La empresa de carne JBSLas empresas JBS, Weyerhaeuser y Aratirí venden sus activos en Uruguay

La empresa de carne JBS, de Brasil, una de las mayores productoras de alimentos del mundo, anunció ayer la venta de sus operaciones de carne bovina en Uruguay, Argentina y Paraguay. Se trata de la primera venta de activos tras el escándalo de corrupción que involucró al presidente brasileño, Michel Temer. La empresa compradora es la también brasileña Minerva. El acuerdo entre ambos grupos supone una transferencia de un total de 300 millones de dólares, según comunicaron ambas compañías a la bolsa de valores de San Pablo.

 

Los dueños de JBS, Joesley y Wesley Batista, habían declarado, semanas atrás, haber sobornado por casi 200 millones de dólares a más de 1.800 políticos brasileños, entre ellos Temer y los ex presidentes Luiz Inácio Lula da Silva y Dilma Rousseff. Los empresarios entregaron una grabación a la Fiscalía que evidencia que Temer estaba al tanto de la situación.

JBS utilizará los recursos obtenidos de la venta de activos para reducir su elevada deuda, que aumentará tras el acuerdo al que llegó con la Fiscalía para pagar una multa de 3.218 millones de dólares que deberán compensar, en parte, los daños provocados por sus operaciones ilegales. El escándalo de corrupción ocasionó pérdidas en valor de mercado por cerca de 1.500 millones de dólares en sólo seis sesiones bursátiles, informó la agencia de noticias Efe.

Por su parte, la empresa forestal estadounidense Weyerhaeuser venderá su negocio de madera y manufactura en Uruguay a un consorcio liderado por Timberland Investment Group (TIG), del brasileño BTG Pactual, por 402,5 millones de dólares en efectivo, anunció ayer la compañía.

La transacción incluirá 120.000 hectáreas de bosque situados en el noreste y centro-norte del país, una planta de fabricación de madera contrachapada y chapa, una instalación de cogeneración y un vivero de plántulas. La forestal espera que el intercambio se cierre antes de fin de año.

En Montevideo, en tanto, hoy se rematarán judicialmente 3.508 hectáreas de campos pertenecientes a Aratirí en los departamentos de Durazno y Florida, por la decisión de sus acreedores de ejecutar las hipotecas contraídas por la minera como garantía de préstamos que no fueron devueltos.

Un comunicado del grupo Uruguay Libre de Megaminería hace notar que los campos que fueron definidos como “improductivos” para promover la actividad minera son ahora presentados como “buenos campos ganaderos con destacada aptitud forestal”.

LA DIARIA - Montevideo   URUGUAY -  07 junio 2017