forestal argentinaAños de buena madera

Un 15 de abril de 1946 y por iniciativa del Ing. Carlos Flinta, un grupo de destacados técnicos forestales fundaba formalmente la Asociación Forestal Argentina -AFoA-. La entidad celebró ahora su septuagésimo tercer aniversario con una representación nacional única. Posicionada como el más claro referente forestal en Argentina, AFoA ha aceptado su compromiso de liderar en todo el territorio nacional la protección y gestión sostenible de los bosques nativos y la expansión de las plantaciones forestales y su uso industrial, difundiendo el fundamental rol económico, social y ambiental que cumplen los bosques.

La Argentina tiene hoy un stock de 1,3 millones de ha. de plantaciones forestales, principalmente de pino, eucalipto y salicáceas. Más del 40% de estas plantaciones se encuentran certificadas por sellos de gestión sostenibles y proveen de materia prima al 95% de las industrias de base forestal del país, que incluyen más de 2.700 pymes, generando empleo directo a 100.000 personas.

Con las condiciones ideales, el país podría captar 3.000 millones de dólares en inversiones, triplicar sus exportaciones y revertir el déficit comercial.

El 2018 fue muy intenso en cuanto a actividades y novedades que movilizaron y movilizan a toda la industria. Desde la puesta en marcha de la Mesas de Competitividad Foresto-Industrial que impulsa el Gobierno nacional, se han planteado las grandes y particulares necesidades de la foresto industria y de cada eslabón de la cadena productiva. Temas como la logística, puertos, aduanas, bosques nativos, bioenergía, construcción con madera, industria de la madera y mueble, y de celulosa y papel, han sido tratados durante todo el año con el fin de enfocar los aspectos clave en cada caso para abordar las posibles mejoras que apunten a la recuperación de la competitividad sistémica.

Fue también el año de la presentación oficial de la Plataforma ForestAR 2030, que dentro de sus principales objetivos tiene la misión de alcanzar las 2 millones de hectáreas forestadas en 2030. AFoA expresó oficialmente su satisfacción por este hecho que "promoverá el desarrollo sustentable, por medio de la promoción de los bosques cultivados y la gestión sostenible de los bosques nativos. Los bosques además de contribuir al empleo y bienestar a múltiples economías regionales, son una poderosa herramienta para combatir el cambio climático" afirmaba oportunamente Osvaldo Vassallo, presidente de AFoA.

Se presentó asimismo el acuerdo de índole público-privado "Seguro Verde". Este convenio crea un fondo para promover la forestación y favorecer el enriquecimiento del bosque nativo con el objetivo de pasar de 1,3 millones de ha. a 2 millones de plantaciones forestales en 2030.

Las 12 empresas que se han adherido al Seguro Verde destinan un 1% del valor de cada póliza de automotores, motos y camiones de carga, a la Ley de Promoción Forestal (N» 25.080 prorrogada por Ley 27.487) y entre sus objetivos están fomentar la plantación de árboles con el fin de mitigar el cambio climático y favorecer el desarrollo económico y social, con la posibilidad de recibir inversiones, generar valor agregado y crear empleo sustentable. Este acuerdo permite reducir la huella de carbono del parque automotor, permitiendo la mitigación de los gases que emiten los vehículos.

La forestación es considerada la herramienta más adecuada para absorber los gases que provocan el calentamiento global y tanto su expansión como el uso de la madera en reemplazo de combustibles y materiales no renovables es promovido por las Naciones Unidas, FAO y ONGs ambientales como una estrategia de mitigación y para lograr productos para un mundo más sostenible. Llegar a 2 millones de ha. en 2030 implica incorporar unas 62.000 ha. de patrimonio forestal adicional por año. Se estima que esto permitirá absorber alrededor de 15,6 millones tn de CO2 equivalente. Para poner la contribución en perspectiva, la absorción anual de CO2 de ese incremento forestal permite compensar el consumo anual de electricidad de alrededor de 1,5 millones de viviendas o el uso anual de 564.000 vehículos.

El 2018 cerró con una de las noticias más esperadas por toda la industria forestal nacional, la prórroga y modificación de la Ley 25.080 de Inversiones para Bosques Cultivados por 10 años más, dando continuidad a la promoción forestal y de la industria asociada.

