incendio amazonaEl fuego se lleva gran parte del pulmón verde del planeta

Las llamas son el instrumento de colonos y ganaderos para limpiar el terreno en la Amazonia después de la deforestación y así utilizarlo para la ganadería

El mundo se ha hecho eco de los incendios que azotan Brasil desde hace más de 10 días. Las áreas selváticas del país arden en llamas, entre ellas grandes porciones de la Amazonia y del Pantanal.

Entre enero y las tres primeras semanas de agosto se registraron 72.497 focos de incendio, el mayor número para el período en los últimos siete años.

Según informó en un comunicado la organización no gubernamental Instituto de Pesquisa Ambiental de la Amazonia (Ipam) el fuego es normalmente usado por colonos y ganaderos para limpiar el terreno después de la deforestación y así utilizarlo para la ganadería.

"El número de focos de calor registrado en la Amazonia ya es en un 60 % superior al de los últimos tres años y ese pico tiene relación con la deforestación y no con una sequía más fuerte como podría suponerse", denunció la organización. "Si la sequía no explica los actuales incendios, la retomada de la deforestación de la selva sí lo hace. El fuego es normalmente usado para limpiar el terreno después de la deforestación", agregó el Ipam en su comunicado.

De acuerdo con la organización, los incendios provocados por agricultores y criadores de ganado pueden salirse de control.

Cifras fuera de control
Según los cálculos del estatal Instituto Nacional de Pesquisas Espaciales (INPE), de los focos de incendio registrados hasta el 18 de agosto, 38.228, es decir el 52,5 %, fueron detectados en estados de la Amazonia, la mayor selva tropical del mundo, según datos oficiales.

El número de focos de fuego en lo que va de este año es en un 83 % superior al del mismo período de 2018, según los datos del INPE, que contabiliza los incendios con la ayuda de imágenes de satélite.

El estado brasilero más afectado, con 13.641 focos, es el de Mato Grosso, que se extiende por gran parte de la Amazonia.

Consencuencias
La extensión de los incendios en la región ha obligado a algunos estados amazónicos, como Amazonas y Acre, a declarar situación de emergencia o alerta ambiental debido a que la humareda multiplica las enfermedades respiratorias y afecta, incluso, al tránsito aéreo.

El lunes, parte de los estados de Mato Grosso do Sul y Paraná, así como Sao Paulo, la mayor ciudad del país, fueron afectados por la extensión de una intensa humareda procedente de los incendios y que prácticamente acortó el día debido al oscurecimiento prematuro.

De acuerdo con el INPE, los focos de incendio tan solo en la última semana han afectado 68 áreas protegidas por ser reservas ambientales o indígenas principalmente en la Amazonia.

El Parque Nacional de la Chapada dos Guimaraes, en Mato Grosso, ya perdió el 12 % de su vegetación, mientras que la cobertura vegetal en la Reserva Indígena Parque do Araguaia, igualmente en el estado amazónico de Tocantins, ha sido diezmada por el fuego.

El presidente en la discordia
La divulgación del fuerte aumento de los incendios en la Amazonia y de su posible relación con la deforestación promovida por hacendados se produce en momentos en que Brasil es blanco de críticas por las políticas medioambientales flexibles del actual presidente brasileño, el ultraderechista Jair Bolsonaro.

De acuerdo con un informe del Instituto del Hombre y el Medio Ambiente de la Amazonia (Imazon), que desde hace 28 años estudia la región, la tasa de deforestación en la selva brasileña creció un 66 % en julio pasado, aunque ese porcentaje llega al 278 % según las proyecciones del INPE.

El aumento de tala de árboles en el pulmón verde del planeta ha llevado a Noruega y Alemania a suspender partidas destinadas al Fondo Amazonia, dedicado a la protección ambiental en Brasil y del que ambos países son los principales patrocinadores.

Tras las críticas recibidas, Bolsonaro insistió en defender la "soberanía" de Brasil sobre la Amazonia, mandó a la canciller Ángela Merkel a usar los fondos para "reforestar Alemania" y reprochó a Noruega por "matar ballenas" y "extraer petróleo del Polo Norte".

El mandatario insinuó que las ONG podrían haber provocado los incendios que afectan a la Amazonia y otras regiones de Brasil para "llamar la atención" contra su gobierno por haberles suspendido recursos.

"Puede estar habiendo, sí, puede, no lo estoy afirmando, una acción criminal de esos 'oenegeros' para llamar la atención contra mi persona, contra el gobierno de Brasil. Esa es la guerra que estamos enfrentando", afirmó Bolsonaro a periodistas a la salida de su residencia oficial en Brasilia.

El mandatario no explicó en qué basaba sus sospechas, pero aseguró que esas organizaciones, que según él representan intereses extranjeros, "están sintiendo la falta de dinero", después de que el gobierno suspendiera recursos que les eran asignados.

"Sacamos dinero de las ONG. De las transferencias de fuera (para la protección de la Amazonia), el 40% iba para ONG. No tienen más. Acabamos también con las transferencias de órganos públicos (a las ONG)", dijo.

"El fuego se prendió, parece, en lugares estratégicos (...) Ni ustedes tendrían condiciones de filmar todos los lugares donde hay fuego y mandarlas para fuera. Por lo que todo indica, fueron allí para filmar y prender fuego. Eso es lo que siento", agregó.

También apuntó contra gobernadores "que tienen connivencia con lo que está sucediendo y le echan la culpa al gobierno federal".

Sus declaraciones se producen al margen de la Semana del Clima, organizada en Salvador (nordeste) por la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, con la participación de especialistas para discutir acciones climáticas en la región.

Brasil, bajo la dirección de Bolsonaro, desistió de albergar la Conferencia del Clima de las Naciones Unidas (COP25), que ahora tendrá lugar en diciembre en Chile.

Desde que llegó al poder, el pasado 1 de enero, el jefe de Estado brasileño ha propuesto un giro radical en política medioambiental, que pasa por la defensa de la explotación de la selva tropical, la legalización de la minería en las reservas indígenas y la reducción de la fiscalización en áreas protegidas.

Diario EL OBSERVADOR - Montevideo - URUGUAY - 22 agosto 2019