soja agroEl déficit hídrico tiene en jaque rendimiento promedio de la soja

Agricultura. Cultivo estrella que salva los números está en aprietos en varias zonas
Mientras la falta de humedad en los suelos afecta sobre todo a la soja de primera –que es la que está en etapa de floración y necesita de mayor cantidad de agua para formar la chaucha y el llenado del grano–, algunos de los productores agrícolas del litoral del país que dialogaron con El Observador ya comenzaron a manejar como factible que no se llegue al promedio de 2.500 kg por hectárea (ha) que se alcanzó la zafra pasada.

Así lo indicó el gerente general de Calmer, Roberto Verdera. “Ojalá se pueda llegar, aunque no lo veo muy probable”, señaló. Además agregó que lo más probable es que para este año la producción esté un escalón por debajo, no del último año que fue muy bueno, sino del promedio del resto de los años.

 

La cosecha 2016/2017 tuvo registros récord de producción y generó un incremento en los volúmenes exportados de 40% con respecto al año 2016, por un monto de aproximadamente US$ 1.200 millones. Luego de la carne y la celulosa, la soja fue el tercer producto más vendido de Uruguay al exterior.

En tanto, el productor y expresidente de la Asociación Rural de Soriano, Jorge Andrés Rodríguez, indicó que cuantificar a esta altura “es muy difícil”, porque incluso la situación dentro de cada chacra es muy variable y el tipo de suelo también influye. Sin embargo, mencionó que la falta de agua está haciendo mucho efecto sobre la soja, sobre todo de primera.

“Cada día que pasa ves las plantas más deshidratadas y con más efectos que parecen ser permanentes. Lo que notamos es que realmente se está perdiendo el potencial de rendimientos y esas plantas”, señaló Rodríguez.

Además, el productor graficó que en algunas chacras se puede ver que “un 30 % ya está amarillando, están complicadas y no se van a recuperar”. Mientras otra tercera parte –aunque se la ve muy afectada–, puede tener recuperación mientras las chauchas permanezcan firmes.

Por su parte, tanto en los casos del maíz –el más sensible a la falta de agua– y el sorgo, si bien se los ve muy afectados, al definirse su rendimiento en una etapa más tardía y durante un período más largo, su capacidad de amortiguar el déficit hídrico es mayor. Algo similar ocurre con la soja de segunda, que al ser sembrada de forma más tardía, su capacidad de recuperación al florecer en febrero-marzo es mayor. El 15% de la soja cultivada es de segunda.

Una mala campaña de soja sería un golpe duro para los ajustados márgenes de la agricultura, ya que la oleaginosa es prácticamente el único cultivo que salva la plata en ese rubro.

Pocas lluvias para el norte
En un informe realizado en conjunto por parte del Instituto Uruguayo de Meteorología (Inumet) y la Universidad de la República, se esperan para el próximo trimestre de febrero-abril temperaturas por encima de lo normal y lluvias por debajo de la media al norte del Río Negro; para el resto del país sería neutral. De la publicación se desprende que si bien para el sur del Río Negro las variaciones no serán significativas, para el norte habrá menos agua. En relación a la temperatura esperada, serán más elevadas y todavía mayores para la región norte.

Según dijo a El Observador el asesor en Perspectivas Climáticas, Mario Bidegain, el lunes 19 de febrero habrá lluvias para todo el país. Concretamente para el norte –que es la zona más afectada por el déficit hídrico–podría llover hasta 50-60 milímetros, lo que implica una buena noticia. Sin embargo, febrero terminará con lluvias deficitarias para las necesidades del sector agrícola ganadero, situación que para el especialista comenzará a normalizarse a partir de marzo. En algunas zonas en el último trimestre llegó a llover 30% menos y hasta 60% menos.

Bidegain señaló que el déficit hídrico va a ir empeorando con el correr de los días y que, si no se registran lluvias importantes para después del 20 de febrero, la situación “se puede volver crítica”. l

Diario EL OBSERVADOR - Montevideo - URUGUAY - 16 febrero 2018