montes troncos ElPaisMontes del Plata mueve 300 camiones, que pagan U$S 33 millones de gasoil y U$S 7 millones de IVA
Productores recobran interés en la forestación, que enfrenta desafíos por problemas de logística en el transporte

Con un ciclo “más largo” y “distinto” al de otros sectores del agro vinculados a la producción de alimentos, la forestación no registra una baja en los precios de sus productos, como sí ocurre en el caso de la leche y los granos, y en un contexto de retracción de la agricultura la idea de forestar parte del predio recobra interés entre los productores, dijeron a Campo empresarios del sector.

Destacaron los desafíos que enfrentan las empresas forestales para solucionar problemas de logística, que restan competitividad frente a otros países, como el costo del transporte y del combustible, además de las limitaciones en la carga de camiones, entre otros.

 

La operativa de transporte para Montes del Plata (MDP) significa un gasto de U$S 33 millones anuales en la compra de gasoil y el pago de U$S 7 millones en concepto de Impuesto al Valor Agregado (IVA), informó el gerente de logística de esa firma, Ricardo Brunner, en una mesa redonda sobre logística forestal realizada el miércoles 22.
Mientras que el vicepresidente de desarrollo de negocios en Uruguay de UPM, Javier Solari, comparó que en Brasil el transporte de madera en camiones llega a 78 toneladas por camión, en Uruguay es de 45 toneladas.

Siguen plantando
Consultado por Campo ese ejecutivo dijo que el crecimiento de las plantaciones de árboles “sigue”. “No sé de proyectos que se hayan caído” y las empresas “continúan con sus planes originales, que van entre 10 y 20 años”, dependiendo de la especie y variedad plantadas, afirmó.

UPM Forestal Oriental planta unas 15.000 hectáreas por año, y cuenta con un patrimonio forestal de 140.000 hectáreas, de las cuales la mayoría se concentran en zonas cercanas a la planta de pasta de celulosa, ubicada en Fray Bentos, Río Negro.
Solari resaltó el esquema de inversión y producción a largo plazo en el sector. “Cualquier árbol que plantemos hoy, la madera ingresará a la fábrica de celulosa dentro de 20 o 23 años”, indicó.

Sumada a la estrategia de asociación con productores para forestar parte de sus predios, que desarrollan hace varios años las grandes firmas forestadoras, ahora surge la oportunidad de un nuevo impulso a la forestación en campos que fueron ocupados por la agricultura, especialmente en zonas del centro, este y noreste del país.

“Nuestro programa de fomento sigue creciendo y en un contexto en el que la agricultura está un poco retraída aparecen más ofertas y productores interesados en hacer forestación”, comentó Solari.

UPM inició en 2005 un plan de integración con productores ganaderos, lecheros y agrícolas y MDP posee un programa similar, que en ambos casos suponen la plantación de árboles en una cierta parte de los establecimientos a cambio del pago de una renta o la posibilidad de repartir los ingresos obtenidos por la venta de la madera, entre otras variantes.

Para el ejecutivo de UPM, la agricultura, que tuvo el año pasado precios de la soja por encima de U$S 500 la tonelada, “entró a campos que eran netamente forestales y que no tenían la aptitud agrícola, y cuando los valores de los granos bajan y los márgenes (de rentabilidad) se reducen, esas tierras salen de la producción agrícola y vuelven a su vocación forestal”.

Solari enfatizó que el crecimiento del área forestada “se da más bien por el programa de fomento que tiene el objetivo de dejar productores forestales”. Unas 60.000 hectáreas abarca la superficie plantada en ese tipo de asociaciones con 350 productores.
Consultado sobre el clima de negocios y la posibilidad de que UPM realice nuevas inversiones en Uruguay, Solari dijo que la empresa “no tiene proyectos” en ese sentido. “Seguimos con nuestra planificación, en la que tenemos que buscar las eficiencias, como en el tema de la logística y las distancias para el transporte de madera”, añadió.

Para que la logísitica sea competitiva, no solo se trata de hacer carreteras, consideró.
Planteó que “la gran mayoría del desarrollo forestal se da en zonas con caminos de tosca (con piedras), que implica limitaciones en la velocidad y en su uso durante parte del año, interrumpido por las lluvias o la falta de mantenimiento”.

Respecto al costo de los fletes, Solari dijo: “Estamos un poco mal”, debido a que en Uruguay “son mayores los precios de los combustibles en comparación con otros países de la región y a la diferencia en el peso bruto transportado”.
Durante su presentación en el evento del miércoles 22, que fue organizado por la Academia Nacional de Ingeniería, ese ejecutivo comentó que en 2006 la empresa exportaba el 60% de la madera rolliza para celulosa, y el total producido era de 2,3 millones de toneladas. “Cuando se prende la planta de celulosa, en 2007, todos los recursos logísiticos, como camiones, cosechadoras y personal, se multiplicaron 2,5 veces”, valoró.

