Hidrógeno verde: HIF Global rediseñó el proyecto tras críticas y consiguió aprobación ambiental junto con la recategorización de suelos
El rediseño reduce en 70% la intervención sobre el monte nativo, amplía la reserva de biodiversidad y reubica las chimeneas hacia el noreste para minimizar su impacto visual.Luego de meses de cuestionamientos ambientales, objeciones institucionales y preocupación por parte de autoridades del gobierno uruguayo y argentino, la empresa HIF Global presentó una versión reformulada de su proyecto para instalar una planta de producción de hidrógeno verde en el norte del departamento de Paysandú.
Entre los principales cambios, el rediseño plantea una reducción en un 35% de la superficie total de la planta, disminuye en un 70% la intervención sobre el monte nativo y amplía a 260 hectáreas el área de reserva de biodiversidad.
Inicialmente se preveía afectar unas 110 hectáreas de monte nativo, pero con el nuevo rediseño de la planta la afectación baja a 33 hectáreas, lo que según HIF, representa el 3% del monte nativo presente en el departamento de Paysandú.
También se reubicaron las chimeneas hacia el noreste para minimizar su impacto visual, tras una observación realizada por el presidente Yamandú Orsi. En una entrevista con El Observador en junio, Orsi se refirió al planteo del gobernador de Entre Ríos, Rogelio Frigerio, sobre la relocalización de la planta y destacó que el proyecto “no contaminaba las aguas, sino que era visual”.
La nueva propuesta permitió que el Ministerio de Ambiente aprobara la Evaluación Ambiental Estratégica (EAE) del Programa de Actuación Integrada Complementario (PAIC), un paso clave para habilitar la recategorización de suelos y avanzar hacia la construcción.
Este martes por la noche, en sesión extraordinaria, la Junta Departamental de Paysandú aprobó la modificación del decreto que recategoriza los suelos donde se instalará la planta, con 26 votos a favor de 27. La decisión se basó en la revisión de los documentos técnicos actualizados enviados por la empresa y la Intendencia.
¿Cómo sigue ahora?
El decreto ahora debe ser ratificado por la Intendencia de Paysandú y la Dirección Nacional de Ordenamiento Territorial del Ministerio de VIvienda. Con esa aprobación, se abre paso a la presentación del proyecto ante la Dirección Nacional de Calidad y Evaluación Ambiental (Dinacea), mediante la comunicación del proyecto y la solicitud de viabilidad ambiental de localización, lo que dará inicio al proceso de Evaluación de Impacto Ambiental (EIA).
Fuentes de la empresa señalaron a El Observador que los cambios fueron posibles gracias a un “esfuerzo de reingeniería e incorporación de nuevas tecnologías”, como el reemplazo del sistema de circuito cerrado por torres de enfriamiento, lo que permite “optimizar el uso del espacio y del agua”.
Además, confirmaron que la inversión prevista se mantiene en US$ 6.000 millones, de los cuales US$ 4.000 millones serán para la planta y US$ 2.000 millones para la construcción de los parques de energías renovables. Desde HIF ratificaron también las proyecciones en materia de empleo, con un pico de 3.200 puestos de trabajo durante la construcción y 600 puestos durante la operación (300 directos y 300 indirectos).
En caso de concretarse, será la inversión privada más grande en la historia del país. Se trata de una planta que producirá metanol, gasolina sintética, gas licuado sintético y kerojet, utilizando como insumos hidrógeno verde —generado por electrólisis del agua— y dióxido de carbono capturado de la planta de bioetanol de ALUR.
La empresa proyecta comenzar las obras en el segundo semestre de 2026 y finalizarlas en 2029.
Otros cambios del rediseño del proyecto
En el informe técnico complementario, al que accedió El Observador, la empresa planteó otros cambios al diseño de la planta. Estas modificaciones responden a observaciones hechas por la Dinacea, a reclamos de actores ambientales y del gobierno, así como a avances en la ingeniería del proyecto.
