Girasol. La historia de un cultivo que sigue buscando espacios.
Originario del norte de México y sudoeste de EE.UU., pero con un papel protagónico de Rusia, el girasol adquirió relevancia mundial y llegó a Uruguay en 1913 de manos de ciudadanos rusos que se instalaron en Río Negro.Este año se espera crecer en el área de girasol llegando a niveles aún lejos a los máximos históricos, pero que con los años y zafra tras zafra va recuperando espacio tras aquella desaparición temporal motivada por un tema sanitario (Phomopsis) e incidencia negativa de algunas aves.
El girasol es un cultivo de verano que se siembra en octubre y noviembre y que este año, ante la incertidumbre del mercado agrícola se presenta como una opción tentadora: porque su valor es bueno (unos US$ 500 la tonelada), porque no ha presentado problemas sanitarios y porque las aves (palomas) no se concentran en una chacra.
La semana pasada llegó a la redacción de Todo El Campo una copia del texto “El girasol en el Uruguay. Análisis de la NIC 41 Agricultura y su aplicación en la contabilización del cultivo”, de casi 200 páginas, publicado en 2011 por la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de la República, y corresponde a un trabajo monográfico de Andrea Arbelo Hernández y María Ponce García. (Nota de Redacción: NIC 41 es la Norma Internacional de Contabilidad sobre las actividades agrícolas).
De dicho texto, extraemos y compartimos a continuación el capítulo referido al “Origen del girasol en el mundo” y algunos datos históricos incluidos en el capítulo “El girasol en Uruguay”.
ORIGEN DEL GIRASOL EN EL MUNDO.
El origen del girasol se remota a 3000 años A.C. en el Norte de México y sudoeste de EEUU. Era un cultivo común entre las tribus indígenas de Norteamérica, que utilizaban el producto cosechado para hacer tortas a partir de la semilla molida y extracción de aceite.
Los estudios arqueológicos sitúan cultivos de esta planta en Arizona y Nuevo México.
La planta fue llevada al continente europeo por los exploradores españoles hacia 1500 D.C., donde llegó a ser un cultivo extenso en Europa occidental para usarse principalmente como elemento ornamental, no obstante lo cual, algunas aplicaciones medicinales y alimentarias fueron también desarrolladas.
Se conoce además que, antes de 1716, una patente fue concedida en Inglaterra para la explotación de una máquina que exprimía la semilla de girasol con el fin de obtener aceite comestible.
Pero la verdadera comercialización de la planta ocurrió recién un siglo después en el imperio ruso.
El girasol se transformó en un cultivo muy común en el siglo XVIII en Rusia, principalmente, gracias al impulso de Pedro «El Grande», zar de Rusia entre 1689 y 1725.
En esa época la planta tenía, al igual que en el resto de Europa, una utilización fundamentalmente ornamental, y no es sino hasta 1769, cuando los datos históricos revelan que se comenzaron a realizar cultivos con el fin de obtener producción de aceite de girasol.
Hacia 1830 la comercialización masiva del aceite era una realidad, entre otras razones porque la iglesia rusa ortodoxa prohibió el consumo de otros aceites durante la cuaresma religiosa, pero el aceite de girasol no estaba en la lista de aceites prohibidos y así desarrolló una gran popularidad.
Hacia principios del siglo XIX, los agricultores rusos cultivaban unos dos millones de acres de girasol de dos variedades según el producto final obtenido, a saber: semillas para la producción de aceite y semillas para el consumo directo.
Los sucesivos gobiernos de los zares rusos apoyaron diferentes programas de investigación científica, entre el que destaca la generación de nuevas variedades de plantas con las que se obtenía mayor contenido de semilla y por ende mayor producción de aceite.
Hacia finales del siglo XIX, las semillas de girasol de origen ruso retornan, por la vía del intercambio comercial, a los Estados Unidos de Norte América.
La primera utilización que se dio en dicho país al producto, fue de alimento para aves de corral. Posteriormente, en el año 1926, la asociación de productores de girasol de Missouri participó en la producción de aceite obtenido a través de la pipa (semilla) de girasol.
El gobierno de Canadá comenzó un programa de reproducción en cultivo del primer girasol en 1930. El material básico utilizado de la fitogenética provenía de los jardines de Mennonite (inmigrantes de Rusia) y el cultivo resultante se utilizaba con fines de producir aceite de girasol. En el año 1946 los agricultores canadienses ya contaban con una fábrica de prensado de semillas.
