panalesRechazan miel uruguaya en Alemania por contenido de glifosato

El rechazo de una partida de miel exportada a Alemania como consecuencia de la presencia de Glifosato en la miel, produjo una tensión entre la Asociación Apícola del Uruguay y las autoridades del Ministero de Ganadería Agricultura y Pesca.
Los productores señalan que no se trata de los apicultores sino del modelo productivo que es el que afecta con glifosato a todos los alimentos.
Un nuevo rechazo de la miel uruguaya en el mercado europeo como consecuencia de la presencia de residuos de glifosato en la miel que llegó a Alemania, provocó un comunicado de la Dirección de la Granja y una dura respuesta de la comisión Directiva de la Sociedad de Apicola del Uruguay. La misma, señala que el sector está en el peor momento que ha atravesado la apicultura nacional desde que se iniciara la exportación continua de miel desde la década de los sesenta.
Según los apicultores uruguayos, la Dirección General de la Granja parte de un supuesto que no tiene documentado, sobre el uso de glifosato por parte de los productores y si así lo fuese, nunca lo advirtió previamente al sector lo que, a nuestro juicio, correspondería dado que este hecho no es compatible con las prácticas de buen manejo, según señalan los apicultores que remarcan en el comunicado difundido el pasado jueves, que no son responsables de la contaminación de la miel con glifosato.

Así también lo señaló a EL ECO el apicultor coloniense Héctor Fripp, quién explicó lo que ocurre en el sector, como consecuencia del rechazo de una partida de miel exportada a Alemania, país que la rechazó por encontrar altos restos de glifosato en la miel proveniente de Uruguay, según contó “resulta que a fines de agosto en Alemania se detectaron glilfostato en las mieles uruguayas, y en la cerveza de ellos y analizaron las comidas y se dieron cuenta que las mieles tenían mucho glifosato y trancaron toda la compra de miel. La miel y la abeja es un mero indicador, es donde salta la cosa pero indica que todo lo que sea contaminado sea alto” dijo el productor conchillense.

El margen en alimentos por la OMS es de 50 microgramos por unidad, señala “y la miel uruguaya alguna supera los trescientos. América latina es el continente mas complicado y Uruguay el más.

La miel fue lo primero que saltó y resulta que aparece hasta en la leche materna, por lo tanto está afectado la carne, las verduras, todo. Se nos están cerrando los mercados” señaló.

Según el comunicado, La Sociedad Apicola del Uruguay NO APOYA el modelo agropecuario imperante en los últimos 15 años: intensivo, extensivo y sustentado en el uso agresivo de agro químicos que, progresivamente destruye las fuentes de trabajo de apicultores y empresas anexas, a través de:

a) pérdida de la diversidad de las fuentes florales de néctar y polen,

b) pérdida de productividad de las colonias de abejas por acción de los plaguicidas (mortandad de abejas de campo, mortandad de colonias de abejas y trastornos del comportamiento de las abejas), c) expulsión pasiva y activa de los apicultores y abejas de los campos que han generado su sustento durante décadas,

d) contaminación de los productos de la colmena que impiden su comercialización o deterioran su precio de venta, e) pérdida de confianza del consumidor en los productos provenientes de las colmenas, por los riesgos de residuos tóxicos para la salud humana.

La SAU solicita a las autoridades competentes e involucradas (MGAP, Facultad de Agronomía, INIA, DINAMA) que se elaboren otras estrategias de producción agrícola que permitan: erradicar el uso de glifosato y la no renovación de los registros vigentes de productos cuyo principio activo sea el glifosato, así como conservar el potencial polinizador de las colonias de abejas y otros polinizadores, y no poner en riesgo la salud humana.

Pero además, la interna agrícola es fuerte, ya que la sociedad apícola integra la Asociación Rural del Uruguay, que por supuesto, no quiere que esto se conozca públicamente ya que afectaría sus negocios de exportación de carne al exterior. Fripp asegura que “en Uruguay hay rastros de glifosato hasta en la leche materna”.

