ranking uruguay Uruguay asciende en un ranking de resiliencia económica

La infraestructura tecnológica, buenas condiciones de acceso a la información y un positivo comportamiento de parte de la administración pública a la hora de facilitar los negocios, son las principales fortalezas que presenta Uruguay para adaptarse a los cambios. Como contracara, sus puntos débiles están en las condiciones del mercado laboral, la fiscalidad y la sostenibilidad ambiental, según un estudio elaborado por KPMG.

En función de esas y otras variables la consultora internacional difunde cada dos años el Índice de Preparación para el Cambio (CRI, por su sigla en inglés), que en su edición de 2017 fue de 0,60 punto para Uruguay, frente a 0,57 en 2015. Ello le permitió subir 11 posiciones en un ranking de 136 países y escalar al puesto 29º; de todos modos, su mejor figuración había sido en 2013 (22º).

Tal mejora en el ranking respondió especialmente a una suba en el índice que mide la capacidad de adaptación de las empresas, así como al rubro que refiere al gobierno. En cambio, Uruguay cayó varios puestos en lo concerniente a la sociedad civil.

El CRI de 2017 combinó datos de 26 preguntas primarias realizadas a 1.372 especialistas de todo el mundo —para lo cual KPMG contó con la colaboración de Oxford Economics— con un conjunto de datos secundarios compuesto por más de 125 variables.

Uruguay es una economía de ingresos altos por habitante; los 28 países que lo anteceden en el ranking son de esa misma categoría. Por primera vez Suiza encabezó la lista, desplazando a Singapur de esa posición.

Considerando la región, Uruguay solo fue superado por Chile (24°); Perú figuró en el puesto 47°, Colombia 65°, Paraguay 69º, México 71º, Argentina 76° y Brasil 79°, Ecuador 84º, Bolivia 109º y Venezuela en el 119º.

Las habilidades en términos de resiliencia de cada país están compuestas por tres pilares, conforme con la metodología utilizada por KPMG: la mejor ubicación de Uruguay corresponde al referido a la “capacidad del gobierno” (30°); respecto a la “capacidad de la sociedad civil” se ubicó en el lugar 33° y en “capacidad de adaptación de las empresas” fue 37°.

En lo relativo a la capacidad del gobierno, se destacan los subíndices sobre clima de negocios y aspectos legales.

En cuanto a la sociedad civil, sobresalen los subíndices referidos a las redes de protección social y comportamiento de la sociedad civil frente a los cambios. En el rubro relativo a la capacidad de adaptación del sector empresarial, los subíndices muestran un fuerte contraste: mientras en infraestructura tecnológica Uruguay ocupó el 4° lugar entre todos los países rankeados, en materia de relaciones laborales se ubicó en el puesto 134°, solo por encima de dos economías, Venezuela y Angola. Ese último subíndice engloba variables como las prácticas de contratación y despido, la flexibilidad a la hora de fijar salarios, y la existencia de reglas para el pago por productividad del trabajador.

Semanario BUSQUEDA - Montevideo - URUGUAY - 30 agosto 2017