La situación precedentemente indicada, condujo que a su vez en el norte de los Estados Unidos de Norte América, los cultivos se expandieron a los estados de Minnesota y Dakota del Norte.
En el mismo año, el gobierno de Canadá autorizó el ingreso y utilización en el país de la variedad rusa denominada Peredovik, una semilla que genera un alto margen de aceite en las pipas. Este fue el inicio de la comercialización en Estados Unidos de aceite de girasol.
De la mano del hombre, la planta de girasol sufrió un proceso biológico de hibridación en los años 70, con el objeto de obtener mayor calidad de aceite y mayor resistencia de la planta a las diferentes enfermedades a las que la misma se enfrenta.
Resulta entonces que, la planta de girasol originaria de Norteamérica, luego de varios trayectos históricos a través del Atlántico, ha vuelto a ser producida en su lugar de origen, merced a los avances genéticos desarrollados por los rusos y culminando en la óptima hibridación llevada a cabo por los estadounidenses. Este esfuerzo conjunto a través de décadas de trabajo ha culminado en un producto de alta calidad que viaja a través del mundo y que consumen millones de personas en multitud de países.
EL GIRASOL EN URUGUAY.
El girasol en Uruguay se introdujo en el siglo XX, por colonos rusos. En julio de 1913 un grupo de colonos rusos nucleados en torno a la figura de Basilio Lubkov arribaron al puerto de Montevideo, radicándose en el departamento de Río Negro.
La colonia original estaba compuesta por más de 300 personas, se dedicaron a la agricultura y uno de sus principales aportes fue la introducción del girasol. Construyeron un molino harinero y galpones para almacenar los cereales e instalaron la primera fábrica de aceite de girasol en el Uruguay que estuvo a cargo de Miron Gayvoronsky; introduciendo de este modo algunas avanzadas técnicas agrícolas.
El cultivo del girasol en Uruguay se expandió a partir de 1940, alcanzando 195.000 has promedio entre los años 1956-1959.
Históricamente, los departamentos en los que se ha concentrado el cultivo han sido: Río Negro, Soriano y Colonia, zonas caracterizadas por suelos con alta fertilidad natural, buen potencial agrícola, infraestructura necesaria para la producción, industrialización y exportación del grano y sus derivados.
Durante la década del noventa, la cadena de oleaginosas estuvo liderada por el girasol. El 85% del área sembrada representó a dicho cultivo.
Se produce un incremento en las superficies de siembra, acompañado por un aumento en la productividad, resultado de un proceso de cambio técnico. Dicho cambio implicó el uso de semillas con alto contenido de aceite, el manejo de doble cultivo con girasol de segunda luego del cultivo de invierno, ayudado por la adopción de la siembra directa, el mayor uso de insumos, la rotación con pasturas sembradas y el aumento de los tamaños de equipamientos agrícolas.
La segunda mitad de la década había mostrado un incremento importante en los niveles de producción, derivados de incrementos en las superficies cultivadas y en los rendimientos. En la campaña 1999/2000, se produce una reducción del área sembrada, lo que representó un quiebre de la producción, como consecuencia de sequías y heladas tardías.
A continuación, se expone un detalle de áreas sembradas, producción y rendimientos promedios, del decenio 2000/01 – 2009/10 para Uruguay.
A partir de la campaña 2001/2002, se revierte la situación, incrementándose tanto los rendimientos como el área sembrada hasta 2004/2005; posteriormente vuelve a caer la producción con una disminución de áreas sembradas. Dicha caída se produce fundamentalmente por la aparición de una enfermedad desconocida hasta el momento (Phomopsis), que afectó seriamente los cultivos.
En 2009/2010, se observa una abrupta caída de la producción, registrando un mínimo histórico absoluto para esta oleaginosa. La situación de este cultivo puede variar, en la medida que se concreten contratos vinculados a su utilización para la elaboración de biocombustibles.
La razón principal que explica la decreciente producción de girasol en los últimos años, es el auge que tuvo el cultivo de la soja, provocando así un gran desplazamiento del cultivo de girasol. Este último pierde competitividad en materia de precio y mercado frente a la soja.
OBRA COMPLETA.
Puede acceder aquí al texto completo El girasol en el Uruguay. Análisis de la NIC 41 agricultura y su aplicación en la contabilización del cultivo
CAPITAL DEL GIRASOL.
En 2022, el Senado voto por unanimidad la designación de San Javier (Río Negro) como la Capital Nacional del Girasol a instancia de los senadores Sebastián Da Silva y Carlos Camy.