bosques corrientesUna presión tributaria menor, la clave para la instalación de la industria de papel en el Noroeste correntino

Fuentes cercanas al Gobierno confirmaron que Corrientes tendrá una industria de papel para dar valor agregado a las plantaciones forestales. La inversión rondaría los 1.000 millones de dólares. Cuando se ponga en marcha brindará empleo directo a 300 personas e indirectos a más de 2.000.

Se optaría por el Noroeste correntino, más precisamente Ituzaingó, habida cuenta de que en Corrientes la presión tributaria es menor a la que rige en Misiones, por ejemplo, incluyendo ingresos brutos a la importación y exportación. Tampoco existen aduanas interiores que entorpecen el tránsito de mercaderías y el abastecimiento de insumos básicos.

Desde hace 40 años el sector celulósico-papelero no se renueva en el país. La última industria que entró en operaciones fue Alto Paraná, ubicada en Puerto Esperanza, localidad de esta provincia. Fue en enero de 1983 bajo la última etapa del proceso militar.

Semanas atrás, la consultora finlandesa Pöyry Management Consulting Ltd, líder mundial en ingeniería y consultoría estratégica en la industria de celulosa y papel, presentó los resultados del análisis técnico y económico que darían “viabilidad” para avanzar en la Argentina en la instalación de una fábrica integrada de celulosa y papel en la provincia de Corrientes.

Para la consultora finlandesa Pöyry Management Consulting es factible en Corrientes concretar la instalación de la fábrica de celulosa y papel más competitiva de América Latina.
Del proyecto original de fábrica de papel marrón pasaría a fábrica integrada de celulosa kraft sin blanquear de fibra larga y papel marrón o kraftliner.
Según explican desde el Gobierno, prefieren la planta de papel marrón porque se complementaría mejor con la política industrial provincial que es potenciar, además, la industria del mueble y la instalación de pequeñas industrias químicas que aprovechen, por ejemplo, la resina de los árboles, así como la generación de energía por biomasa.

Estas actividades producirían más mano de obra que una planta celulosa, y la generación de empleo industrial es una de las metas del Estado provincial.
Además de ello, la instalación de una fábrica de celulosa traería detrás la posibilidad de rechazos sociales por el impacto ambiental.
Asimismo, la menor inversión requerida por una fábrica de papel marrón haría más viable la concreción de ese proyecto, y en un menor tiempo.

Diario EL LITORAL - Corrientes - ARGENTINA - 29 agosto 2016