tronco eucalipto-suzanoBuenas señales en el sector forestal

El sector forestal está dando señales de recuperación en el Uruguay, mientras se alternan señales positivas con algunas negativas en el entorno internacional, aunque en los últimos meses con persistencia de signos de mejora en mercados de importancia, como el de Estados Unidos, de acuerdo a lo señalado por empresarios del sector.

Es así que si bien el rubro registra un aumento sostenido de la producción, según declaró a El País el presidente de la Sociedad de Productores Forestales (SPF), Carlos Faroppa, los precios todavía no están respondiendo a las expectativas en esta coyuntura, aunque reconoció que la mayor demanda de determinados mercados ha contribuido a una evolución en el escenario internacional, porque por un lado Estados Unidos y en menor medida Europa han tenido cierto repunte en sus economías, lo que ha provocado una reactivación en el sector de la construcción que utiliza productos forestales.

Sostuvo el dirigente gremial que “hay una especie de regla histórica, que dice que cuando los países reactivan sus economías, aunque sea levemente, se incrementa el consumo de productos forestales. Eso se da porque el mercado inmobiliario tiende a crecer, pero también por la utilización de productos forestales para otras cosas. Por ejemplo, se tiende a adquirir muebles en madera, muchos de ellos de muy buena calidad, y por otro las personas tienden a leer más, lo cual hace que el mercado crezca, necesitando en todos los casos productos forestales”.

Paralelamente, manifiesta signos de recuperación el mercado mexicano, y en este sentido Uruguay tiene ventajas en el marco del tratado de libre comercio con ese país, donde hay reactivación pero también por una buena gestión de las empresas uruguayas en ese mercado, subrayó.

El punto es que no se esperan cambios significativos en esta tendencia durante el año, aunque los precios difícilmente vayan a mejorar, según las estimaciones. Aún así, si bien se espera llegar a los niveles de actividad de 2011, sí se está ya por encima de lo que se registró en 2012 y 2013, aunque la novedad auspiciosa radica en que la demanda se sitúa en maderas procesadas, como la aserrada, o tableros contrachapados, además de materias primas como chips y celulosa. También se da cierta reactivación en el mercado interno, consideró Faroppa, por cuanto las maderas uruguayas están sustituyendo en buena medida a las que antes se importaban. Por supuesto, siempre hay piedras en el camino, que no son de ahora. Por un lado tenemos que el ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Tabaré Aguerre, evaluó que no hay ningún sector en la economía nacional que como la forestación haya formalizado tanto empleo en tan poco tiempo, lo que es un aporte muy positivo no solo en cuanto a incorporación de mano de obra directa e infraestructura, sino en cuanto a formalización, con todo lo que ello significa en cobertura provisional y de seguridad social para el trabajador.

Y pese a un escenario que da cuenta de una mejora en la demanda por madera en el mercado interno y externo, en el sector todavía falta la generación de valor agregado a la materia prima, que es precisamente el mayor proveedor de fuentes de empleo genuinos y reciclador de riqueza en el medio rural, sobre todo, de lo que tenemos algunos ejemplos, aunque escasos.

Debe tenerse presente que está para entrar en producción el emprendimiento de Montes del Plata, y que en los últimos años la actividad forestal ha atravesado coyunturas complicadas debido a la crisis internacional, con descenso de la demanda y de los precios, pero no existe emprendimiento de riesgo que no conlleve afrontar avatares, por mejor perfil que tenga en el mediano y largo plazo.

Los montes para explotación forestal no aparecieron porque sí de la noche a la mañana, y precisamente se cumplió el cuarto de siglo de la Ley de Desarrollo forestal aprobada por la unanimidad de los partidos políticos con representación parlamentaria, y cuya instrumentación ha tenido una repercusión positiva creciente con el paso de los años, al ameritar por ejemplo que tengamos ya unas 800.000 hectáreas implantadas para industrialización, con las consecuentes exportaciones, generación de empleo e inversiones.

Se ha ido desarrollando el sector a partir de las condicionantes de promoción contempladas en la ley original, y ha logrado crecer y mantenerse pese a que indudablemente la infraestructura del país no estaba preparada para apoyar emprendimientos de estas características.
En el caso de las áreas que incorporan mayor valor agregado, evidentemente la industria del contrachapado es la que conlleva un mayor grado de procesamiento y la que más ha sufrido la crisis en Estados Unidos, porque a la vez produce insumos para casas y muebles que tienen el mayor mercado en el país del norte.

Pero sin dudas, la contracara de una incipiente reapertura en los mercados receptores lo constituye la caída en la competitividad, además de los altos costos internos del Uruguay, con incidencia del déficit crónico en elementos logísticos adecuados, lo que encarece el traslado de esta materia prima. Seguimos –y quien sabe por cuanto tiempo más-- con una notoria ausencia del ferrocarril como medio barato para el transporte de cargas de gran volumen y bajo valor relativo, en tanto sigue vigente el requerimiento de una mayor presencia del transporte fluvial, dejado de lado durante décadas y que es una alternativa válida en el esquema. Estamos pues, ante un esquema de luces y sombras en la explotación forestal.
Lo resume Faroppa al indicar que los costos siguen siendo el mayor problema del sector forestal y explicó que “el valor de la energía, el combustible, el transporte en particular, nos quita mucha competitividad”.

Pero las expectativas inmediatas se centran en contar con un mejor entorno internacional, como felizmente se insinúa, y procurar alternativas para reducir costos y generar condiciones imprescindibles a efectos de incorporar mayor valor agregado.
Este es el salto de calidad todavía pendiente, que se traducirá en mejores precios y un mejor retorno en el reciclaje de riqueza en sectores de apoyo para que esta agroindustria deje de ser solo mayormente productora de materia prima y la procese con más mano de obra dentro del país.

Diario EL TELEGRAFO -  Montevideo -  URUGUAY - 20 abril 2014