asesores agropecuariaLo que proponen Lacalle Pou, Martínez y Talvi para el agro

Sus asesores en agropecuaria, Ignacio Buffa, Ramón Méndez y Carlos María Uriarte, expusieron sus visiones para el próximo período de gobierno

Tras darle un mordisco a una empanada de carne, un productor le dijo a otro: “¡Ojalá hagan todo lo que prometieron!”. Otro, con una de queso en la mano, le respondió: “Si cumplen el 30% de lo que prometieron me doy por contento”. Eso sucedió minutos después de concluir la primera de las actividades que la Unión Rural de Flores (URF) programó para celebrar sus 60 años, denominada Agro y Política y que se extendió por más de dos horas.

Por Juan Samuelle, enviado a Trinidad

En el teatro Artigas de Trinidad con sus 350 butacas ocupadas y decenas de personas de pie, en la noche del jueves 1º de agosto primero expuso el economista Gabriel Oddone, de CPA Ferrere, sobre el país que estima recibirá el próximo presidente de la República. Luego lo hicieron los asesores en temas agropecuarios de los presidenciables de los partidos con mayor respaldo –Ignacio Buffa (Luis Lacalle Pou, partido Nacional); Ramón Méndez (Daniel Martínez, Frente Amplio); y Carlos María Uriarte (Ernesto Talvi, partido Colorado)–. Y en ese segmento se fueron acumulando las visiones y planes de las que hablaron esos productores, empanada en mano.

Buffa, Méndez y Uriarte fueron desafiados por la URF a responder: “¿Qué proponen Martínez, Lacalle Pou y Talvi para potenciar el sector agropecuario?”. Y hubo coincidencias y discrepancias. Lo que no hubo, según opinó Daniel Laborde, productor lechero y presidente de la cooperativa anfitriona, fueron “planes concretos”, tanto que mencionó que “es el debe que sentí”.

Explicó que con la exposición de Oddone se aportó información de primer nivel y que los principales asesores de Talvi, Martínez y Lacalle Pou se expresaron sobre temas valiosos, entre ellos los seguros agropecuarios, el cuidado medioambiental, la exportación de ganado en pie y cómo van a trabajar la competitividad.

En ese escenario, “existieron consensos, diferencias, ideas, (pero) tal vez me hubiera gustado, como productor, más planes concretos. Existen ideas, no existe algo concreto sobre esos temas”. En ese sentido, reflexionó que los cinco años de un gobierno “pasan volando” y que entre que se tiene la idea y se la lleva a la realidad capaz pasaron los cinco años “y estamos en fojas cero”, por lo que “preocupa que no existan planes realizables”.

Buffa, Méndez y Uriarte, al inicio del intercambio de sus visiones, fueron consultados sobre las principales líneas estratégicas de acción a desarrollar en los próximos cinco años para la reactivación del sector agropecuario, orientado a la exportación, que ha estado afectado por problemas de competitividad, según trasladaron los moderadores, Rosanna Dellazoppa y Nicolás Lussich.

“Apostando al sector vamos a reactivar al país”
Buffa destacó que en su fuerza política no hay “ninguna crisis de convicción” sobre que “apostando al sector vamos a reactivar al país”, que el agro dará “grandes noticias” en los próximos años y que será quien cargue “de nuevo” sobre sus hombros el desarrollo del país.

Tras explicar cómo se generara un ahorro –aludió a los ya famosos US$ 900 millones– para direccionar esfuerzos y no solo acomodar las cuentas, señaló que se priorizará bajar algunos costos claves, en especial la energía eléctrica y el combustible, lo que se enmarcará en una primera línea estratégica, la de atacar el tema de la competitividad, “con un plan” que se fue construyendo, dijo, con un equipo que Lacalle Pou creó no bien perdió la elección anterior.

Un segundo eje estratégico es aumentar la productividad. Dejó el arroz de lado, “porque somos campeones del mundo”, pero señaló que en el resto de los rubros “existen márgenes para seguir aumentando” y puso como ejemplo a la ganadería, en cuyo marco Uruguay posee un sistema de información “fantástico” que le permite saber dónde está la ganadería de los próximos 20 años, con 80% de marcación y que inverna todo a los dos años, pero también una “casi de Hernandarias”, con una institucionalidad “muy potente, que tiene recursos”, que hay que ponerla a trabajar ahí, a llevar las tecnologías. Tras mencionar que hay que evaluar los impactos de los proyectos emprendidos por el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca, enfatizó: “Tenemos las bases para aumentar la productividad, sabemos cómo y vamos a poner toda la institucionalidad a trabajar en ese sentido”.

Como tercera línea clave mencionó la necesidad de desarrollar la investigación para los desafíos incipientes, direccionando muchos esfuerzos a los temas emergentes, citando que son lo medioambiental, la inocuidad y el bienestar animal.

“No le tenemos miedo a los TLC”
Méndez mencionó que decenas de reuniones con productores, desde que hace dos años comenzó a trabajar con Daniel Martínez, permitieron comprender la preocupante situación del sector, algo “a veces difícil de comprender desde Montevideo”, y que esas charlas con “productores de a pie” permiten comprender que “hay que hacer cosas diferente”.

