Mauricio MendyEL REY DE LAS CARRETERAS
Pasó del tambo y los repartos a ser empresario, con 18 camiones

Mauricio Mendy tiene 50 años; a los 30 decidió dejar el campo para dedicarse al transporte de carga.

VÍCTOR RODRÍGUEZ 
Mientras Mauricio Mendy González viajaba desde Durazno a Artigas realizando la distribución de la empresa DHL no imaginaba que unos pocos años después su vida pegaría un vuelco rotundo. Ahora tienen 50 años y es un empresario del transporte de carga forestal, con 18 camiones propios de moderna tecnología, 35 empleados y una locación construida desde "cero", ubicada estratégicamente en el centro del país.

 

Menos aún podía presagiar ese destino auspicioso cuando a los 30 años de edad decidió dejar atrás la actividad agropecuaria, el tambo que ocupó a su familia desde siempre y era el sustento de sus seis hermanos.
Nuevos horizontes.

Mendy se inició laboralmente a temprana edad en las tareas rurales, en el lugar donde nació, en el establecimiento familiar denominado "Las Palmitas". Se casó muy joven con su novia "de toda la vida", Juliana Percovich, y ambos se instalaron primero por pueblo Grecco, en Río Negro, y luego en San Gregorio, en Tacuarembó.

Después de tres años en los que trabajó junto a su padre y su suegro, en octubre de 1997 decidió encaminar sus pasos hacia nuevos horizontes. El primer trabajo que tuvo fuera del campo de sus padres fue en una distribuidora de diarios y encomiendas. La empresa de transporte DHL le asignó la tarea de hacer llegar los ejemplares a Durazno, Tacuarembó, Rivera y Artigas.

Durante tres años recorrió todos los días de la semana, en las antiguas camionetas Fiat Fiorino, los 923 kilómetros de distancia que hay ida y vuelta, entre Durazno y Artigas.

"Esa fue una experiencia que valoraré toda mi vida", comenta el ahora empresario vial.

Al cerrar el servicio en el año 2000, Mendy continuó en las rutas pero debió trasladarse a la capital: antes de la crisis económica, en 2001, aceptó una oferta de la empresa en Montevideo. Según recuerda "fueron momentos de desarraigo familiar" ya que su esposa quedó en Durazno junto a su hijo recién nacido, Rafael.

"En Montevideo el trabajo consistía en salir todos los días hacia Punta del Este y Maldonado, repartiendo "casa por casa" encomiendas de la empresa DHL. "Los años de ruta me dieron un gran aprendizaje, supe valorar y respetar la carretera".
Sobre ruedas.

"Siempre tuve esa idea de ser camionero", relata con un dejo de emoción. Tiempo después de aquellos recorridos al norte y al este del país, con la llegada de la empresa Botnia comenzó a trabajar en el rubro forestal. Para ello adquirió su primer camión, un Volkswagen Worker que aún hoy conserva como un recuerdo de sus inicios.

"El mismo día que tuve definitivamente los papeles del camión, en 2006, salí a cargar madera en Villa del Carmen (Durazno) para hacer mi primer viaje rumbo al puerto de Montevideo", rememora.

El empresario creyó desde el principio en el entonces incipiente rubro forestal.

"Muchos miraban con desconfianza la madera, porque en aquellos momentos no era lo que es ahora. Fue muy cuestionada y los fletes tampoco eran redituables, porque entre otras cosas, había que tener dos choferes".

En 2007, con la apertura de la planta de Botnia (actual UPM), Mendy adquiere un segundo camión y en 2010 el tercero y desde entonces no paró. Su empresa dispone de seis camiones forestales al servicio de UPM, cinco Scania y un Volvo, además de contar con otras 12 unidades propias para otros servicios, como por ejemplo fletes de madera, de cantera y de grano.

Diario EL PAIS -  Montevideo  - URUGUAY -  22 abril 2018