cambio calentamiento globalBosques: nuestra mayor esperanza frente al calentamiento global

Fuente de información forestal, foresto-industrial y ambiental de Argentina y América Latina

Una declaración firmada por cuarenta destacados científicos ambientales sostiene que la preservación, restauración y gestión sostenible de los bosques constituyen la mayor esperanza mundial para limitar el aumento de la temperatura global a 1,5 grados centígrados por encima de los niveles preindustriales.
Fuente: CIFOR y Global Landscapes Forum. Por Jack Durrell

 

La declaración, difundida por la Climate and Land Use Alliance (Alianza para el Clima y el Uso de la Tierra), una coalición que promueve el papel de los bosques y los paisajes en la mitigación del cambio climático, se publicó en fecha cercana al informe especial del IPCC (siglas en inglés del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático) sobre la limitación del calentamiento global a 1,5 grados centígrados.

El documento sugiere que los beneficios serían inmediatos y estima que la reforestación y la mejora de la gestión forestal podrían generar un 18 por ciento de mitigación eficiente en costos para el año 2030. Y hay cinco razones para ello:

Los bosques del mundo contienen más carbono que reservas explotables de petróleo, gas y carbón. Por lo tanto, evitar las emisiones de carbono forestal es tan urgente como detener el uso de combustibles fósiles.
Los bosques actualmente remueven alrededor de una cuarta parte del CO2 que los humanos liberan a la atmósfera, y ello evita un empeoramiento del cambio climático.
Lograr la meta de 1,5 grados centígrados requiere también una importante restauración forestal para remover el exceso de dióxido de carbono de la atmósfera.
La bioenergía presenta limitaciones técnicas y, por lo tanto, no es la solución principal.
Los bosques tropicales enfrían el aire a nivel local y para todo el planeta, y además generan las precipitaciones necesarias para el cultivo de alimentos en sus regiones y fuera de ellas.

TECNOLÓGICOS POR NATURALEZA
Los bosques proporcionan una forma de “tecnología natural” que es práctica y más eficiente en costos que las tecnologías alternativas de remoción de carbono, las cuales aún no están lo suficientemente desarrolladas para una aplicación generalizada, explicó Louis Verchot, experto en restauración de tierras del Centro Internacional de Agricultura Tropical (CIAT) y uno de los firmantes de la declaración.

Verchot señala las desventajas tanto de la captura y almacenamiento de carbono (CCS por sus siglas en inglés), que captura las emisiones del aire o provenientes de la producción de energía y las almacena, a menudo bajo tierra; como de la bioenergía con captura y almacenamiento de carbono(BECCS por sus siglas en inglés), que combina CCS con el uso adicional de biomasa para la producción de energía y sostiene que la captura de carbono proveniente del crecimiento de la biomasa compensa aún más las emisiones.

“CCS utiliza una importante cantidad de energía, lo que incrementa de manera sustancial el costo”, dice. “Y aunque BECCS puede ser más eficiente en costos, existen dudas relacionadas con el almacenamiento seguro y permanente del dióxido de carbono”.

En particular, hay preguntas relacionadas con la vulnerabilidad sísmica y las fugas en las tecnologías BECCS. La producción de materias primas de biomasa que apoya BECCS también podría ser problemática: el aumento de la demanda por tierra, agua y nutrientes para producir las materias primas podría aumentar la competencia por la tierra, fomentar la apropiación de tierras y, potencialmente, incrementar también la deforestación.

PROTEGER, RESTAURAR, COLABORAR
Los esfuerzos necesarios para la protección y restauración de los bosques del mundo pueden ser informados por el avance de varias iniciativas de restauración a gran escala.

En primer lugar, el Desafío de Bonn, una iniciativa liderada por países y lanzada en 2011, está dando lugar a acciones globales para restaurar y gestionar de manera sostenible las tierras deforestadas y degradadas.

En el marco del Desafío de Bonn se han desarrollado iniciativas regionales, entre ellas la Iniciativa 20×20 en América Latina y el Caribe y AFR100 en África. Estas dependen en parte de que los agricultores y las comunidades rurales inviertan en la restauración y la sostenibilidad de sus tierras a largo plazo, a la vez que mejoran sus derechos a la tierra. Los países están utilizando avances tecnológicos e imágenes satelitales para monitorear de cerca la tierra y poder responder a las invasiones, y el sector privado se está enfocando cada vez más en cómo obtener ganancias de una manera más sostenible y con beneficios tanto para los paisajes como para los usuarios locales de la tierra.

Al vincular a tantos sectores y comunidades, estas iniciativas se han convertido en afluentes que alimentan los Objetivos de Desarrollo Sostenible, el Acuerdo de París sobre el Cambio Climático y la Convención de las Naciones Unidas sobre la Biodiversidad Biológica.

La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza realiza un balance anual del Desafío de Bonn y, hasta diciembre del año pasado, 47 Gobiernos, asociaciones privadas y otras organizaciones habían comprometido 160 millones de hectáreas al objetivo de restaurar 350 millones de hectáreas para el año 2030. Las partes interesadas se reunirán en Bonn en diciembre próximo para evaluar cómo estos compromisos se están traduciendo en acciones en el terreno.

Pero, en última instancia, estas iniciativas —a toda escala— deben mantener en primer plano a los bosques, y los científicos sostienen que es momento de acelerar las iniciativas de restauración y conservación forestal. La tecnología natural que proporcionan los bosques sustenta el bienestar de la sociedad, pero el nivel de degradación de estos paisajes en todo el mundo pone en peligro nuestras perspectivas económicas a largo plazo. En ausencia de tecnologías CCS que puedan funcionar de manera realista a gran escala, los bosques saludables podrían brindarnos la mejor oportunidad de limitar el aumento de la temperatura global y evitar un cambio climático peligroso que afecte aún más la vida y los sistemas del planeta.

ARGENTINA FORESTAL - Misiones - ARGENTINA - 09 diciembre 2018