biofore car concept chicoAutónomos: La revolución del auto

En 2019 fabricarán 20.000 Los coches eléctricos sin conductor son una realidad y serán masivos en poco tiempo.
Coches sin conductor, una modalidad que llega a toda velocidad.

RENZO ROSSELLO
Los autos autónomos ya son una realidad. Sin embargo las sociedades no están preparadas para incorporarlos. Analistas especializados en nuevas tecnologías opinan que los cambios que serán necesarios para la incorporación de estos vehículos son enormes y cambiarán, definitivamente, la fisonomía de las ciudades modernas. Algo similar a lo que ocurrió entre fines del siglo XIX y principios del XX cuando los vehículos dejaron de ser traccionados por caballos.

 

Sin embargo, el entusiasmo de esta incipiente industria quedó congelado a principios de este año cuando un coche autónomo de Uber arrolló a una mujer en Estados Unidos. Como consecuencia del accidente Uber suspendió de inmediato su programa. Pero no pasaron dos meses cuando la competencia ya estaba dando señales de haber tomado la delantera. Un acuerdo entre la principal competidora de Uber en Estados Unidos, la compañía Waymo, con Jaguar Land Rover y otras subsidiarias de alta tecnología se estableció para la producción de la primera flota de coches autónomos. Las pruebas comienzan en pocos meses y se fabricarán 20.000 en 2019, informó la agencia AFP. Los bólidos sin conductor se acercan a una velocidad pasmosa.

"Va a ser más gradual de lo que creemos, pero también va a ser antes de lo que pensamos", señala Pablo Brenner, consultor y experto en nuevas tecnologías y CEO de la empresa Collokia.

"Lo que vamos a tener primero son vehículos híbridos, de hecho ya los tenemos. ¿Qué son, después de todo, los autos equipados con frenos ABS, donde el sistema de frenado está regulado por una computadora y no por un pedal?", graficó.

De hecho, en el país ya existe una buena cantidad de autos eléctricos que podrían anticipar estos modelos más sofisticados. Algunos se han incorporado a la flota de taxis montevideana. Según datos de la Intendencia de Montevideo ya circulan 24 de estos coches y se está haciendo un llamado para otras 30 licencias. También hay, al menos, un ómnibus eléctrico de la empresa Cutcsa, y la estatal UTE tiene su pequeña flota de vehículos eléctricos.

Fuera de la flota de taxis y de la empresa estatal, hay unos 40 vehículos eléctricos en manos de empresas privadas y particulares, autos y furgones, según la información manejada por el empresario Matías Fernández, importador de estas unidades en Uruguay. Fernández confirmó que él todavía no ha importado ningún coche autónomo, aunque fuentes consultadas por Domingo dijeron que ya hay cinco de estos en el país. De todos modos, para lo que sería la antesala de los vehículos sin conductor, los eléctricos todavía son una selecta minoría.

"Todavía carecemos de una red de carga accesible, como para un funcionamiento adecuado. Por eso el modelo que vendemos nosotros viene adaptado para la carga doméstica, lo podés enchufar con un yuko a un toma común. Yo, por ejemplo, dejo el mío cargando de noche cuando vuelvo a casa", dice el empresario.

Si la preparación de la infraestructura para autos eléctricos todavía parece en pañales, la necesaria para los autónomos es aún mucho más lejana. Y sin embargo, en el mundo las cosas parecen ir mucho más rápido.

Chispazos del futuro.
Para principios del año próximo la alianza entre Waymo y Jaguar daría lugar a la primera flota de autos eléctricos autónomos de lujo, el modelo I-Pace. El mismo contará con un sistema de conducción autónoma similar al que ya tiene la marca Tesla, los únicos autónomos que han ingresado al mercado en el último año.

No obstante, antes de que esta modalidad ingrese al mercado en forma masiva es probable que las grandes marcas opten por híbridos que combinen el sistema tradicional con el de conducción autónoma, como adelantó Brenner.

"Lo que aparentemente va a pasar primero es la posibilidad de que estos vehículos existan para carreteras, por ejemplo para camiones. Ya se está trabajando en la creación de vehículos, de camiones, autónomos con la idea de que los conductores los lleven en el modo manual hasta la salida de los centros urbanos o ciudades y una vez en la carretera pasen al modo automático hasta la siguiente ciudad", explica el consultor.

De hecho, la marca Tesla —creada por el magnate Elon Musk como un homenaje al físico e inventor serbio Nikola Tesla— ya está desarrollando camiones de carga con el sistema mixto.

"Es posible pensar que de estos modelos híbridos vayamos a tenerlos funcionando de aquí a tres o cinco años en Estados Unidos, Europa y algunos países de Asia, tardará un poco más en América Latina", dice Brenner.

