mejillon doradoMejillón dorado invadió el Río Uruguay

Presencia indeseable
El fondo del Río Uruguay está infestado del mejillón dorado. Llegó aquí en las aguas de lastre que derraman los buques, incumpliendo las leyes uruguayas. Ante la consulta de EL ECO, la Comisión Administradora del Río Uruguay (Caru) liberó un comunicado dando cuenta del hallazgo.

La playa estaba colmada de mejillón dorado en la boca del Arroyo Porrúa, ubicada en el kilómetro 18,04 del Río Uruguay, en el departamento de Soriano, a unos cuatro kilómetros de la playa de La Agraciada. La creciente los había sacado del fondo del río y los había depositado en la costa.

Los mejillones que estaban en la playa son una muestra de su presencia en el fondo del río. A pesar de que su presencia en nuestro ríos data de unos 15 años atrás, hace unos tres años había mermado su presencia, al menos en la zona baja del Río Uruguay. Sin embargo ahora (ver foto) este molusco ha invadido nuevamente y es muy posible que pronto lo veamos en las cañerías de toma de agua de Ose, como ocurrió en el año 2012.

Mejillón dorado
Su nombre original es Limnoperna fortunei. El mejillón dorado ingresó y se asentó en el Río de la Plata a partir del año 1991. Ésta es una especie de bivalvo oriunda de ríos y arroyos de China y del Sudeste de Asia, que se introdujo accidentalmente al Río de la Plata mediante el agua de lastre de buques transoceánicos.

Ante la denuncia realizada por EL ECO ante la Comisión Administradora del Río Urugauy (Caru), ésta investigó in situ y luego emitió un comunicado en el que expresa que “personal de la CARU realizó una recorrida en la zona de la desembocadura del Arroyo Porrúa, Departamento de Soriano, República Oriental del Uruguay, donde se pudo constatar la presencia de gran cantidad de organismos muertos (mejillón dorado), acumulados en la arena, en una extensión de la costa bastante reducida”.

En cuanto a algunos de los efectos de su presencia, la Caru señala que “las altas tasas de filtración de L. fortunei indican que la alimentación en suspensión puede reducir la biomasa de fitoplancton y suprimir las poblaciones de zooplancton, dejando fuera de competencia por el alimento disponible a las especies nativas, aumentar las tasas de sedimentación y alterar el ciclo de nutrientes. Tiene el potencial de afectar la diversidad de las comunidades nativas de moluscos (por ejemplo, puede crecer demasiado y matarlas)”.

“Los parámetros físicos y químicos medidos in situ y analizados en laboratorio no muestran ningún indicio de anomalía en relación a la calidad del agua en el momento del relevamiento”.

“En condiciones naturales, estos organismos viven sumergidos, pueden quedar expuestos por bajantes extraordinarias (más o menos prolongadas) del nivel hidrométrico y soportar ese período adverso. En este caso, quedaron expuestos y se fueron acumulando por acción de la marejada y sin posibilidad de rehidratación y, por ese motivo, mueren. No obstante, llama la atención la acumulación en la costa de éste tipo de organismos, debido a que viven formando colonias adheridas a sustratos duros, de los que no se desprenden fácilmente. Por lo que podría sospecharse de alguna acción mecánica por la que fueron removidos o que facilitó ese desprendimiento”.

La Caru en su comunicado finaliza diciendo que “con los elementos que se cuenta hasta este momento, no se puede determinar fehacientemente cuál ha sido la acción mecánica que podría haber producido el desprendimiento del sustrato de los mejillones y de qué lugar del río provienen estos organismos”.

EL ECO digital - Nueva Palmira - URUGUAY - 20 octubre 2016