bosques primariosLos bosques primarios son mejores, pero los secundarios también son vitales para la biodiversidad

Incluso después de 40 años de recuperación, los bosques secundarios son pobres en especies y en almacenamiento de carbono en comparación con los bosques primarios no perturbados, según un estudio encabezado por la Universidad de Lancaster (Reino Unido) en el que participa un equipo de científicos de Europa, Brasil y Australia.

Sin embargo, los bosques secundarios (aquellos bosques que crecen en áreas previamente deforestadas) siguen siendo de vital importancia para la conservación de la biodiversidad y el almacenamiento de carbono, según los científicos.

 

Los investigadores midieron el carbono y examinaron más de 1.600 especies de plantas, aves y escarabajos en 59 bosques secundarios de regeneración natural y 30 bosques primarios no perturbados en el este del Amazonas, según la información de la Universidad de Lancaster recogida por DiCYT.

El trabajo, publicado en la revista ‘Global Change Biology’, muestra que los bosques primarios contienen más biodiversidad y carbono que incluso los bosques regenerados maduros. Esto significa, para los autores, que la protección de los bosques primarios debe ser una prioridad de conservación.

A pesar de ello, el estudio proporciona evidencia de que la recuperación de los bosques secundarios también puede desempeñar un papel ecológico crítico. "Descubrimos que el carbono y la biodiversidad de los bosques secundarios representan más del 80 por ciento de los niveles encontrados en bosques primarios no perturbados", afirma Gareth Lennox, de la Universidad de Lancaster.

"Sin duda, esta es una buena noticia para la mitigación del cambio climático y la conservación de la biodiversidad. Las regiones que evaluamos brindan condiciones de regeneración muy favorables, con más del 50% de la cubierta forestal primaria remanente y, en consecuencia, grandes poblaciones de especies forestales que pueden colonizar bosques secundarios”, agrega. No obstante, "incluso en esta situación, los bosques secundarios no pueden sustituir a los bosques primarios no perturbados, que deben seguir siendo una prioridad de los esfuerzos de conservación".

A medida que crecen las economías en los trópicos, las poblaciones rurales se sienten atraídas por las ciudades. Esto deja a menos personas llevando a cabo las prácticas agrícolas tradicionales. Luego, los bosques se regeneran en áreas que, al menos temporalmente, ya no se usan para la agricultura, lo que potencialmente contrarresta las pérdidas en los bosques primarios tropicales.

En Brasil, esta situación ha llevado a una rápida expansión de bosques secundarios: en los últimos 30 años, el área de la Amazonia brasileña ocupada por bosques secundarios ha crecido de menos de 30.000 kilómetros cuadrados a más de 170.000, más del doble que Austria.

"Brasil ha asumido amplios compromisos sobre la restauración de bosques", señala la coautora del estudio Joice Ferreira, de la Corporación Brasileña de Investigación Agrícola (EMBRAPA). "A través del Desafío de Bonn y de la Iniciativa 20 x 20, Brasil se comprometió a restaurar 120.000 kilómetros cuadrados adicionales de bosque para 2030. Pero sigue existiendo una gran incertidumbre sobre si los bosques secundarios pueden cumplir con los estándares ecológicos mínimos y si la regeneración natural o la plantación activa es la mejor estrategia de restauración”, concluye. (Fuente: CGP/DICYT)

NCYT - ESPAÑA - 16 octubre 2018