 Opinó que “es un salto muy fuerte en la demanda de logística, lo que requiere de una planificación a largo plazo”.
Como una muestra de la presión que tienen las empresas forestales para aumentar la eficiencia, el ejecutivo de UPM mencionó que un camión que transporta madera tiene U$S 2.500 de carga, y otro que transporta soja lleva U$S 12.000.

Comparó la situación de costos entre Uruguay y otros países, como Brasil y Finlandia. “No hay mayores diferencias en los costos de la madera, aunque en Uruguay crece más la madera que en Finlandia”, dijo. Aclaró que en ese país escandinavo “tienen como contrapartida un complejo forestal que extrae el mayor valor del monte, sacan rebobinado y madera para aserrado de gran calidad”.

La cosecha cuesta lo mismo en los tres países y la industrialización depende de lo moderna de cada industria y de la tecnología empleada, según Solari. Señaló que “la diferencia está en el transporte” forestal y oceánico; específicamente en el primero “Uruguay está en desventaja” con los otros competidores.

El transporte multimodal “es todavía incipiente” en cuanto a la combinación de los medios terrestres y fluviales, dijo.

90 viajes a la Luna
Montes del Plata, un consorcio conformado por Stora Enso (Suecia y Finlandia) y Arauco (Chile), posee unas 190.000 hectáreas, de las cuales 145.000 están plantadas con eucaliptos y 75.000 están destinadas a otros usos como pasturas y monte nativo, detalló Brunner.
Indicó que la inversión total de esa firma incluyendo la planta de pulpa de celulosa y su patrimonio forestal, entre otras inversiones, supera los U$S 3.000 millones, y que el objetivo es llegar a U$S 700 millones en exportaciones de celulosa cuando la planta industrial alcance una capacidad de 100%.
Otras inversiones realizadas por esa compañía comprenden la instalación de un vivero en Fray Bentos por U$S 17 millones y que puede producir hasta 25 millones de plantines anuales.

La extensión de la ruta 55 que llega hasta la fábrica en Punta Pereira por U$S 28 millones y una terminal portuaria donde se cargan 2,3 millones de toneladas de celulosa por año son otras obras del consorcio.

Para tener una dimensión de la distancia recorrida para trasladar la madera hasta la planta de celulosa, Brunner indicó que el promedio es de 250 kilómetros con una mínima de 130 kilómetros y una máxima de 450 kilómetros.

Casi la mitad de la madera es transportada por vía terrestre y la otra mitad por vía fluvial, mediante el uso de barcazas.

Tanto Brunner como Solari coincidieron en que uno de los “grandes desafíos es tener que transportar madera de este a oeste cuando en Uruguay las carreteras están construidas de norte a sur”.
Por eso el gerente de MDP dijo que “una parte de la solución vino por el lado de las barcazas, utilizando la vía fluvial, que permitió un ahorro importante en costo de combustible y de emisiones de dióxido de carbono”.

Otra de las “preocupaciones” del sector es el costo del gasoil, indicó.
Cuestionó que “cuando en el mercado internacional el precio del petróleo cae a la mitad de su valor y a los transportistas en Uruguay no se les traspasa eso, hay una pérdida de competitividad”.

El funcionamiento de la planta de celulosa en Colonia demanda una flota de 300 camiones que movilizan 4 millones de toneladas por año y recorren unos 71 millones de kilómetros, “equivalentes a unos 90 viajes a la Luna”, graficó.
Mencionó que esas unidades de transporte utilizan 28 millones de litros de gasoil anuales, que tienen un costo de U$S 33 millones y el pago de U$S 7 millones en Impuesto al Valor Agregado.

En los últimos 12 meses el puerto de MDP en Colonia movilizó 1,9 millones de toneladas de madera, celulosa y químicos, recibió 100 barcos oceánicos y unas 200 barcazas, acotó
Brunner en relación con el impacto que tiene esa actividad.

El mate, el celular y el camión
Lo que pudo parecer un comentario pintoresco, que causó risas entre el público que asistió a la mesa redonda sobre logística forestal, dejó en evidencia un problema en el transporte de cargas en Uruguay, que puede tener consecuencias trágicas.
“Los choferes de los camiones es increíble lo que son capaces de hacer con el termo, el mate y el celular al mismo tiempo que conducen”, expresó el gerente de logística de MDP.

Advirtió del riesgo que eso supone para la seguridad de esos trabajadores y de su entorno.
“Es un tema al que le hemos dedicado horas y horas de capacitación a los choferes, ¡por favor, no tomen mate cuando hablan por teléfono y van conduciendo!”, comentó.

La operativa de transporte de madera para Montes del Plata ocupa unos 700 choferes, dijo ese empresario, quien además habló sobre la evolución que tuvo el sector transportista en su conformación.
Contó que en 2010 la mayoría de las firmas de transporte tenían cuatro o menos camiones dentro de un esquema de negocio familiar. Luego algunos fueron juntándose y conformaron grupos de interés económico al fusionarse algunas de esas empresas, indicó.

Semanario BUSQUEDA - Montevideo -  URUGUAY -  03 agosto 2015