CristinaFernandez hipocritaJerarca del CENTRO DE NAVEGACIÓN calificó medidas K como "demenciales"
Puerto: sin diálogo con Argentina porque presidenta no lo permite

La percepción de los operadores marítimos locales es que la mala relación portuaria con Argentina es porque la presidenta Cristina Fernández no deja que sus funcionarios encaminen negociaciones con sus pares uruguayos.

MAXIMILIANO MONTAUTTI
Desde fines del año pasado, la Subsecretaría de Puertos y Vías Navegables tomó medidas -directas e indirectas- que perjudican la actividad del Puerto de Montevideo y la terminal coloniense de Nueva Palmira.

En entrevista con El País, el presidente del Centro de Navegación, Mario Baubeta, señaló que sobre fin de año había autoridades argentinas (aquellas que reciben presiones de los exportadores para volver a utilizar la terminal montevideana por ofrecer mejores costos y servicios) proclives a firmar un acuerdo bilateral de carga marítima provisorio mientras se avanzaba en la concreción de otro a nivel del Mercosur.

Ese acuerdo frenaría, al menos en parte, el perjuicio que sufre la terminal montevideana que no puede recibir mercadería argentina en tránsito luego de una prohibición del gobierno argentino, medida que provocó una caída en el movimiento de contenedores.

Sin embargo, avanzar en el convenio bilateral no fue posible y se diluyó ante el mandato de Fernández de seguir adelante con las restricciones. El objetivo: que las cargas argentinas se movilicen por sus puertos y no utilizar Montevideo, medida que Baubeta calificó como "demencial".

Lo que sigue a continuación es un resumen de la entrevista realizada al presidente del Centro de Navegación.

-El subsecretario de Puertos y Vías Navegables de Argentina, Horacio Tettamanti, dijo semanas atrás que las autoridades uruguayas eran conscientes de la intención de fortalecer la actividad de los puertos de su país. ¿El sector privado local estaba al tanto de esta intención?

-No nos consta, pero sabemos que esa posición ha estado arriba de la mesa desde hace muchos años. En agosto de 2010 quisieron poner un recargo para que los contenedores no vinieran a Montevideo. Lo quiso hacer Ricardo Luján, antecesor de Tettamanti.

-Entonces, era previsible que en algún momento decidieran llevar a cabo esa intención.

-Claro, pero nunca se pensó que iba a ser una medida en contra de un país, perjudicando a un país. Además, es una medida ilegítima, que viola acuerdos firmados.

-¿La salida más factible y más rápida sería la firma de un acuerdo bilateral de cargas?

-Estuve en Argentina en diciembre y autoridades que tienen que resolverle los problemas a los exportadores en ese momento querían un bilateral provisorio y seguir negociando el acuerdo Mercosur. El Mercosur establece que tiene que haber un acuerdo de tránsito marítimo único, no puede haber bilaterales. Cuando se aprueba el acuerdo Mercosur caen los bilaterales.

-¿Por qué no se avanzó en ese acuerdo bilateral si había voluntad de las dos partes?

-Porque no se abrió la negociación. Desde el 30 de septiembre la relación quedó congelada (cuando Uruguay autorizó el aumento de producción a UPM, decisión que molestó al gobierno argentino) y no se abrió hasta el 31 de enero cuando pudieron encontrarse los presidentes en Cuba. Pero allí no se pudo conversar sobre las trabas al Puerto. Entonces, este tipo de medidas hacen reaccionar. Sentís la impotencia de que un país como Argentina, una economía más grande que la nuestra, nos perjudique y beneficie a Brasil. Porque hasta ahora no se han beneficiado ellos, beneficiaron a una potencia de la región. Además, eliminar un puerto, el más próximo a su economía, es demencial.

-¿Con el panorama actual entiende que se puede encontrar una solución en el corto o el mediano plazo?