Indicó que, con base en el trabajo de un equipo multidisciplinario, la decisión es “levantar la mirada”, ver por ejemplo hacia el año 2050 y ver dónde están las oportunidades en un sector que “es el motor de la economía”, resaltando el derrame económico y social que genera.

Esa mirada permitió apreciar preocupaciones e impactos, como la guerra comercial entre China y Estados Unidos, con Uruguay accediendo desde un lugar muy chico y una región como el Mercosur políticamente inmadura para llevar adelante transformaciones, a un mundo mucho más cerrado, con más populismo, con olas migratorias, con mercados más cerrados, con barreras para arancelarias de todo tipo, con un cambio climático cada vez más presente, un contexto “donde lo que realmente nos hace débiles es estar vendiendo commodities”, por lo cual “el gran paso (…) “es replantearnos si realmente es el commoditie lo que tenemos que vender”, señalando como norte vender productos que se diferencien y compitan por calidad y valores, como el de la huella ambiental. Afirmó que Uruguay tiene todo para recorrer ese camino, conducente a la obtención de mejores precios.

Otro desarrollo en el que puso el foco es el relacionado con la tecnología, con la ciencia de datos, la trazabilidad y la inteligencia artificial, “una herramienta formidable”, sobre todo en manos de un país caracterizado por su seriedad, remarcando que todo eso “nos permite ser creíbles”.

El desafío es avanzar, desde la riqueza local para producir alimentos, hacia producir otro tipo de productos para insertarse en el mundo de una manera diferente.

Mencionó la necesidad de alinear la investigación con un objetivo específico de modelo de desarrollo de país y de modelo de desarrollo de sector “es fundamental”, citando la  necesidad de generar un sistema nacional de transferencia de tecnología, existiendo sí las instituciones para generar eso.

También aludió a una necesidad de reducir los costos internos y afirmó que “la regulación para nosotros es un tema central”.

Otro tema que identificó es la financiación: “Tenemos que innovar”, dijo. Mencionó que el Banco República (BROU) está saneado, con las condiciones para transformarse en un banco de desarrollo.

Habló finalmente del acceso a 130 mercados, donde hay que vender un “producto boutique”, debiéndose mejorar en la inteligencia comercial, en conocer más los mercados y competidores y las propias capacidades competitivas. En ese sentido, “no le tenemos miedo, desde la candidatura de Daniel (Martínez) a los TLC”.

Méndez cerró su exposición diciendo que “Daniel es una persona de diálogo, eso lo ha caracterizado”, resaltando la necesidad de “escucharnos” para evitar una “fractura cada vez más marcada” entre el campo y la capital, porque “hay muchas cosas para entendernos”, existiendo un camino para emprenderlo “juntos”.

Un país “agroexportador y turístico”
Uriarte, al inicio de su charla, se mostró partidario de una visión más realista que una a largo plazo, porque “el sector está sufriendo, sangrando y no admite más dilatorias”, aludiendo a las pérdidas de productores y de trabajadores rurales, en una situación “triste”. Esa realidad, cualquiera sea el gobierno, amerita medidas importantes, reflexionó, que deberían generarse desde una visión compartida, no solo dentro de un partido político.

Comentó que de Talvi le atrajo su visión del campo y el valor que le otorga a cómo se procede en Nueva Zelanda, que por eso decidió ayudarlo a cumplir su sueño.

Remarcó, en más de una oportunidad y sin desconocer el valor de acciones en la política económica, financiera y comercial, que es clave generar las condiciones para que se priorice la consolidación de un país agroexportador y turístico, “porque eso es realmente lo que somos”.

Admitió que hay “medidas grandes” que la macroeconomía precisa, lo que “derrama para abajo”,  poniendo énfasis en que los más capaces ocupen los cargos críticos en las decisiones de cosas que nos van a afectar a todos, eso es fundamental”, porque de lo contrario “no le podemos pedir peras al olmo”.

También subrayó que hay que tener “bien claro” que los ciudadanos “son los que mandan porque son los que pagan” y hay que brindarles el mejor servicio al mejor precio posible.

Uriarte destacó que el sector privado está llamado a ser un protagonista de los cambios que son necesarios, “no la puede ver de costado”, con el Estado dando el marco y controlando que las reglas sean las correctas.

“Es fundamental dar rentabilidad al sector agropecuario, para atraer inversiones, si no hacemos eso va a ser imposible que encontremos soluciones”, afirmó.

Eso pasa, indicó, por revisar los costos, que no se deben a la eficiencia o eficacia de los productores, “son cosas impuestas” mencionó. También hay que rever los subsidios cruzados, como el del gasoil, dijo.

Otro aspecto que citó entre los que hay que abordar es el financiero, con soluciones para quienes están angustiados y quieren seguir siendo productores rurales. “El Banco República, más allá de mostrarnos que gana plata, tiene que volver a ser un banco de desarrollo”, afirmó, que permita tirar obligaciones hacia adelante, tener aire y acceder a la tecnología necesaria.