"Desde la Asociación Forestal Argentina destacamos el ejemplar proceso de discusión del proyecto de prórroga y modificación de la Ley 25.080 coordinado por la Secretaría de Gobierno de Agroindustria, que culminó con un apoyo amplio para su aprobación por parte de todas las fuerzas políticas, tanto en la Cámara de Diputados como de Senadores", dice Osvaldo Vassallo.

"Con esta norma se comienza a vislumbrar una nueva Argentina Forestal, que genera materia prima sostenible para alimentar industrias y sectores estratégicos como las energías renovables, la construcción de viviendas, por ejemplo, para contribuir a superar el déficit habitacional argentino, la celulosa y el papel (el país tiene un déficit comercial de unos 1.000 millones de dólares al año) y la industria textil, entre otros rubros", menciona el directivo.

El país tiene actualmente un patrimonio de 1,3 millones de ha., y el mantenimiento de la promoción es una herramienta imprescindible para lograr los 2 millones de ha. en 2030 y alcanzar los objetivos asumidos por el Gobierno en el Acuerdo de París como aporte para la mitigación del cambio climático.

"Este sector es el Vaca Muerta de la nueva industria verde, con las condiciones de seguridad jurídica y estabilidad macroeconómica necesarias se podrían captar inversiones por al menos 3.000 millones de dólares y triplicar las exportaciones del país en poco más de 10 años" explican desde la asociación.

INDUSTRIA NACIONAL

La foresto-industria es una cadena de valor que tiene un efecto multiplicador desde la semilla, la plantación, resina y todos sus derivados, manejo forestal, cosecha de rollos, destino de rollos finos para celulosa y papel y de rollos para madera aserrable, aprovechamiento de desperdicio como chip y viruta para generación de energía renovable, maderas y molduras con destino para la construcción, y viviendas con madera y muebles, entre otros usos.

En el caso específico de la construcción con madera, la Argentina cuenta con un gran potencial para colaborar en la reducción del déficit habitacional debido a su velocidad de respuesta, la capacidad disponible del recurso forestal y el procesamiento industrial, que permite dinamizar el empleo y las economías regionales, agregando valor a la materia prima proveniente de bosques cultivados como también por los claros beneficios ambientales, económicos y constructivos de los sistemas utilizados.

La madera es un material renovable, reciclable y carbono neutro. Esto contribuye a la mitigación del cambio climático y del calentamiento global, siendo el material de menor demanda energética para su fabricación. Debido a su capacidad aislante superior a cualquier material de uso tradicional en el país, promueve un bajo consumo energético que implica ahorro para el usuario y la sociedad, en un contexto energético deficitario.

La foresto industria representa en Argentina: 1,3 millones de ha de bosques implantados; Exportaciones por 550 millones de dólares; 100 mil empleos directos; 7000 Pymes de distinto nivel de transformación de la madera.

HISTORIA MADERERA

En 1948 se sanciona la ley 13.273 de "defensa de nuestra riqueza forestal", impulsada por la AFoA. Dentro de aquel nuevo marco jurídico, se crea la Comisión Nacional de Bosques. La propia ley designó a AFoA entre los representantes del sector privado. La entidad desplegó una intensa labor en la CNB, ejerciendo su presidencia en muchas ocasiones.

Cambiaron los escenarios, pero no la voluntad de progreso en el sector forestal, en actitud constructiva con los funcionarios de turno, a veces encontrando interés y comprensión, otras no tanto, pero siempre se priorizó el diálogo sobre la confrontación.

El siglo XX se despidió con el logro de la Ley 25.080, de promoción de inversiones para bosques cultivados, fruto del esfuerzo conjunto de autoridades nacionales y el sector privado, donde AFoA tuvo un rol relevante. Con avances y retrocesos, la ley permitió ampliar el área forestada y fue modificada y prorrogada hasta 2029 por la Ley 27.487. Otro hito es la promulgación de la Ley 26.331 -llamada Ley de Presupuestos Mínimos para la Conservación de los Bosques Nativos- en 2007 y se ha participado tanto en las discusiones previas a su tratamiento parlamentario conjuntamente con otras ONGs interesadas, como en los procesos necesarios para lograr las Leyes de Ordenamiento Territorial de Bosques en las provincias, el cual se sigue desarrollando actualmente.

