TREN ALGORTAFBEsperando la carroza para las cargas

La crítica situación en el transporte de cargas puede aliviarse algo en el mediano plazo en una de sus dos caras con la anunciada rehabilitación de carreteras por inversores privados, pero se agrava en la otra con la caída libre de AFE. El ministro de Transporte y Obras Públicas, Enrique Pintado, confirmó que un consorcio de nueve empresas privadas, locales y extranjeras, pondrá a nuevo cuatro rutas que cruzan el país de este a oeste, con una inversión de US$ 550 millones. Se hará cargo además de mantener en buen estado esas carreteras durante un período de 10 años, plazo en el que recuperarán inversión y ganancias con el cobro de los peajes.

Pintado explicó que el mejoramiento de esas rutas reducirá costos de transporte al acortar distancias, evitar desvíos y ahorrar los tiempos de traslados. Estimó que la propuesta será decisiva para convertir el país en “centro de comunicación de la región” al facilitar y agilizar las conexiones terrestres entre Argentina y Brasil y el propio trasiego de bienes con nuestros vecinos. Dijo también que incidirá en el acceso al futuro puerto de aguas profundas en Rocha, emprendimiento de vasto alcance pero aún lejano, ya que depende en buena parte de que se confirme el ingreso de Aratirí para explotar yacimientos de hierro.

El anuncio del ministro es alentador pero está todavía en la etapa de planificación. Su cartera elevó el proyecto a Presidencia para su aprobación, luego de lo cual habrá un llamado a la siempre engorrosa licitación que establece nuestro sistema legal. Todo esto significa que, en el mejor de los casos, le corresponderá al próximo gobierno poner en marcha esta parcial recuperación vial, cuya finalización llevará un buen tiempo adicional. Pero se trata, al menos, de un proyecto específico y viable para combatir el peligro del apagón logístico que ronda al país por insuficiencia estructural para el transporte de su producción.

Agrava ese riesgo el declive del sistema ferroviario. El transporte de cargas por AFE viene cayendo en forma permanente desde 2008. En ese año transportó 1.400.000 toneladas, volumen que cayó casi 30% el año pasado y con la perspectiva de que este año no pase de las 800 mil toneladas. Este total retrotrae al mortecino ente ferroviario a cifras de 2002 y 2003, cuando Uruguay atravesaba su peor crisis económica. La recuperación del sistema ferroviario, que anteriores gobiernos dejaron caer por falta de visión, enfrenta obstáculos de magnitud. El agudo deterioro de las vías obliga a los viejos trenes disponibles a circular en algunos tramos a paso de hombre. Sigue perdiendo parte de su envejecido personal, cuyo sindicato impidió además un proyecto privado para rehabilitar el servicio, que estaba a punto de ser finalizado a comienzos de la administración Vázquez.

Ahora el gobierno resolvió dividir AFE en dos empresas, ambas estatales pero una bajo derecho privado, plan que no termina de despegar por desidia oficial y trabas sindicales. Y hace ya tiempo que nada se escucha sobre las reiteradas afirmaciones del presidente José Mujica de que empresas chinas revivirían un servicio ferroviario eficiente. El paso de los meses y los años sin que se concreten el mejoramiento del averiado sistema carretero y la recuperación ferroviaria conforma un sombrío cuello de botella logístico para un país en el que aumenta la producción de bienes pero no tiene cómo transportarla.

Diario EL OBSERVADOR -  Montevideo -  URUGUAY -  15 abril 2014