También dijo que hay que repensar la institucionalidad y mencionó concretamente el caso de si el Instituto Nacional de Colonización está siendo la solución para que la gente joven acceda a la tierra y las dudas sobre el ámbito donde se debe discutir el tema de la exportación de vacunos en pie.

Otro tema que Uriarte mencionó es la  necesidad de repensar las acciones del gobierno con relación al comercial internacional, porque hay acceso a muchos mercados pero eso “cuesta un dineral”, aludiendo a limitantes “ideológicas”, señalando la necesidad de un equipo eficiente, profesional, en el que debe ser clave la participación privada, que “son los que saben”. “De nada nos sirve tener el acceso si en definitiva no podemos vender nada”, reflexionó.

Y cerró su exposición reiterando el valor de “una visión de país agroexportador y turístico”, lo que significa tener un tipo de cambio acorde y no retrasado un 20% desde hace mucho tiempo.

Queda muchísimo por hacer, dijo Uriarte, quien evidenció su deseo de poder hacerlo de un modo “consensuado y juntos”.

“No podemos salir a prometer livianamente”
Luego de las exposiciones llegó el momento de intercambio sobre diversos ejes temáticos y cuando se hablaba de las políticas de seguros Uriarte, a propósito del comentario de los productores empanada en mano y de lo que dijo el presidente de la gremial anfitriona sobre la falta de propuestas concretas, dejó una reflexión: “Nosotros no podemos salir a prometer livianamente, podemos comprometernos a ponerle el máximo pienso a las herramientas que Uruguay precisa”.

Como se señaló, luego de las exposiciones iniciales, los tres coincidieron en la necesidad de instrumentar soluciones financieras, sobre todo a largo plazo y en con el Banco República como actor relevante, también estuvieron de acuerdo en la importancia de mantener abierta la exportación en pie y consideraron otros temas, como las necesidades en la política de seguros para diversos rubros, el acceso a los mercados, los costos del agregado de valor en los diferentes rubros, la política de inversiones con el foco en lo relacionado con UPM 2, los temas medioambientales y la trascendencia del cooperativismo, todo lo cual se aprecia en la emisión que exponemos a continuación desde 01’35’00” del video.
“Uruguay depende de sí mismo”
Gabriel Oddone, a propósito de las perspectivas en el marco del inicio de un nuevo gobierno, estimó que la región no será fuente de buenas noticias a corto plazo, en el mejor escenario, será neutra, afirmó. También dijo que a corto plazo se consolidará un escenario de virtual estancamiento. Y aludió a que en el sector agropecuario “el motor está parado”.

Informó que la presión depreciatoria se modera, con dos realidades que disminuyen la presión sobre el dólar en Uruguay (interrupción del ciclo restrictivo de la política monetaria en Estados Unidos y el flujo de capital por la inversión en UPM 2) y una que la eleva, con foco en Argentina, donde pese a la calma reciente hay incertidumbre y fragilidad elevada y no se puede descartar un nuevo episodio de corrida cambiaria disparado ello por el riesgo electoral.

La variación del PIB en Uruguay la estimó en 0,6% para 2019 y en 1% para 2020, aunque en ese caso, considerando el impacto relacionado con la nueva inversión de UPM, puede ascender, pero hasta un 1,5%, estimó.

Considerando las perspectivas para 2019/2020, estableció que hay tres desafíos y el primero es reactivar la economía, dado que el contexto externo no favorecerá la expansión local, por lo que “Uruguay depende de sí mismo”.

Un segundo desafío es recuperar la sostenibilidad fiscal, mencionó. Y marcó necesidades: a corto plazo un ajuste fiscal para recomponer la credibilidad; a mediano plazo una regla fiscal con cláusulas de escape, cambios en la contabilidad pública y ajustes en el proceso presupuestal; y a largo plazo instaurar una reforma en la seguridad social para recuperar sostenibilidad.

El tercer desafío, dijo, es recomponer la competitividad. Tras marcar que Uruguay está en ese sentido un 33,1% por debajo de la realidad de Brasil, un 24,2% por debajo de la de Argentina y un 18,3% por debajo de la extra regional, mencionó dos deberes para lograr esa recomposición.

Por un lado, hay que apostar a la consistencia macroeconómica, por las siguientes vías: recuperar la política fiscal como ancla de la estabilidad macroeconómica; continuar avanzando para lograr mayor independencia del Banco Central del Uruguay en la gestión de la política monetaria; y mejorar la coordinación de políticas fiscales, monetaria y de ingresos.

Por otro lado, instó a promover más competencia y eficiencia en el sector no transable, dado que la productividad creció menos que las remuneraciones, lo que ha sido más intenso en el sector no transable, siendo la industria una excepción.

Respecto a este punto, señaló cinco acciones: mejorar los esquemas de regulación de ciertos mercados; transparentar relaciones entre el Poder Ejecutivo y los entes públicos; revisar esquemas de subsidios y transferencias; explicitar criterios de fijación de precios administrados; y promover acuerdos salariales que contemplen la evolución de la productividad y que limiten traslados a precios de aumentos de costos en sectores con escasa competencia.

Diario EL OBSERVADOR - Montevideo - URUGUAY - 03 agosto 2019