abeja asiaticaUn agente forestal localiza en Brieva el primer nido de avispa asiática en La Rioja

El nido está en un árbol, a unos 8 metros de altura. El nido está en un árbol, a unos 8 metros de altura. / GOBIERNO REGIONAL
    El refugio del voraz depredador, que diezma las colonias de abejas, es de grandes proporciones y será destruido con un potente insecticida
    ROBERTO GONZÁLEZ LASTRA «La avispa asiática ha entrado en La Rioja», anunció ayer el consejero de Agricultura y Medio Ambiente, Íñigo Nagore. Esperada desde hace casi año y medio, la confirmación de la presencia en la región de la voraz especie invasora se produjo ayer con la localización del primer nido de 'vespa velutina' en La Rioja, que fue hallado en el Alto Najerilla, en concreto en el término municipal de Brieva de Cameros.

La avispa asiática es de gran tamaño -las reinas miden hasta 4 centímetros- y un depredador de insectos, sobre todo abejas, cuyas colonias diezma en muy poco tiempo, pero que también come fruta, miel y carne de animales muertos. Llegó a Europa en el 2004 procedente del sudeste asiático, a bordo de un barco que partió desde China con contenedores cargados con madera y que atracó en Burdeos. Desde Francia inició un veloz descenso para entrar, en el 2010, a España por Irún y extenderse por Guipúzcoa, Navarra, Vizcaya, Álava, Burgos, Cataluña, Asturias, Galicia y el norte de Portugal. Su avance se calcula en unos 90 o 100 kilómetros por año y hace ya un año y medio fue detectada cerca de La Rioja, en Olite, Campezo y Estella.

A ocho metros del suelo
El avispero hallado en La Rioja, oculto hasta la caída de las hojas, es de grandes proporciones -unos 60 centímetros de diámetro y casi 80 de altura- y fue detectado el martes por un agente forestal en un árbol en Brieva de Cameros, a unos 8 metros del suelo. El miércoles, personal de los Servicios de Ganadería y de Conservación de la Naturaleza y Planificación acudieron a la zona para atender el aviso, uno de los muchos recibidos en los últimos meses, y comprobaron que podría tratarse de la especie invasora, extremo confirmado ayer, según explico Nagore, quien valoró «el buen funcionamiento del protocolo para la detección y control de la avispa asiática que el Gobierno de La Rioja activó en marzo del 2013».

«Ha sido un otoño tardío y muy suave, si hubiese habido un par de heladas estarían todas muertas a excepción de las reinas, pero el nido está activo, aunque no sabemos cuántas avispas puede haber en su interior», confirmó, en declaraciones a Diario LA RIOJA, Francisco Alonso Chávarri, responsable de Apicultura del Servicio de Ganadería de la Consejería de Agricultura y Medio Ambiente, quien anunció que en los próximos días se actuará en el avispero, en el que, mediante una pértiga, se inyectará un potente insecticida.

La Consejería informó ayer a los miembros de la Mesa Ganadera y anunció la puesta en marcha de un plan de lucha para minimizar los daños. «Es el primer nido que se encuentra y en un momento en que las temperaturas son propicias con la llegada del invierno. No obstante, debemos permanecer alerta y es importante avisar ante cualquier sospecha de su presencia», destacó Nagore.

Para ello se ha mantenido vigente el protocolo de vigilancia plan, entre otras actuaciones, cuenta con la colocación de 30 trampas con un cebo a base de vino blanco, cerveza negra y sirope de arándanos colocadas en distintos puntos estratégicos de La Rioja, más de la mitad de ellas en la línea del Ebro. «Nos extraña que no haya caído ninguna y también ese salto a la sierra, aunque si no aparecen más nidos, una explicación podría ser la llegada de una reina en algún transporte de madera», aclara Alonso Chávarri, quien recuerda que «la reina vieja muere en otoño, pero del nido salen las nuevas reinas, que pueden ser hasta 300, crean sus nidos, hibernan y desde la primavera se dedican a poner huevos. Por eso se expanden tan rápidamente, ya que, aquí no tienen depredadores».

Daños agrícolas y en la biodiversidad
Para las abejas, incapaces de defenderse de un enemigo hasta ahora desconocido, la voracidad de la avispa asiática es alarmante, ya que las esperan ante las colmenas, las capturan, las decapitan y se llevan el resto al nido. Pero además, su sola presencia provoca el terror de las abejas, que dejan de salir, con lo que se ponen en peligro las floraciones y la propia regeneración de la colmena. Una reducción drástica de abejas, afecta a todo el ecosistema, sin olvidar otros aspectos, ya que se calcula que, por ejemplo, su polinización incrementa en un 50% la producción de fruta. En definitiva, daños en la biodiversidad, en apicultura y en agricultura. «Si desaparecieran las abejas de la superficie del globo, al hombre solo le quedarían cuatro años de vida», auguró en su día Albert Einstein.

Diario LA RIOJA -  ESPAÑA - 19 diciembre 2014