Además de la reducción de la superficie total de la planta, la disminución de la intervención sobre monte nativo, el aumento del área de reserva ecológica y el desplazamiento de las chimeneas con el objetivo de minimizar el impacto visual desde Paysandú y desde Colón (Argentina), el proyecto definió otros cambios vinculados a instalaciones temporales y acceso fluvial.
En concreto, se planteó que por las dimensiones de los componentes modulares que conforman la planta —de hasta 6,5 x 6,5 metros y sobrepeso excesivo—, no es viable el transporte por ruta. Por eso, se construirán instalaciones temporales de atraque en el río Uruguay, para que las piezas arriben en barcazas y se definió que la obra fluvial será desmontada una vez finalizada la construcción.
El rediseño de la planta también evita construcciones bajo la curva de inundación del río Uruguay, y delimita una reserva ecológica que incluye el bosque ribereño y zonas con potencial ingreso al Sistema Nacional de Áreas Protegidas (SNAP).
En cuanto a la propuesta de reparcelamiento del terreno, se definió que el área se subdividirá en un padrón suburbano (180 hectáreas) para uso industrial-logístico y un padrón rural (260 hectáreas) destinado a conservación ambiental. En este último solo se permitirá la instalación subterránea de conducciones (para dióxido de carbono, efluentes y e-combustibles).
Desde el Ministerio de Ambiente señalaron que la aprobación de la EAE no implica una autorización automática del proyecto, sino que cada instalación concreta dentro del predio deberá pasar por su correspondiente Evaluación de Impacto Ambiental (EIA), especialmente en lo que refiere a posibles afectaciones a la futura área protegida de Islas del Queguay y otras implicancias territoriales.
Un rediseño tras la controversia
El proyecto había quedado en el centro del debate público a comienzos de este año, cuando la Junta Departamental de Paysandú aprobó un cambio de uso de suelo en los padrones 11.950 y 11.951, recategorizándolos de rurales a suburbanos industriales, sin contar con la aprobación formal del Ministerio de Ambiente, según informó El Observador.
La Intendencia, entonces a cargo de Nicolás Olivera, argumentó que el visto bueno de Ambiente había operado de forma ficta por vencimiento de plazos legales, basándose en un informe del jurista Carlos Delpiazzo.
Sin embargo, el Ministerio de Ambiente rechazó esa interpretación, señaló que el plazo no se había vencido, ya que se había conferido vista a la Intendencia con nuevas observaciones en marzo, lo que interrumpía el conteo de días hábiles. Entre los principales reparos había estado la previsión de tala de aproximadamente 100 hectáreas de monte nativo, dentro de un área próxima a ingresar al SNAP.
Preocupación del gobierno y vínculo con Argentina
Antes de conocerse la reformulación del proyecto, integrantes del nuevo gobierno nacional habían manifestado públicamente su preocupación por el desarrollo del emprendimiento en su versión original. Tanto el presidente de la República, como la ministra de Industria, Fernanda Cardona, señalaron reparos vinculados al impacto ambiental, al vínculo diplomático con Argentina y a las condiciones técnicas del emprendimiento.
La ministra Cardona había declarado a Infobae que el proyecto no había vuelto “a foja cero”, pero que estaba siendo renegociado con HIF Global sobre tres ejes: “lo social, lo económico y lo ambiental”. Además, había aclarado que, por sus características técnicas, la planta no podría ser relocalizada muy lejos, dado que requiere captar dióxido de carbono desde la planta de bioetanol de ALUR.
“El acuerdo firmado por el gobierno anterior se mantiene, pero está siendo replanteado en muchos aspectos”, había afirmado Cardona en marzo, cuando la nueva administración comenzaba a dialogar con la empresa.
HIF Global avanza en los acuerdos comerciales
Mientras avanzaban las gestiones políticas y ambientales, HIF Global cerró acuerdos comerciales que, según afirman desde la empresa, aseguran el destino de la producción del primer módulo.
En abril, la empresa firmó un Acuerdo Preliminar con la alemana Mabanaft, proveedora global de soluciones energéticas, sumándose a otros entendimientos firmados en 2024 que cubren el 100% del e-Combustible a generar en esta primera etapa.