Ruta26aÁreas que frenan el desarrollo

El atraso en educación e infraestructura fueron señalados por el ministro de Economía, Mario Bergara, como los dos “posibles cuellos de botella” que frenan los intentos del país por avanzar hacia el desarrollo. Su acertada conclusión, en una charla que dictó en la Rural del Prado, de que “tiene que haber principalmente liderazgo político”, pareció un tirón de orejas al gobierno que integra, por no haber mostrado más ejecutividad en solucionar ambos problemas. Los escasos avances en estas áreas tienen causas diversas. Pero la responsabilidad primaria recae sobre el Poder Ejecutivo por su incapacidad para actuar con firmeza y eficacia en temas en los que se juega el futuro del país.

Pese a que el presidente Mujica, desde que asumió, planteó el mejoramiento de la educación pública como prioridad tope, poco y nada se ha avanzado en las reformas que el sistema necesita imperiosamente. Dos acuerdos multipartidarios propiciados por el presidente, que incluyeron modificaciones básicas, quedaron casi íntegramente en el papel. Se diluyeron por la incompetencia de las autoridades de la enseñanza designadas por el gobierno para enfrentar la oposición de los sindicatos docentes y para poner al día la estructura operativa del sector.

Esta situación persiste pese a los cambios dispuestos en los consejos, centrada especialmente en Secundaria. Los docentes, por otra parte, se rehúsan a que se evalúen los resultados de su trabajo, así como a otras disposiciones establecidas también en la ley de educación, aprobada bajo la administración Vázquez pero que ni el gobierno anterior ni el actual logran actualizar y poner plenamente en vigencia. Continúan en el limbo la concesión de autonomía operativa a los centros de estudios para que compitan por excelencia entre sí, la asignación de profesores de tiempo completo y otras reformas, como las contenidas en el Plan Promejora, así como el prometido aumento de las valiosas escuelas de tiempo completo, temas que todos los partidos acordaron fútilmente con el gobierno. Se le agregan las carencias edilicias que impiden el normal comienzo de las clases y, en Secundaria, las demoras en la asignación de horas a los docentes, dos puntos en los que la razón está del lado sindical.

Y en materia de infraestructura, como ya hemos señalado, es especialmente grave la inacción oficial en el tema de transporte de cargas, que hace difícil y cara la movilización de la producción de bienes de todo tipo. El sistema carretero se deteriora a pasos agigantados por el incrementado tránsito de camiones por rutas cada vez más insuficientes, tema que tal vez recién comience a paliarse dentro de algunos años con una anunciada inversión futura de US$ 550 millones por nueve empresas privadas para rehabilitar algunas rutas y mantenerlas en buen estado. Y su complemento natural, un sistema ferroviario medianamente eficiente, está estancado por burocracia estatal, promesas y anuncios oficiales que no se concretan y las resistencias del sindicato de AFE.

Bergara señaló la gravedad de la falta de capital humano, o sea, personal calificado que emerja de una moderna educación pública. Pero diagnosticar problemas no basta para solucionarlos. Se requiere aplicar con decisión el tratamiento curativo que todo el sistema político conoce pero que, hasta ahora, naufraga en una pasiva resignación oficial, pobre reemplazo de la eficiente mano ejecutiva que el país necesita

Diario EL OBSERVADOR  -  Montevideo -  URUGUAY -  16 abril 2014