-Creo que no. Creo que no podemos bajar los brazos tampoco. No se puede claudicar porque es una medida muy grave para la economía del país, vamos a tener una afectación importante económica, puede haber pérdidas de empleo, aunque todavía no va a tener la gravedad este año que nosotros pensamos al principio. Los armadores han sido fieles a Montevideo, no cambiaron sus escalas, aunque están cargando un 40% menos que el año pasado. Pero si no se revierte esta medida puede ser que quieran reestructurar los tráficos. Eso es muy grave porque después que se pierden los tráficos se demora mucho recuperarlos. El problema de Uruguay -además de las pérdidas económicas directas que habrá este año- es que luego el comercio exterior del país se vea perjudicado por un incremento de costos en el caso que la carga tenga que salir en tránsito hacia Brasil; porque los armadores ya no opten por Montevideo y sí por llegar hasta los puertos brasileños.

-¿Ante esa posibilidad y los perjuicios que ya se sienten, ustedes como privados no pensaron en establecer contactos directos con funcionarios o autoridades del gobierno argentino?

-Lo hemos buscado por todos los medios. Conversamos y vemos posibilidades, pero evidentemente la presidenta (Cristina Fernández) no deja negociar. Acá la mayor responsabilidad es del gobierno, pero tenemos que ayudar todos. Esto es un problema muy importante para la economía del país y es responsabilidad de todos, nadie puede escapar al tema, aunque no es fácil.

-¿Se sustenta Nueva Palmira sin la llegada de mercadería paraguaya por las medidas aplicadas por Argentina?

-Creo que no. El 40% de la mercadería que maneja Nueva Palmira es carga paraguaya; es un porcentaje importante. Es una muestra que hay una política argentina proteccionista que va en contra de todos los acuerdos que se hicieron en el Mercosur.
Principales medidas portuarias

Las autoridades marítimas argentinas prohibieron que mercadería de su país llegara en tránsito al Puerto de Montevideo para luego ser embarcada hacia su destino final.

También se limitó el tamaña de los convoyes con barcazas que navegan por la hidrovía rumbo a Nueva Palmira.

Fue clausurado un embarcadero en la isla argentina La Paloma, que era utilizada por barcazas paraguayas como sitio de amarre, a la espera de tener lugar de atraque en la terminal coloniense.

La Prefectura Naval dispuso que todos los convoyes con barcazas que utilicen los amarraderos argentinos (como el caso de los paraguayos) deben formalizar la entrada o salida en el país. Eso provoca un sobrecosto a los propietarios de la mercadería en tránsito.
Infraestructura no acompañó el crecimiento de la actividad

- A pesar de las medidas recientes de Argentina, el Puerto de Montevideo ha mostrado un crecimiento importante de actividad en los últimos años. ¿La Administración Nacional de Puertos (ANP) acompañó ese crecimiento con inversión en infraestructura?

-No, en todos los estudios que se han hecho por consultoras, por unanimidad se dijo que hay un déficit de infraestructura. No se acompasó el crecimiento. Se trabajó bien en la parte de dragado, pero no en materia de muelles públicos. Desde 2008 hubo una congestión importante que no aflojó hasta ahora.

- ¿No se aprovechó la bonanza económica que hubo en el país para hacerlo?

- Creo que toda la expansión del Puerto se planificó en el período 2000 - 2005. Todas las obras que se están realizando ahora son anuncios de aquella época. En 2004 se anunció el muelle C, por ejemplo. Ya estaba el proyecto con financiación del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), pero se comenzó a ejecutar en 2012 y se va a terminar este año. El tema es que la burocracia para poder ejecutar los proyectos es muy fuerte. Hay muchos organismos que intervienen. Están las licitaciones, las impugnaciones. Acá es muy fácil impugnar, contratás un abogado, presentás un recurso y paralizas el avance de la licitación. Todo lleva tiempo.

- ¿Resiste el puerto ese crecimiento de la operativa tal cuál ésta en este momento?

-Creo que con el muelle C va a haber un alivio, además empezó la construcción de la terminal granelera de Obrinel. Eso también va a descongestionar la parte de graneles. Algo que está faltando, que también viene desde el año 2000 es el puerto pesquero de Capurro, para descongestionar un poco la pesca nacional y tener otros muelles para la pesca extranjera.

Diario EL PAIS  -  Montevideo -  URUGUAY - 20 abril 2014