buque encallado MartinGarciaUn buque encalló en Martín García y obstruye la navegación

Tocó fondo. La embarcación chocó contra la piedra y hace agua desde el viernes
    La embarcación mide 200 metros de largo y 30 de ancho
La navegación por el canal Martín García está obstruida desde el pasado viernes tras la varadura de un buque cementero que golpeó contra el fondo del río y sufrió una avería por la que está haciendo agua.
Diego Molinelli
La embarcación Saga Falcon, de 200 metros de eslora (largo) y 32 metros de manga (ancho) con una carga de cemento se encuentra encallada en el kilómetro 86,1 del Río de la Plata.

Hasta anoche, los trabajos para destrabar al buque de su ubicación actual –en la zona de Pozos del San Juan– estaban a cargo de las autoridades argentinas, ya que se encuentra en aguas jurisdiccionales de ese país.

El jefe de prensa de la Armada Nacional, Gastón Jaunsolo, confirmó a El Observador el estado de la embarcación y dijo que, si bien está haciendo agua, no corre peligro de hundimiento.

“El barco varó en Martín García y se hizo un orificio en el casco, sin peligro de hundirse, ya que tiene bombas de achique que hacen que la entrada de agua esté controlada”, dijo el vocero, quien agregó que “en este momento (anoche) el canal se encuentra bloqueado a la navegación de buques de calado mayor a siete metros (21 pies)”.

Según Jaunsolo, las embarcaciones de menos de 7 metros pueden navegar hasta por fuera de los límites del canal.

Acerca de las causas de la varadura, Jaunsolo explicó que no podía asegurarlas, ya que los trabajos están a cargo de Argentina. “No sabemos si el barco tuvo algún desperfecto que lo obligó a irse hacia allí, si es porque no estaba el canal dragado específicamente a esa profundidad o en ese lugar específico no hay esa profundidad”.

El canal debería tener una profundidad de 32 pies, pero desde hace tiempo existen reclamos de parte de los armadores y del sector privado portuario por la falta de mantenimiento.

La Comisión Administradora del Río de la Plata (CARP) es la responsable de estos trabajos y por falta de acuerdo entre Uruguay y Argentina no hubo mantenimiento en el primer semestre del año.

Ayer, en el Consejo de Ministros, el prosecretario de la Presidencia, Diego Cánepa, manifestó que el ministro de Relaciones Exteriores, Luis Almagro, había informado sobre un conjunto de medidas que planteó Argentina para que ambos países profundicen el canal Martín García y se llegue a 34 pies.

Sin embargo, en agosto, Almagro dijo a El Observador que el canal se encontraba “mejor que antes” y que ya se había “encaminado la solución”.

“Durante este tiempo lo hemos manejado con la suficiente capacidad como para que no hubiera ningún problema”, agregó en ese entonces (El Observador del lunes 11 de agosto, página 20).

Ese mismo día, El Observador informó que un buque debió navegar a dos nudos por tocar fondo en el canal y, una semana antes, dio cuenta del demoronamiento de los veriles (bordes), de la pérdida de 30 metros de solera (ancho) y de dos pies de profundidad.

Esperan la marea
El vocero de la Armada indicó que para sacar el buque, que “quedó atravesado en el canal”, se está esperando el cambio de los vientos y la subida de la marea. Además, agregó que se está trabajando para tapar el orificio que se produjo en la parte inferior de la proa y llevando adelante una operativa para trasvasar carga a otra embarcación.

Jaunsolo consideró que dentro de las próximas 48 horas el barco ya quedaría liberado.

Mientras, el buque está siendo asistido por remolcadores y la navegación continuará restringida hasta tanto no se pueda garantizar la seguridad de esta. l

Operadores privados reclaman a la CARP
El sector privado asiste a este nuevo inconveniente en el canal Martín García con absoluta preocupación. Fuentes del Centro de Navegación dijeron a El Observador que con estos episodios se está afectando la competitividad del sector portuario uruguayo y aseguraron que seguirán en contacto con las autoridades de la Comisión Administradora del Río de la Plata (CARP) para encontrar una solución definitiva.

La incertidumbre es, concretamente, con el diseño del canal y la pérdida de ancho y profundidad, lo que hace la navegación más insegura y menos rentable, ya que los buques deberían salir con menos calado, es decir, con menos carga en sus bodegas. Esto varía la ecuación de costos, lo que deriva en un castigo a la carga.

En un momento que la región lucha por la captación de mercaderías y de escalas de grandes buques, situaciones como las del Saga Falcon es un desaliento para los armadores, que se ven empujados hacia los puertos argentinos, afirman desde el Centro de Navegación.

En ese sentido, cabe consignar que si Uruguay no asegura a los armadores las condiciones de seguridad necesarias, Nueva Palmira puede ser declarado puerto sucio, lo que complicaría la llegada de las distintas líneas navieras.

Diario EL OBSERVADOR -  Montevideo -  URUGUAY - 30 octubre 2014