arbol bosqueAbordan la salud de los bosques en congreso internacional sobre fitopatología

Cómo afecta el cambio climático a los bosques fue uno de los temas analizados por el Dr. Rodrigo Morales, docente del Instituto de Conservación, Biodiversidad y Territorio de la Facultad de Ciencias Forestales y Recursos Naturales de la Universidad Austral de Chile (UACh), y David Shaw, profesor de Oregon State University, Estados Unidos, durante el XXVI Congreso de la Sociedad Chilena de Fitopatología (SOCHIFIT), un evento científico internacional organizado por la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Austral de Chile y por el Laboratorio Regional Osorno del Servicio Agrícola y Ganadero.

 

Salud de araucaria
El Dr. Morales expresó que si bien generalmente se trabaja de forma individual en cada área, en su opinión entre la disciplina forestal y la agrícola en cuanto a patologías vegetales, se produce una sinergia transdisciplinaria, “lo que puede contribuir sustancialmente a la investigación”, afirmó.
Durante su exposición, el profesor se refirió a la situación actual de la salud de los bosques de la araucaria en Chile, una de las especies más longevas del planeta. “A partir de 2016 múltiples noticias se han realizado en torno a esta especie, luego de que CONAF detectó anomalías, principalmente daño foliar en las copas de los árboles. Desde entonces hemos comenzado a trabajar sobre nuestras propias hipótesis, para contribuir a dilucidar este problema”, comentó.
El Dr. Morales y su equipo mantienen a la fecha parcelas de estudio en diferentes sectores que comprenden la distribución natural de la especie y donde existen araucarias afectadas para monitorearlas. Junto a su equipo detectaron árboles con daños, principalmente en la distribución norte de la especie, zona que ha sufrido más los efectos de la sequía. “Algunos individuos se encontraban muertos, otros con presencia de agallas; unos con un porcentaje de su copa muerta, presencia de líquenes epífitos frecuentes, y de insectos minadores causando daño en las hojas. Un escenario diverso”, afirmó.
Por otro lado, encontraron que todos los daños que afectan araucaria son producidos por organismos nativos: hongos, insectos y ácaros. Frente a esto, explicó, existe literatura que indica que su presencia en condiciones climáticas desfavorables para los árboles, como es una sequía, pueden tornarse agresivos. Por otro lado agrega que “resulta curioso que aparecieron líquenes cubriendo ramas, en árboles jóvenes, indicando baja de vigor. Existe una publicación que señala que los líquenes son bioindicadores de baja de vigor y cambio climático”, puntualizó.
En la actualidad, el Dr. Morales expresa que, si bien hay que continuar con las evaluaciones, han observado rebrotes en árboles que habían considerados muertos en distintos sectores en los muestreos. “La capacidad de sobrevivencia que tiene araucaria es increíble. En la Reserva Nacional de Ralco, por ejemplo, uno de los lugares donde esta especie se encontraba más afectada, hemos encontrado araucarias con rebrotes. En Villa las Araucarias, en la costa, observamos casos en que individuos con más del 60% de la copa seca presentaron nuevos rebrotes desde las ramas secas”, señaló.
Una de las conclusiones que el Prof. Morales mencionó es que “si uno observa que hay un complejo de organismos vinculados a los daños asociados a la variabilidad climática (megasequía), pero se insiste en buscar a un solo responsable de la situación, creo que no se ha hecho una buena reflexión científica de la situación. En este caso, existe un mensaje claro, donde los mismos organismos tratan de decirnos y es ahí donde está nuestra labor científica para interpretar esas señales”.

Los bosques de California y Oregon
El Dr. David Shaw, de Oregon State University, Estados Unidos y miembro de la Swiss Needle Cast Cooperative, ha colaborado con el Dr. Morales, estableciendo un vínculo científico que ha aportado en la investigación de enfermedades que afectan a los bosques. El Dr. Shaw abordó el tema del cambio climático y las implicaciones que este fenómeno tiene para los bosques. “A corto plazo los cambios que hemos estado viviendo en Estados Unidos implican sequía, temporadas más secas, inviernos más húmedos y tibios, desplazamiento de las precipitaciones y eventos extremos”, indicó. Para los bosques, en tanto, los mayores riesgos son la mortalidad de árboles, productividad reducida, extinción de especies de árboles locales, pérdida de biodiversidad y de funciones ecosistémicas. “En California tenemos eventos extremos asociados con una mega sequía, ha habido una amplia mortalidad de Pinus ponderosa”, afirmó Shaw, indicando que en Oregon, la sequía también ha afectado al pino oregón, produciendo su muerte.
A pesar de la incertidumbre del cambio climático, el Dr. Shaw piensa que es probable que los árboles adquieran una capacidad de resistencia frente a las actuales condiciones, que los ayude a sobrevivir. Por otro lado, ambos coinciden en recalcar que los bosques son dinámicos y pueden cambiar sus estrategias para adaptarse a lo que viene.

Grupo Editorial Editec - CHILE - 05 diciembre 2018