El consultor está convencido de que a más tardar para 2030 —en apenas 12 años— estos cambios llegarán de manera indefectible para el sistema de transporte de carga y general. No hace mucho despertó la polémica con un tuit al plantear que tal vez sea un anacronismo estar planeando vías férreas para los próximos veinte años en relación con el proyecto de UPM, cuando lo más adecuado sería invertir en carreteras aptas para los vehículos eléctricos y autónomos.

"Si vamos a planear para diez a veinte años, hay que tener presente que entre tres y cinco años más vamos a tener estos vehículos en el mercado", apunta.

Los cambios también estarán visibles en la trama urbana. Serían necesarios puntos para el abordaje de vehículos, espacios destinados a la carga de baterías, probablemente las señales de tránsito y los semáforos se volverían obsoletos puesto que ya estarían incorporados al sistema de dispositivos del vehículo.

"La fisonomía de los autos cambiaría, si pensamos que por ejemplo ya no sería necesario el volante, ni que los asientos fueran mirando hacia adelante. El espacio interior de los autos podría ser más grande", señala Brenner.

Y por último, es posible que también eliminara la propiedad individual de los vehículos. "Si pensamos que un servicio de autos autónomos, un Uber digamos, te pasaría a buscar por tu casa y te dejaría en el lugar que quieras, ¿para qué querrías un coche propio?", ilustra.
Escepticismo.

Sin embargo el futuro inmediato tal vez no sea tan dorado. El accidente trágico ocurrido a principios de este año con un coche autónomo todavía es una nube negra.

"Más allá de la tecnología en sí, los fierros siempre llegan o van a llegar, seguramente con un grado de sofisticación y de programación importantes donde tratarán de prever todos los posibles inconvenientes o problemas que se les presenten al robot, ya que en este caso también funcionaría como un robot", señala por su parte a Domingo la psicóloga Esther Angeriz, especializada en robótica aplicada a la educación.

Angeriz recuerda las observaciones de la investigadora y docente costarricencese Kemly Camacho, a propósito de la llamada "brecha digital". "Lo que plantea es que lo importante es no la tecnología en sí, sino que el uso de la tecnología tenga un sentido para las personas. Que eso es lo que permite que esté al servicio de resolver problemas de las personas y, en segundo lugar, que las personas puedan apropiarse de eso", señala Angeriz.

En opinión de la especialista, desarrollos tecnológicos como estos solo serán accesibles para personas de muy alto poder adquisitivo o corporaciones, lo cual no haría más que ampliar la brecha social. "En este caso parece ser como una parcela más que se cede a las grandes empresas. No son las personas que se apropian de esta tecnología", asegura.

Visto desde otro ángulo, la propiedad individual de este tipo de vehículos podría ser tan extravagante como la de un avión de pasajeros.

De un modo u otro los cambios parecen estar a la vuelta de la esquina. A principios del siglo XX bastó con que un visionario ideara la producción en cadena para inundar de coches Ford las calles.

Gigantes sin conductor
Gigantes como Tesla, Audi, Mercedes y Volvo proponen la adopción de funciones de conducción autónoma gradualmente en los vehículos de serie. Por ejemplo, vehículos que pueden estacionar por sí mismos. Funciones más avanzadas permiten, por ejemplo, abandonar el volante del auto en condiciones muy específicas, como en embotellamientos o en una autopista, donde el automóvil puede guardar distancias, frenar o doblar. Los vehículos autónomos fueron las estrellas de la gigante Feria de Electrónicos (CES) de Las Vegas y son objeto de discusión en el Salón del Automóvil de Detroit 2018. Los taxis robot son todavía un mercado muy definido y particular que podrá ensancharse a partir de este año, de acuerdo con analistas.
La clave está en la recarga de baterías

La evolución de las baterías parece estar superando las previsiones más optimistas. Se estima que para 2020 las baterías permitirán a los vehículos eléctricos, con o sin conductor, una autonomía de 500 kilómetros y que la recarga no demandará más de veinte minutos. Actualmente, los coches eléctricos tienen una autonomía de 150 kilómetros. En Uruguay la red de recarga es aún muy precaria. Según fuentes consultadas no existen más de 10 puntos de recarga entre Colonia y Punta del Este, dos en Montevideo, uno en el Palacio de la Luz y el otro en el Aeropuerto Internacional de Carrasco. Los autónomos necesitarían una mayor dotación de carga que estos.

Transporte a la carta de forma extendida
El concepto de coche particular, el vehículo de propiedad individual, podría ir cayendo gradualmente en desuso. La primera modalidad que comenzará a funcionar será la del servicio rentado de autos autónomos, del tipo Uber o similares, y muy posiblemente sea la forma extendida. Del mismo modo, el concepto de "un coche, un ocupante" podría ser gradualmente sustituido por el vehículo compartido. En la misma línea los analistas pronostican que se imponga en forma masiva la forma de pago por uso o pago por servicio solicitado mediante el uso de distintas plataformas, vinculadas a compañías de transporte de pasajeros u otras formas de asociación.

Diario EL PAIS - Montevideo - URUGUAY - 15 abril 2018