UTEC avanzan plantas usando residuosUTEC avanzan en un “superalimento” para plantas usando residuos, plantas invasoras y nanotecnología.

Un pasto invasor en Uruguay y Brasil conocido como capim annoni y residuos de madera se transforman en aliados climáticos en los laboratorios de UTEC Rivera.¿Qué tienen en común un pasto invasor, nanopartículas y carbón vegetal?

En los laboratorios de la Universidad Tecnológica del Uruguay (UTEC) Rivera, una pastura invasora y altamente perjudicial para el campo el capím annoni, científicamente denominado Eragostis plana Nees– y un residuo abundante en la región norte -el aserrín-, se transforman en poderosos biofertilizantes mediante procesos químicos, físicos y nanotecnológicos.

Un grupo de investigadores de la Universidad avanzan en la aplicación de nanopartículas obtenidas a partir del aapim annoni para sumar al biocarbón de residuos madereros y convertirlos en un acelerador de vida para las plantas.

La nanotecnología es la ciencia de manipular materiales a una escala muy pequeña: la millonésima parte de un milímetro. A ese tamaño, los materiales pueden cambiar sus propiedades, volverse más resistentes, o conducir mejor la electricidad, por ejemplo. Esa es la base del proyecto de investigación “Soluciones verdes para Rivera: innovación en adaptación climática y mejora de forestación en el Polo Educativo Superior”, impulsado por docentes de la Universidad Tecnológica y financiado por el Ministerio de Ambiente y la Corporación Nacional para el Desarrollo.

“El proyecto busca en primera instancia generar un aporte al crecimiento de las plántulas en las etapas más tempranas para ayudar a promover la forestación con árboles nativos en zonas urbanas. Podría convertirse en una herramienta para disminuir la temperatura en la ciudad de Rivera, ayudando así a combatir las olas de calor fruto del cambio climático”, explicó Victoria Laniella, docente integrante del equipo de investigación.

Como experiencia piloto en acuerdo con el sector Parques y Jardines de la Intendencia de Rivera, los docentes realizaron la siembra de plantas nativas en las áreas verdes del Polo de Educación Superior. Allí está instalado el Instituto Tecnológico Regional Norte de UTEC.

BIOCARBÓN + TÉ DE CAPÍM ANNONI = MEJOR PRODUCCIÓN.

El biochar (o biocarbón) utilizado es un carbón vegetal obtenido de residuos de eucaliptus grandis de aserraderos de la región norte, utilizando procesos y recursos tecnológicos en laboratorios de UTEC.

Por otra parte, las nanopartículas metálicas aplicadas se obtienen a partir de un bioreductor que es “té de capím annoni”.

Ambos elementos se testearon en diferentes medidas de fusión para llegar a generar un biofertilizante que demostró funcionar como un acelerador del proceso de germinación de hortalizas como la lechuga.

La clave está en el proceso de biorreducción. Al exponer los precursores metálicos con el té de capim annoni, que actúa como bioreductor de estos metales, se obtienen nanopartículas. Estas, combinadas con biocarbón producido a partir de residuos de eucaliptus, actúan como estimulantes naturales.

LAS PRIMEROS ENSAYOS DE LABORATORIO.

Durante la primera etapa del proyecto, las mesas del laboratorio de Ciencia e Ingeniería de Materiales de UTEC Norte se llenaron de placas de vidrio con pequeñas semillas de lechuga que fueron las primeras en probar el producto.

En siete días, las semillas que fueron sumergidas en la mezcla de biochar y nanopartículas superaron en un 433% en crecimiento a las inmersas solo en agua, indicó Pamela Muraro, encargada técnica del proyecto.

Estos ensayos de germinación permitieron analizar cuál era la mejor concentración de nanopartículas metálicas a utilizar para obtener un mejor crecimiento de las semillas, sin generar contaminación del suelo.

El desafío fue replicar el éxito con especies nativas como lapacho amarillo (Handroanthus albus). “Las pruebas de laboratorio mostraron que las nanopartículas no le hacen bien a las plantas nativas”. En cambio, “el biochar fue un éxito”, comentó Muraro.

Los avances del proyecto fueron presentados el lunes 17 de marzo en Rivera. En la oportunidad, se sembraron las primeras plantas nativas en el predio del ITR Norte.

El equipo que lleva adelante la investigación está integrado por cinco docentes. La encargada técnica del proyecto es Pamela Muraro, doctora en Nanociencias por la Universidad Franciscana de Santa María, con años de experiencia en síntesis de materiales. Muraro posee una beca postdoctoral en UTEC a través de la Dirección de Investigación y Desarrollo. Los docentes de Física de UTEC, Raisi Lenz y Richard Pereira, se encargan de la administración del presupuesto, la compra de equipamientos tecnológicos y científicos necesarios para el trabajo. Las docentes de Ingeniería en Logística de UTEC, Victoria Laniella y Cecilia Gularte, han sido el puente entre la Universidad y los demás organismos involucrados en el proyecto y las encargadas de organizar las actividades de divulgación articulando con los actores de la academia y de gobierno presentes en territorio.

El proyecto es uno de los cuatro seleccionados en la convocatoria “Medidas de Adaptación al Cambio Climático en las Ciudades de Durazno y Rivera”, lanzada por el Ministerio de Ambiente, la Corporación Nacional para el Desarrollo y UTEC en octubre de 2024. Cada equipo obtuvo 7.500 dólares para ejecutar el proyecto en un plazo de tres meses.

TODO EL CAMPO -Montevideo - URUGUAY - 03 Junio 2025