via mundialLAS CLAVES PARA INSERTARSE EN EL MUNDO
Rol de Uruguay en las cadenas de valor

Banco Mundial: hay varias limitantes que impiden la inserción en los procesos globales.

MATHÍAS DA SILVA
Uruguay tiene "mucho para ganar" a nivel comercial si se inserta en cadenas globales de valor, pero tiene varias limitaciones internas que dificultan el proceso: la falta de acuerdos comerciales y convenios bilaterales para proteger inversiones, el rezago en infraestructura vial y portuaria, estímulos públicos hacia las empresas mal enfocadas y no enseñar habilidades requeridas por el mercado.


Estas son las conclusiones del trabajo "Jugar en las grandes ligas. Participación de Uruguay en cadenas globales de valor" que realizó el Banco Mundial (BM) y será presentado en esta jornada.

El economista uruguayo Gonzalo Varela, uno de los autores del estudio, explicó a El País que "países pequeños como Uruguay y relativamente remotos, pueden insertarse dentro de procesos productivos globales sin tener que ser competitivos en todo el proceso, eligiendo una tarea en la que son productivos y ganar especialización". Subrayó que esta es la realidad del mundo comercial actual, donde "se fragmentan internacionalmente" los procesos de valor y ya no ocurre "lo de hace 20 o 30 años que uno producía un producto de principio a fin y lo vendía en los mercados internacionales".

El análisis del BM se centró en los desafíos que encuentran las firmas uruguayas para entrar en cadenas globales de valor y los obstáculos que aparecen una vez insertados para moverse hacia sectores o tareas que impliquen un mayor valor agregado. Para esto, tomaron como muestra la situación de la industria láctea y las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC).

Varela explicó las diferencias existentes entre ambos sectores: en las TIC "muchas firmas nacen globales para vender al mundo y es un ejemplo donde Uruguay ha ganado sofisticación exportadora de forma relativamente rápida; el sector lácteo es más tradicional y aunque las empresas tienen un perfil exportador están en segmentos de poco valor agregado".
Limitantes.

Analizado el comportamiento de las firmas de ambos rubros en las cadenas globales de valor, el estudio del BM identificó una serie de limitantes para la inserción de Uruguay. Uno de los problemas son "los costos de comerciar", que están atados a la poca cantidad de acuerdos comerciales que tiene el país para ingresar con preferencia en mercados externos y el rezago en el campo de la infraestructura y la logística.

Sobre esto último, Varela comentó que "cuando comparamos a Uruguay con países con estructuras productivas similares vemos que le falta en calidad de infraestructura, en particular a nivel vial y portuario, para lograr bajar los costos de comerciar de forma tal que las empresas puedan insertarse" en el mundo.

Mientras que acerca de las decisiones de política internacional, el economista señaló que "Uruguay debe integrarse más al mundo firmando acuerdos y trabajando con el Mercosur". Aunque subrayó que existen otro tipo de convenios bilaterales como de protección de inversiones, para evitar la doble tributación y de integración en comercio y servicios, donde "Uruguay puede moverse más solo" si no logra consenso con sus socios regionales.

Dichos acuerdos "son claves para las cadenas globales de valor" porque si una firma local le provee insumos a una multinacional con sede en Alemania, ésta querrá un convenio entre los países que lo proteja ante algún conflicto comercial. "Cuando vino Botnia —a instalar su primera planta de celulosa en Fray Bentos— uno de los pasos iniciales fue firmar un acuerdo bilateral de inversiones con Finlandia", ejemplificó.

El otro aspecto macro que observó como limitante el BM tiene que ver con el rol de las políticas estatales para "que las firmas logren moverse de sectores que son de bajo valor agregado o que perciben bajos precios internacionales" a otros con mayores beneficios. "Para ello se necesitan innovaciones de las empresas pero también políticas públicas que hagan fértiles esas innovaciones", sostuvo Varela.

En este sentido, se refirió al impulso de políticas transversales enfocadas en los nuevos aprendizajes que exige un mundo "donde las actividades rutinarias se van extinguiendo por la automatización". Agregó que "para llegar a sectores con más valor agregado, necesariamente se debe invertir en las habilidades y competencias" exigidas por las industrias insertadas en los procesos de valor, por ejemplo matemática e ingeniería si la apuesta es por las TIC.

El otro campo estudiado a nivel de políticas públicas reveló que los estímulos están mal enfocados.

A modo de resumen de lo observado, Varela concluyó que "si un país quiere insertarse en el mundo las firmas no lo harán solas, hay que darles un contexto para que operen, con estrategias de política comercial, buena infraestructura y logística, y además ayudar a que las empresas que son buenas crezcan y analizar si los incentivos están alineados con eso".
Políticas no estimulan a las empresas a crecer.

El Banco Mundial también observó "el escalamiento" que permite Uruguay a las empresas. "Hay dos maneras en que puede crecer la productividad de una economía: con firmas que se internacionalizan y en el proceso ganan productividad porque innovan, o por políticas públicas que ayuden a ello", explicó Varela.

Señaló que los estímulos estatales deberían lograr que "las firmas más productivas crezcan y las menos se vayan encogiendo, se reinventen o se vayan del mercado". Esto llevó a medir la calidad en la asignación de recursos a las empresas y se vio que "en Uruguay en general en el sector manufacturero existe una tendencia contraria, la asignación de recursos se da hacia firmas menos productivas".

Ante esta realidad, Varela pidió "repensar cuáles son las políticas públicas que están permitiendo que eso suceda".

Diario EL PAIS -  Montevideo -  URUGUAY -  22 marzo 2017