El gobierno llega a la cumbre del Mercosur apostando a mantener la armonía entre los socios
El optimismo con el que el gobierno de Yamandú Orsi llegó a la cumbre del Mercosur que se organiza esta semana en Buenos Aires se reflejó con el paso de las horas en los resultados que el bloque fue mostrando en las distintas reuniones.
A criterio de Uruguay, el rumbo que tomó esta alianza durante el primer semestre de 2025 es más que satisfactorio, sobre todo porque comienzan a abrirse nuevos mercados -el europeo, como ya se verá, es el que en estos momentos más está apuntando el Mercosur, y a priori con éxito-, pero satisface también al gobierno de Orsi el buen “clima interno” que tiene hoy esta alianza, a un punto considerado “atípico”, al decir de un integrante del Poder Ejecutivo presente en las reuniones con las delegaciones argentinas, brasileñas y paraguayas de las últimas horas en la capital argentina.
En la previa, preocupaba en el Mercosur, y especialmente en el entorno de Orsi, el efecto distorsivo que podía tener el anunciado encuentro de Luiz Inácio Lula Da Silva con Cristina Fernández de Kirchner, recluida en su domicilio con una sentencia firme en su contra por delitos de corrupción. Es conocida la tensión entre el mandatario de Brasil y el libertario argentino Javier Milei -enemigo directo de la expresidenta-, pero la reunión -que fue habilitada por la Justicia argentina luego de una solicitud formal- tendrá lugar después de la cumbre, una decisión que aflojó las tensiones, dijo a El País una fuente de Presidencia. “Por ahora está todo muy tranquilo”, remarcó.
Las otras razones que mantienen optimistas al propio Orsi y al canciller Mario Lubetkin se relacionan con Argentina. Lo primero es el “trabajo” llevado adelante en esta presidencia pro témpore -que este jueves será traspasada a Brasil- por los equipos técnicos y diplomáticos argentinos, sobre todo al intensificar negociaciones y avanzar en posibles nuevos acuerdos -como el que se busca con Emiratos Árabes Unidos-, además de la conclusión con la firma entre las partes este miércoles de las conversaciones con la Asociación Europea de Libre Comercio (EFTA).
Pero luego también por lo “fluido” que es actualmente el vínculo entre los vecinos del Río de la Plata, al decir tanto del canciller como del presidente. La satisfacción con el relacionamiento bilateral y la disposición al trabajo para mejorarla tiene más que conforme al gobierno de Orsi, al punto de haber transmitido su entusiasmo a los argentinos “a todos los niveles”, e incluso con “señales públicas”, dijo una fuente de la Cancillería. “El clima es muy bueno”, se subrayó.
Y esto pese a que no se ha concretado el encuentro entre Milei y Orsi desde que el uruguayo asumió el pasado 1° de marzo. No es algo que esté previsto para esta cumbre tampoco, ni en lo que estén trabajando los equipos diplomáticos.
Orsi fue consultado sobre esto en rueda de prensa en la jornada de ayer, y allí recordó el diálogo de “cinco minutos” que mantuvo con el argentino en la anterior cumbre, la que se hizo en Montevideo en diciembre pasado y a la que el frenteamplista había sido invitado como mandatario electo por parte de Luis Lacalle Pou.
“Si mañana (por hoy) se da la oportunidad, también lo haremos. Pero la tranquilidad que yo tengo es que el diálogo es muy fluido, con todo el equipo de Milei y el gobierno argentino, y fundamentalmente a partir del canciller argentino (Gerardo Werthein) que está en contacto permanente con nosotros -dijo el presidente-. Sin perjuicio, además, de que hemos tenido vínculos con gobernadores vecinos por temas bien concretos”.
Más adelante, preguntado sobre lo mismo, Orsi calificaría a la relación entre ambos países como “muy buena”, aunque volvió a apoyarse en el ida y vuelta que tienen hoy Lubetkin y Werthein o en “la articulación con otros ministerios cuando hay temas comunes”.
El diálogo diplomático, concluyó sobre este tema, es “semanal”.
Mercado abierto
Para el equipo de Lubetkin, el acontecimiento más relevante que tendrá esta cumbre ya ocurrió: la firma del acuerdo comercial con los cuatro integrantes de la EFTA -Noruega, Suiza, Islandia y Liechtenstein-, que permitirá a Uruguay y el Mercosur acceder a un mercado de 280 millones de personas, y que debería sumarse al de la Unión Europea (UE), que el bloque sudamericano espera que sea finalmente aceptado por el Consejo Europeo y los parlamentos de los países del viejo continente en los próximos meses.
Este acuerdo representa para el gobierno de Orsi un “cambio de calidad” en la existencia misma del bloque, e incluso implicará un “nuevo empuje” para dar la estocada final al que se busca concretar de una vez por todas con la UE, indicaron los informantes.
“El Mercosur nunca firmó acuerdos de este tipo, y esto va a cambiar las dinámicas nuestras. ¿Cómo? Veremos, pero va a cambiar la esencia”, dijo Lubetkin, que subrayó: “Nunca abrimos mercados de esta manera”.
Esto, como ya adelantó El País esta semana, abre a juicio de esta administración una nueva clase de discusión en Uruguay, que ya no apunta a la necesidad de abrir mercados sino a cómo afrontar los que, de a poco, comienzan a ofrecerse.
“Ahora lo que tenemos son tremendos mercados, y la pregunta es qué les ofrecemos”, dijo el canciller, que añadió que lo que se elija tiene que ir en línea con el “aumento de las fuentes de trabajo, aumento de las inversiones, aumento de la dinámica de la economía, aumento del crecimiento del país y reducción de la pobreza, porque esa es una ecuación que tiene que ir con la otra”.
Será un debate que el “gobierno sin dudas va a empujar”, pero en el que deberán participar otros actores, como “la academia, el sector privado, las fuerzas sociales, los sindicatos y el Estado”