afe tamponMujica deberá justificar urgencia si elude licitación en obra de AFE

Gobierno. Para adjudicar de forma directa debe probar que no tiene otra salida
Razones de urgencia no previsibles”. Eso deberá demostrar el Poder Ejecutivo si quiere eludir la licitación pública internacional para adjudicar la obra millonaria de reparación de las vías en el tramo Algorta-Fray Bentos, en Río Negro. La legislación permite al presidente José Mujica acordar de forma directa con la gigante china Corporación de Construcción Ferroviaria de China (CRCC), tal como pretende hacer. Sin embargo, el Texto Ordenado de Contabilidad y Administración Financiera (Tocaf) obliga a justificar ese camino.

El mandatario dijo que buscará apoyo en los partidos políticos para tomar un camino alternativo a la competencia abierta entre las empresas interesadas y, además, darle garantía estatal para cumplir con la obra. Referentes de la oposición ya adelantaron que le darán la espalda por considerar injustificado el apuro. Se trata de una obra ubicada por el presidente dentro de las claves de su gestión, a la que le restan 11 meses.

Que haya urgencia para reparar ese tramo de vías de tren puede ser cierto. Se trata de un tramo fundamental, que permitiría reactivar el puerto de Fray Bentos e impulsar el transporte de productos en esa zona del litoral del país. Por esos rieles podrían circular madera y granos con destino a la exportación a un precio muy conveniente. Ello significa mejorar la competitividad a las empresas y, en definitiva, más puestos de trabajo.

De todos modos, parece difícil argumentar que esa urgencia no pudo ser “previsible”, ya que el ramal de Fray Bentos fue cerrado a mediados de 2010, cuando un informe técnico de AFE determinó que no tenía las condiciones de seguridad mínima para continuar utilizándolas.

“La norma existe, está en el Tocaf, pero esas razones de urgencia no previsibles deben ser justificadas”, dijo a El Observador la abogada del estudio Ferrere experta en derecho administrativo, Cristina Vázquez. “No es posible que si se quiere reparar una ruta antes del verano, se invoquen razones de urgencia imprevisibles, cuando no se hizo durante el año, por ejemplo”, agregó.

Vázquez recordó la existencia de los 30 incisos del artículo 33 del Tocaf, donde se detallan las excepciones a la licitación pública u otros procedimientos competitivos.

Si Mujica utiliza ese procedimiento para la obra de AFE, la resolución deberá luego pasar por la consideración del Tribunal de Cuentas de la República, que, a su vez podrá aceptar u observar esa justificación. Si la observa, el Poder Ejecutivo puede insistir en la orden, lo que activa el envío del caso a la Asamblea General del Parlamento.

Pero, además, un acto de esas características del gobierno tiene que contar con el visto bueno del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF). Se puede suponer que es un trámite ese paso, pero el MEF, en ese caso, se hace cargo de los argumentos de urgencia no previsible.

Para el abogado Juan Andrés Ramírez, la licitación es la forma que tiene la administración pública para saber que está seleccionando al mejor oferente. “¿Se va a decir que es una situación de urgencia arreglar AFE? La urgencia se genera cuando, por ejemplo, se debe instalar un ramal nuevo para sacar los productos por el puerto de Rocha. Entonces ahí sí existe un cuello de botella y hay un problema cronológico grave que podría justificar la urgencia”, comentó a El Observador.

“Pero si se dejan estar, y el ministro (de Transporte, Enrique) Pintado inventa organismos como la Corporación Vial y la mar en coche para la infraestructura de AFE, la urgencia se justifica solo por su propia torpeza”, agregó Ramírez. De todos modos, el experto insistió con que en el Tocaf se han creado excepciones y todas tienen “algún viso de razonabilidad”. “No son arbitrariedad pura, no es cuando se le ocurra al presidente”.

El tramo Algorta-Fray Bentos tiene casi 145 kilómetros de vías. La propuesta de la empresa estatal china CRCC consiste en instalar durmientes de hormigón para rehabilitarlas. Al hacerlo con ese material, el costo por kilómetro oscila entre los US$ 1,5 y US$ 2 millones, cuando con madera cuesta US$ 400 mil, informaron a El Observador fuentes de AFE. El costo estimado de la obra, entonces, se podría acercarse a los US$ 300 millones. CRCC es la empresa ferroviaria más grande del mundo. Cuenta con 1 millón de empleados entre los contratados de forma directa y los que trabajan de forma indirecta.

Lo dijo
“Cuando medien probadas razones de urgencia no previsibles o no sea posible la licitación o remate público”
Artículo 33 (inciso 9) del Tocaf sobre posibilidad de eludir licitación

Se abre la posibilidad de impugnaciones
La gigante china CRCC no es la única empresa que llegó a Uruguay para mostrar interés en la reparación de las vías de tren. El gobierno y el ente ferroviario recibieron en 2010 a CRM, otra empresa asiática del rubro. En enero de 2011, firmaron un acuerdo de entendimiento tras una visita de técnicos, pero finalmente nada se concretó. Si ahora el gobierno adjudica de forma directa la obra a CRCC, se abre la posibilidad para que la otra empresa, CRM, pueda impugnar esa decisión. Ramírez recordó que para hacerlo, la empresa debe recurrir al Tribunal de lo Contencioso Administrativo.

Diario EL OBSERVADOR -  Montevideo -  URUGUAY - 19 abril 2014