ladrilleras mexicoLadrilleras, un problema de contaminación

Ladrilleros tienen 14 años esperando las soluciones ofrecidas por el gobierno para terminar con la contaminación

Hugo Laussín
Enclavadas entre calles de terracería, con un humo picante que se eleva de casi cualquier parte a donde se mire, con montones de basura de los más diversos orígenes esperando ser quemados, trabajan los ladrilleros de las Terceras, en plena capital potosina.
 
Diariamente, a toda hora y desde cualquier punto elevado de la ciudad, en el horizonte se puede apreciar el número elevado de columnas de humo que en dicha zona se producen.
 
Con el paso de las horas, las columnas se vuelven una nata espesa que para el mediodía, ya cubre la zona norte de la ciudad sin que hasta el momento, se vean disminuidas a pesar de los señalamientos oficiales de que se trabaja mano a mano con los ladrilleros para subsanar la contaminación.
 
Partes de electrónicos, principalmente cuerpos de computadoras, plásticos en todas sus presentaciones, madera, aserrín, estiércol, aceite, muebles, ropa, y muchas, muchas llantas, son los principales ingredientes para elevar la temperatura que requieren los artesanales hornos de hasta cuatro metros de profundidad y una altura de hasta cinco metros.
 
Tierras y arcillas de diferentes calidades son pisadas en una mezcla de agua y vegetal hasta poder convertirse en una mezcla moldeable que a mano, se pone en moldes, se corta y se deja secar al sol para después ser introducidos en los hornos para finalmente sacar ladrillo con la calidad adecuada para construcción.
 
Los vecinos de las ladrilleras viven y sobreviven a esta actividad con cierta resignación, a final de cuentas, la mayoría de los habitantes de la zona llegó mucho después de los ladrilleros que por más de un lustro se han asentado en la zona.
 
Antes de la llegada de más pobladores, el corte de madera de la zona proveía la mayoría del combustible usado en la actividad, sin embargo la tala inmoderada y la llegada de más personas dejó al lugar prácticamente sin combustible, por lo que la basura fue la inmediata respuesta a la necesidad, generando el conflicto actual.
 
Con 52 años dedicado a la producción de ladrillo, Juan Gutiérrez Ramírez, líder de una cooperativa de ladrilleros, reconoce a quemarropa que sabe que el negocio contamina, sin embargo, culpa en gran medida a las autoridades y al crecimiento desordenado de la ciudad de las grandes afectaciones que causan al quemar combustibles de las más diversas índoles que contaminan la totalidad de la mancha urbana potosina.
 
Con una vida dedicada al ramo, Juan Gutiérrez señala que diariamente se enfrentan a dificultades siendo las más graves el mercado fluctuante al que se enfrentan a la hora de producir y vender, a los coyotes (revendedores) y a la evidente falta de interés y seriedad de las autoridades de lograr un acuerdo que permita seguir su labor sin afectar igual de gravemente a la población.
 
- ¿Cuáles son las dificultades a las que se enfrentan cada día?
 
- “El mercado es una, la contaminación que tenemos años de estar colaborando mucho para contaminar, causamos malestar a la gente porque, tienen toda la razón, contaminamos mucho, pero la causa es que tenemos batallando 14 años con las autoridades sobre que nos quieren reubicar, pero ya pasaron dos sexenios, vamos por el tercero y estamos donde empezamos. Han hecho dos pruebas de hornos pero no han servido para nada y a ese paso de la burocracia, pues no”, lamentó.
 
- ¿Le falta un poquito de entendimiento a las autoridades sobre su trabajo y sobre lo que realmente tienen que hacer?
 
- “Yo creo que sí entienden la situación, pero como somos de la clase más baja, los revolcados, no hay atención, yo más bien diría que falta voluntad política, voluntad de servir a las gentes marginadas, porque se ve que hacen muchas obras de relumbrón para las gentes pudientes, y acá abajo somos colonias de la periferia y entonces como que no quieren ver la realidad, pero ahí está, es un hecho irrefutable”, consideró.
 
Destacó que ellos jamás han negado en ningún momento que contaminan, pero señalan que las autoridades como la Secretaría de Ecología y Gestión Ambiental (Segam), Gobierno del Estado y el Ayuntamiento de la capital tienen muchos planes y proyectos, pero solamente en papel, y mientras ello sucede, la mancha urbana sigue creciendo dejándolos encerrados en ella y por ende, contaminando a los vecinos que llegan a la zona.
 
- ¿Cuántas familias viven de la producción de ladrillo en ésta área?
 
- “Directamente jefes de familia hay como unos 600, si le hecha números es un promedio, por aquí se es de familia abundante, cinco en promedio, multiplíquele y verá que saca un número grande, más los vecinos que afectamos con el humo, sí, es una multitud los que nos mantenemos de esta fuente de trabajo”.
 
Las situaciones son adversas en ratos, por el clima y todo eso pero bueno, son los gajes del oficio
 
- ¿Qué es lo que utilizan como combustible generalmente?
 
- “Bueno según la ley ecológica dice que podemos quemar nada más madera, residuo de madera llámese aserrín, desperdicio, todo eso, entonces es una ley muy estrecha porque es lo que menos contamina y entonces los combustibles que todos usamos son contaminantes”.
 
“La pregunta que siempre le hago a la autoridad es ¿y dónde está el desperdicio de madera? En el sexenio anterior nos prometieron 20 toneladas de aserrín por semana. No llegó ni un kilo ni va a llegar, estoy seguro de eso, entonces no hay interés de apoyar a este ambiente de los ladrilleros”.
 
“Aquí cae de todo, llega basura de la zona industrial, llega desperdicio, aquí cae todo lo que arde, de tal manera que sí contaminamos pero yo sigo preguntando ¿dónde está el combustible permitido por la ley? Que nos digan dónde esta y lo compramos, ya veremos cómo nos acomodamos”, dijo.
 
“Nosotros por lo fácil, lo económico, la carencia de recursos, pues quemamos lo que hay… Estoy bien consciente de que es una irresponsabilidad como ciudadano, pero no hay de otra”, destacó.
 
“Nosotros estamos en un mercado que fluctúa, estamos bajo la ley de la oferta y la demanda, entonces hay épocas que le cae un centavillo a uno y épocas en las que salimos casi a mano”, finalizó.

Plano Informativo - San Luis Potosí - MEXICO - 18 abril 2016