Un hecho importante consistió en impulsar la actual metodología para el cálculo de costos de forestación para diferentes zonas del país y situaciones de cultivo, debatida con amplia participación y aprobada en el seno de la CNB. A fines de 1988, dentro de la marcada evolución sectorial con la presencia de empresas sosteniendo las acciones institucionales, se realizó en Buenos Aires el "Primer Encuentro Forestal y Foresto Industrial Argentino", evento que se repite anualmente y se ha convertido en un tradicional espacio donde se realiza un balance de lo actuado durante el año a nivel institucional, congregando a los principales integrantes del sector privado y público. Siguieron jornadas, talleres y seminarios, con amplia repercusión y en 1993, luego de ocho años sin que se celebre un congreso forestal nacional, la entidad asumió el rol organizativo y convoca al Congreso Forestal Argentino y Latinoamericano, en Paraná, Entre Ríos, que cuenta con amplia participación de técnicos locales y que suma el aporte de colegas de otros países de América.

En el mismo se acuñó el concepto de "ambientalismo productivo", creando un nuevo paradigma de coexistencia entre bosques nativos y cultivados, asumiendo un firme compromiso con la sustentabilidad. Al Congreso de Paraná, que abrió un nuevo rumbo, le sigue el segundo en Posadas (1997), las exitosas jornadas de Silvoargentina (2000 y 2001), el tercer Congreso en Corrientes (2005), con más de 1000 asistentes y finalmente en 2013 se organizó el cuarto Congreso Forestal Argentino y Latinoamericano en la ciudad de Puerto Iguazú, Misiones, con una concurrencia de 1200 participantes de la comunidad forestal nacional y de países vecinos. En 2009 Argentina fue sede del XIII Congreso Forestal Mundial. En ese relevante foro, máximo encuentro de la ciencia y la inteligencia forestal, con cerca de 7.000 participantes, la asociación volvió a ser protagonista y portavoz del sector forestal privado. AFoA fue importante para consolidar las herramientas hacia la Certificación de la gestión sostenible de los bosques, que brinda una herramienta imprescindible a los productores forestales para incorporar buenas prácticas en lo económico, ambiental y social, y la llave imprescindible para la entrada a los mercados internacionales.

Se constituyó legalmente la Asociación para la Administración del Sistema de Certificación Forestal Argentino (CERFOAR), logrando la homologación con PEFC (Programa de Reconocimiento de Sistemas de Certificación Forestal Europeo), dando al sector una alternativa de certificación por gestión sostenible adaptada localmente y al país la primera eco-etiqueta argentina con reconocimiento internacional. Por otro lado contribuyó también para que Argentina regrese al mapa de FSC en el mundo. La Iniciativa Nacional FSC Argentina volvió a ser reconocida por FSC Internacional.

Se continúa además consolidando la sostenibilidad social, mejorando las oportunidades de capacitación y condiciones laborales en el sector forestal y de la madera. AFoA, junto con UATRE, USIMRA, FAIMA, RITIM y el Sistema Federal de Manejo de Fuego han demostrado que el diálogo social es un camino posible para atender el factor más importante del sector: sus trabajadores. El programa de Certificación de Competencias laborales y formación continua, ha promovido la evaluación y capacitación de los trabajadores vinculados al sector, mejorando la empleabilidad y seguridad laboral. Con alrededor de 7.000 trabajadores evaluados y certificados, el sector forestal puede mostrar la caída de la tasa de siniestralidad laboral.

Las Delegaciones Regionales mantienen una actividad intensa. Misiones, Corrientes, Río Uruguay, Delta y Patagonia Norte participan activamente en la vida institucional de sus áreas de influencia. En los últimos años se han sumado gran cantidad de socios que comparten esa visión, una prueba de ello es la creación de la categoría Socios Adherentes a la cual se incorporaron a la entidad proveedores de servicios forestales. Todavía falta mucho camino por recorrer. Los desafíos globales generan nuevas responsabilidades.

El mundo requiere de un sector forestal dinámico, innovador, que aporte materia prima renovable y reciclable, y que colabore no solo con la generación de empleos de calidad, sino además, con la mitigación del cambio climático. Argentina tiene un gran potencial forestal para convertirse en un vector de desarrollo económico, social y ambiental sostenible nacional aportando a la bioeconomía mundial.

Diario LA PRENSA - ARGENTINA - 20 abril 2019