El Comunicado de la Sociedad Apícola Uruguaya
La Comisión Directiva de la SAU informa a su padrón social, a apicultores no socios, a empresas vinculadas al sector y a las autoridades competentes, que nuestra gremial NO COMPARTE el comunicado de la Dirección General de la Granja (MGAP) dirigido a los apicultores el pasado viernes 26 de agosto de 2016, en relación al eventual uso de glifosato por parte de los mismos como herbicida en sus apiarios.

Nuestra posición se fundamenta en:

1) La DiGeGra parte de un supuesto que no tiene documentado. Si así lo fuese, nunca lo advirtió previamente al sector lo que, a nuestro juicio, correspondería dado que este hecho no es compatible con las prácticas de buen manejo.

2) Quien es ajeno al sector, recibiría una información tendenciosa que responsabilizaría a los apicultores de la contaminación de la miel con glifosato. En el caso de que algunos apicultores hayan cometido este error, la cantidad de glifosato que esparcieron sería ínfima en relación a los miles de kgs. que se esparcen en los cultivos. Si las 600.000 colmenas se distribuyesen en 20.000 apiarios de 30 colmenas a razón de 1/10 de hectárea, estarían ocupando 2.000 hectáreas, mientras la soja alcanzó a ocupar 1.500.000 de hectáreas. ¿Cómo explicaría el MGAP la existencia de glifosato en mieles provenientes de montes de eucaliptos?

3) El MGAP tendría que informar, antes que a los apicultores, de la gravedad de la situación a quienes aplican glifosato, cumpliendo con la normativa vigente o abusivamente, en sus cultivos o áreas adyacentes.

4) Cuando entró en vigencia, contra nuestra voluntad, el Decreto N° 371/013 referente a la trazabilidad de los productos apícolas, manifestamos que la letra fría del decreto indicaba que la trazabilidad se iniciaba en las colmenas, responsabilizando al apicultor de una eventual contaminación de su miel con agroquímicos. El MGAP negó nuestro planteo aduciendo que la redacción del decreto de acuerdo a los abogados involucrados, implicaba que la trazabilidad se inicie en las zonas de pecoreo de las abejas, siendo también responsables los agentes vinculados a los cultivos donde se originó la contaminación. Hasta el día de hoy, el que paga las consecuencias es el apicultor afectado. Ni los responsables de los cultivos, ni la industria agroquímica, ni el MGAP, se han hechos responsables de ninguna indemnización a los apicultores afectados por pérdidas de colonias de abejas y la miel que podrían haber comercializado pero que debieron descartar por el riesgo de contener residuos. El sector apícola ha pagado de su propio bolsillo, año tras año, todas las exigencias que el MGAP le ha impuesto a la trazabilidad de la miel con el argumento de lograr una mayor

competitividad en el mercado internacional. De nada sirvió. Estamos en el peor momento que ha atravesado la apicultura nacional desde que se iniciara la exportación continua de miel desde la década de los sesenta. Llamativamente, no hemos asistido a la misma presión en cuanto a la trazabilidad de los agroquímicos y a la evaluación del impacto medio-ambiental. Las autoridades del MGAP no han comprendido aún que el pillaje activo y el pasivo por parte de las abejas, pueden diseminar a los agroquímicos a kilómetros de distancia de donde fueron aplicados, tornando cuestionable el responsabilizar a los apicultores de una mala praxis. Tampoco han comprendido que el agua disemina los agroquímicos en extensas regiones. Aunque esto no condice con el área que se cercará en la cuenca de Paso Severino, para minimizar la contaminación de las aguas de la represa.

5)Quienes decidan sobre esta problemática, tendrán que hacerlo a favor de la apicultura, de las fuentes de trabajo en manos de pequeños productores, de la conservación de la biodiversidad y un medio ambiente compatible con la salud humana o a favor de los intereses de las grandes empresas transnacionales y del ingreso al país de millones de dólares a expensas de la expoliación de nuestros recursos naturales.

Sociedad Apícola Uruguaya Comisión Directiva 1 de setiembre de 2016.
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Semanario EL ECO digital .  Nueva Palmira -  URUGUAY . 13 setiembre 2016