se debe a que el sistema político uruguayo es maduro y también a la estabilidad macroeconómica.
Aun así, Oddone compartió que “en el exterior nos preguntan cómo manejaremos la situación fiscal y hay que convencer (a organismos internacionales y al empresariado extranjero) que este país va a converger en una situación estable”. Actualmente el déficit fiscal se ubica en 3,3% del Producto Interno Bruto, situación que el ministro ha definido como compleja.
El titular de Economía machacó que su gestión tiene como objetivo fortalecer la regla fiscal que “ha sido insuficiente”, para controlar el déficit y que la prueba de ello es que sus tres pilares no se cumplieron al final de la administración anterior que lideró Azucena Arbeleche. “La estabilidad fiscal está lejos de estar resuelta, nuestro objetivo es evitar la prociclicidad”, apuntó.
“Vamos a ir a una definición de deuda fiscal con un nivel de deuda como orientación central; vamos a adoptar la metodología de deuda prudente, estamos trabajando con el equipo para producir esos cambios”, anunció Oddone.
Según adelantó, esas modificaciones legales van a estar previstas para el proyecto de ley de Presupuesto que el Poder Ejecutivo deberá enviar como límite el 31 de agosto.
Señaló que va a haber toda una “redefinición” del objetivo central y los objetivos subsidiarios, y cómo va a trabajar el MEF en esa dirección, con énfasis en una “mejor distribución” de la riqueza
Para ello, el MEF está en estrecha relación y proceso de fortalecimiento del Consejo Fiscal Asesor (CFA). El objetivo, dijo, es llegar no solo a una situación fiscal determinada (descartó aumento de impuestos, pero sí lograr la estabilidad fiscal con mayor eficiencia de los organismos recaudadores), sino lograr “un equilibrio creíble para los mercados”.
El ministro le dedicó un buen tiempo a tres “temas cruciales”: el cambio climático y de la naturaleza (vinculado la gestión del endeudamiento y la política fiscal), el cambio tecnológico (que incide en los puestos de trabajo y a nivel de la protección social) y los cambios en el comercio, “que no son transitorios”, advirtió.
En ese marco, el gobierno se propone aumentar la prosperidad y fortalecer la cohesión social, con foco en la desigualdad social y las políticas de seguridad como prioridad.
Hacia 2029, el objetivo es, por lo tanto, la consolidación de la estabilidad macroeconómica, lo que incluye un aumento de las inversiones al año a un nivel de 20% del PIB (equivale a unos US$ 16.000 millones, de los cuales US$ 12.000 millones se espera provengan del sector privado), y mayor eficiencia micro-económica (eliminar fricciones y regulaciones excesivas, entre otras para aumentar la competitividad.
También habló de desalentar la inercia de los precios, racionalizar el esquema de promoción de inversiones, mejorar los incentivos que se plantean desde las agencias estatales vinculadas al comercio y la innovación y sobre todo cambios en el Laboratorio Tecnológico (LATU).
La mira en el déficit fiscal y confianza del inversor
Según cálculos del MEF, el déficit fiscal (gobierno central-BPS), no cerró en 3,3% en 2024 como se anunció en la transición de gobierno, sino en 3,8%, considerando los gastos postergados y adelanto de impuestos de la gestión anterior. Esto representará uno de los mayores desafíos de esta gestión. A entender de Oddone, la situación es manejable, pero compleja y lo importante es llegar a una estabilidad fiscal que dé confianza a los organismos internacionales y los empresarios extranjeros.
ODDONE
Nuevos proyectos, aranceles, estrategias y combustibles
Oddone afirmó que el MEF está desarrollando una agenda con organismos, como el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial (BM) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), y que una misión del BM vendrá a fines de mayo. Esta entidad quiere trabajar con proyectos de infraestructura en este país, en especial de arquitectura urbana y agua.
Entre las reuniones mantenidas en Washington, las autoridades uruguayas interactuaron con altos representantes de la Oficina de Comercio de la Casa Blanca “para ver oportunidades”, dijo Oddone, quien considera positivo que los aranceles impuestos a Uruguay por parte de la administración Trump son menores que a otros países.
Al respecto, Oddone mencionó declaraciones a El País de Juan Labraga, director de la Asesoría Política Comercial del MEF, quien está a cargo de estos temas y dijo que se esperan definiciones más adelante.
“Sin mucho ruido, sin mucho aspaviento, armamos la agenda. Este no es un gobierno estridente por las características del presidente de la República (Yamandú Orsi) y del equipo de gobierno (pero se trabaja en la agenda)”, afirmó.
Finalmente esbozó la idea de transmitir cómo se sienten las empresas estadounidenses en Uruguay -son unas cien-, lo que podría ayudar a que lleguen más. “Es un activo transmitir cómo se sienten acá”, acotó.
En relación a precio de los combustibles, Oddone respondió a periodistas posteriormente al evento, que están revisando los cálculos de la fijación de tarifas y que, para ello, se va a tomar en cuenta la Paridad de Precios de Importación (PPI), pero con modificaciones e integrando otros factores.