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Una guiñada al capital

El gobierno de Vázquez apela a la inversión de privados para ponerse a tiro con el déficit vial que arrastra el país, y lanza seis llamados PPP para reparar rutas

Martín Viggiano - twitter.com/martinviggiano
   
Consciente de que el “partido” de su gestión no se “juega” en cuánto dinero se destine a obra pública en el Presupuesto Nacional, el ministro de Transporte, Víctor Rossi, avanza en asociaciones con empresas privadas para lograr objetivos impostergables para la infraestructura vial del país. El capital privado, eso que hasta no hace mucho tiempo era una mala palabra para la izquierda, es la gran apuesta de los gobernantes del Frente Amplio en su tercer período al frente del Poder Ejecutivo para ponerse a tiro con el mal estado de las rutas y el déficit vial.

Uruguay no solo necesita nuevas rutas y caminos, sino que el empuje de la producción y la industria destruye la red en todo el país porque el uso va más rápido que la reparación y el mantenimiento. Las estadísticas oficiales del Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP) aseguran que 57% de los kilómetros de rutas nacionales está en buen estado. El resto se halla en condición mala (17%) o regular (26%).

En un escenario de crecimiento moderado, déficit fiscal desalineado y amenazas de descalabro de los principales socios comerciales, la administración de Tabaré Vázquez dará prioridad a construir de un sistema de cuidados, a la educación, a la salud y a la seguridad pública. En ese esquema, las obras de infraestructura necesarias deben encontrar fondos por fuera de la caja del Estado. “Independientemente de que haya más o menos para infraestructura, en el Presupuesto no se juega el partido”, dijo ayer Rossi ante decenas de empresarios invitados por el estudio Posadas, Posadas & Vecino con el fin de escuchar al jerarca.

“¿Acá no hay nadie que vaya a contarle a (Danilo) Astori? Si no, estoy entregado”, bromeó el ministro. Luego anunció que lanzará seis “paquetes” de licitaciones bajo el régimen de participación público privada (PPP), con el objetivo de intervenir en 1.300 kilómetros de ruta. En cinco años la inversión estimada es de US$ 650 millones. Rossi aseguró a El Observador que esas obras atenderán de forma “equilibrada” las necesidades de las rutas a lo largo de todo el país.

Para el “mientras tanto”, el gobierno desembolsará dinero del Presupuesto para atender las situaciones más urgentes, explicó el titular del MTOP. Además, el ministerio proyecta una ampliación de las licitaciones en rutas 5 y 8 con la Corporación Vial del Uruguay, una empresa privada que controla la Corporación Nacional para el Desarrollo (CND).

La exposición del ministro cayó muy bien en el auditorio empresarial. Al cerrar la charla, el socio del estudio y exministro de Economía del gobierno blanco (1990-1995), Ignacio de Posadas, agradeció la presencia de Rossi y dijo que su intervención había sido “interesante”, “concreta” e “intelectualmente muy honesta”.

En el período de José Mujica (2010-2015) se invirtió en obra vial como en ningún gobierno. En el quinquenio se superaron los US$ 1.200 millones , pero ese esfuerzo significa apenas un tercio del ritmo de crecimiento del uso de las rutas. Un indicador elaborado por el MTOP muestra que entre 2008 y 2012 la tasa de crecimiento de tránsito en la red vial nacional aumentó 49%, cuando en el mismo período la inversión en reparación fue de 15%.

Pantano
Rossi llamará en los próximos días a potenciales interesados en las licitaciones PPP en rutas, con el objetivo de ajustar los pliegos. La idea del ministro es presentar propuestas a la medida del mercado, con el objetivo de agilizar los procesos y que las obras se realicen.

A pesar de las expectativas, la ley de PPP tuvo muy poco uso desde su aprobación en 2011. Hasta el momento, solo se licitó la construcción de una cárcel y la de dos tramos de rutas, la 12 y la 24, que unen Paysandú con Fray Bentos (Río Negro) y con Nueva Palmira (Colonia). El titular del MTOP tiene claro que no le conviene “empantanarse” en una discusión parlamentaria para modificar la ley de PPP. Si bien ese extremo se podría justificar dadas las críticas recibidas ante lo complicado del instrumento, Rossi prefiere escuchar a los privados para ajustarse a sus expectativas. Según dijo ayer el ministro, quiere evitar “frustraciones”, y por eso apela al diálogo con los empresarios.

“No tenemos mucho tiempo, y lo que no arranque este año, no existe”, aseguró


Diario EL OBSERVADOR  -  Montevideo -  URUGUAY -  30 abril 2015