campa con aguaUn golpe (inesperado) para el agro y la temporada veraniega

El exceso de lluvias llegó cuando menos se espera; complicó la siembra de soja y el trabajo de la granja, también retrae el gasto de los turistas en el pico de la zafra

El exceso hídrico acumulado de los últimos días trastocó el desempeño de la mayoría de los sectores productivos del campo. Un relevamiento realizado por El Observador detectó que hay granjeros que están sufriendo las consecuencias climáticas desde el temporal del pasado 30 de diciembre. Además, la ganadería no es ajena a la situación con complicaciones en las cargas de ganado con destino a los frigoríficos y en la agricultura la soja es la gran perdedora.

 

Las abundantes precipitaciones que cayeron en el cinturón granjero del país dificultan la situación de las frutas y hortalizas. El fenómeno se suma al viento del pasado 30 de diciembre que dejó daños de infraestructura y caída de frutas, principalmente de ciruela.

Erick Rolando, presidente de la Confederación Granjera de Uruguay, explicó que estas lluvias “agravan la situación sanitaria de los cultivos” como la del durazno, de la ciruela y de la uva de mesa. “Pueden haber problemas sanitarios y problemas de rajado por exceso de crecimiento”, advirtió a El Observador.

En lo que refiere a los cultivos a campo –la horticultura–, Rolando indicó que podrían darse problemas en la cebolla que no ha sido levantada, así como en el tomate, en la papa y en el boniato, que podrían empezar a pudrirse si no se revierte la situación.

El Instituto Uruguayo de Meteorología (Inumet) pronostica que “a partir del miércoles 9 y hasta el final del período existen condiciones de inestabilidad atmosférica, por lo cual existe probabilidad media de precipitaciones en todo el territorio nacional”.

“Se abre todo un abanico de posibilidades bastante complicado en lo que se refiere a la humedad. Venimos con un acumulado (de lluvias) importantísimo. Creo que fue el diciembre más lluvioso de la historia. Al menos en mis registros fue el que llovió más y arrancamos enero de igual forma”, alertó Rolando.

De todas formas, el gremialista aseguró que, por ahora, “no hay ningún tipo de problema” en el abastecimiento, “todo lo contrario. Está abastecida la plaza, con precios baratos y pensamos que eso va a seguir así. Se podría complicar si la situación no cambia”, explicó.

Más agua
El meteorólogo privado José María Rodríguez declaró a Carve este lunes que se pueden registran acumulados por hasta 200 milímetros hasta el próximo 16 de enero. La zona norte sería la más afectada.

En pleno verano, las precipitaciones siempre son muy esperadas por el impacto que tienen en la producción de pasturas, naturales o instaladas.

También considerando lo reproductivo, porque mejoran condiciones que inciden en el estado corporal de las vacas en un momento en el que se realizan los entores. Sin embargo, se informó que los campos “están saturados de agua” que no se aprovecha porque se va a las cañadas.

En este sentido, Gustavo Basso, consignatario de ganado del centro del país, aseguró que las cargas de animales con destino a faena “se han visto severamente complicadas”.

“Alguna carga se ha complicado sin lugar a duda. Particularmente, nos quedaron un par de camiones sin cargar porque había un arroyo que no daba paso”, indicó.

A la situación se le suma el inconveniente del barro que dificulta el manejo del ganado en las mangas. Basso manifestó que la faena no se verá afectada porque el mercado está muy firme, con pocas operaciones.

“Los vendedores no han aparecido, no han dado señales de vida porque con el barrial que hay es imposible entrar a una manga”, explicó.

Peleando las últimas siembras
Jorge Andrés Rodríguez, presidente de la Asociación Rural de Soriano, comentó que entre el domingo y el lunes, en Soriano, han llovido unos 90 milímetros. “Estamos peleando con la últimas siembras y resiembras con mucha semilla forrajera que complicada porque no termina el ciclo bien ya que no se seca del todo por exceso de agua”, dijo. En su departamento durante diciembre llovió el equivalente a lo que cayó de agua de enero a mayo de 2018. En este sentido, hizo referencia a que la soja que se logró implantar está muy bien, aunque con falta de sol y por lo tanto oxígeno en las raíces.

“Creo que el balance es positivo, pese a que hay un porcentaje de las chacras que quedó para sembrarse tarde, sobre todo alguna soja de segunda”, explicó.

De acuerdo a la encuesta de DIEA, el área estimada de soja de segunda fue de 359 mil hectáreas para la campaña 2019-20. La superficie total de siembre se había proyectado en 989 mil hectáreas, una retracción del 10% frente a la campaña anterior.

“Esperemos que se normalice el tiempo para la época, siempre es bueno que sea normal”, concluyó.

Según comentó a El Observador el presidente de la Mesa Tecnológica de Oleaginosos, Roberto Verdera, con varios puntos que sobrepasaron los 150 milímetros, los cultivos más afectados fueron los de soja de segunda principalmente, con una afectación de entre un 5% y un 10% que están muy comprometidas, con áreas que no se llegaron a sembrar y otras que no podrán ser resembradas. En otros puntos el área perjudicada alcanzó al 15%. En el caso de la soja de primera, el agricultor indicó que viene bien.

El agro no es el único que sufre las consecuencias del exceso de agua. La temporada estival, que viene con un nivel algo inferior al récord del año pasado, ahora ve cómo los mejores días de la zafra se esfuman empañados por nubes cargadas de lluvias que cortan el disfrute del sol y playa y las actividades al aire libre. Así, el clima se transformó en otro contrapeso impredecible, que se suma a la retracción en la llegada y el gasto de los turistas argentinos.

El presidente de la Corporación Rochense de Turismo, Jorge Simeone, admite que los últimos días “no fueron fáciles” para todo el complejo turístico de su departamento. En ese sentido, informó que en las últimos días los temporales de lluvia y viento “desarmaron infraestructura” de varios locales gastronómicos que estaban al aire libre.

Los primeras sensaciones de ese nicho en particular es que si bien “hay movimiento” en La Paloma, La Pedrera o Punta del Diablo, el “gasto es algo inferior” al año pasado. “Parecería que será un poco la tendencia”, pronosticó. Además, otra de las complicaciones que trae el clima es que muchas casas de pequeños balnearios de Rocha cuentan con electricidad a base de paneles solares y, por tanto, sin sol, el sistema no funciona o lo hace con una capacidad subóptima. “Hay turistas que no están acostumbrados a convivir sin servicio de energía”, indicó Simeone. Otras de las complicaciones que trae la lluvias es que las señales de wifi de casas y lugares cerrados se ven sobrecargadas por el incremento de los usuarios, acotó.

Por otro lado, algo que se está percibiendo en la conducta de los turistas es que un porcentaje “muy acotado” busca actividades por fuera de sol y playa, como visitar lugares protegidos, reservas naturales o museos. El operador explicó que las opciones más habituales son la de “turismo shopping” por un día en Chuy, lectura, yoga, el cable o internet, “pero todo tiene un límite”.

Diario EL OBSERVADOR - Montevideo - URUGUAY - 08 enero 2019