INDUSTRIA PAPELERA ESPAÑALa producción papelera cae un 0,8% en 2017, el consumo mejora un 2,4%

La producción papelera en España cayó el 0,8% en 2017, hasta quedar situada en 6,218 Mt, según revela el Informe Estadístico Anual del Sector Papelero presentado ayer por la Asociación Española de Fabricantes de Pasta, Papel y Cartón (Aspapel). El comportamiento fue muy desigual para los diferentes tipos de papeles, ya que mientras que el cartón estucado creció el 12,2%, los papeles especiales el 9,7% y los papeles para cartón ondulado el 2,9%, los papeles gráficos cayeron el 10,7% y los higiénico-sanitarios el 2,7%. En el caso de los papeles para cartón ondulado, que representan casi la mitad de la producción papelera en España (concretamente, el 47,7%), hay que señalar que marcaron un máximo histórico, acercándose a los 3 Mt (2,964 Mt).

 

Por su parte, los papeles especiales (papeles de alto valor añadido para aplicaciones muy específicas como decoración, papeles de seguridad, autoadhesivos, metalizados, etc.) llevan cuatro ejercicios consecutivos creciendo en torno o por encima de los dos dígitos, de manera que representan ya el 8% de la producción española de papel. En el caso de los papeles gráficos, ha influido decisivamente la reconversión de la fábrica de papel prensa de International Paper en Fuenlabrada (Madrid), tras adquirirla al grupo sueco Holmen, para pasar a producir papeles para ondular.

Los papeles para embalajes suponen ya el 61% de la producción. Tienen una demanda fuertemente creciente y una gran proyección de futuro, como consecuencia del auge del comercio electrónico y de que el papel por sus características ambientales (natural, renovable, reciclable, biodegradable) está sustituyendo a otros materiales de embalaje.

Frente a la reseñada ligera caída de la producción, el consumo de papel creció en 2017 el 2,4%, algo más de medio punto por debajo del crecimiento del PIB (3,1%). Se recupera sin embargo el pulso de la recuperación iniciada en 2014 y que el año anterior se había ralentizado considerablemente. Pese a consolidar una tendencia de crecimiento, las 6,802 Mt papel consumidas en 2017 están todavía lejos de los niveles anteriores a la crisis y el crecimiento del consumo sigue siendo también muy asimétrico.

En el ámbito de los papeles para embalajes, el mayor crecimiento corresponde al cartón estucado (8,6%), con unos volúmenes muy superiores a los precrisis; seguido de los papeles para cartón ondulado (5,2%), que con 3,119 Mt suponen el 45,8% del consumo total. Igualmente, los papeles especiales también incrementan su consumo muy por encima del PIB. Por su parte, los papeles gráficos (papel prensa y papel de impresión y escritura) registran un descenso en su consumo del 5,4%. España es el quinto consumidor de papel de la UE, tras Alemania, Italia, Francia y Reino Unido. El consumo per cápita fue de 146 kg, frente a los 143 kg del año anterior.

Una industria fuertemente exportadora
La papelera es una industria fuertemente exportadora. El 43% del papel que se fabrica en España se destina al comercio exterior, que representa el 56% de la facturación. Las exportaciones proporcionaron refugio al sector durante la crisis ante la fuerte caída del mercado interior. Con la reactivación de la economía, el sector priorizó la atención del consumo doméstico, sin descuidar tampoco sus mercados exteriores. Con un descenso del 5,3%, en 2017 se exportaron 2,68 Mt, cifra inferior a los más de 3 Mt vendidas en mercados exteriores durante lo peor de la crisis. Los principales mercados de exportación fueron otros países de la UE (59%), especialmente Portugal y Francia. Y es reseñable la creciente importancia de las exportaciones a África (17%) y Asia (14%), que conjuntamente suponen ya casi un tercio del total, el doble que en 2007.

Las importaciones de papel se mantuvieron en niveles similares al ejercicio anterior y crecieron un 0,3% hasta 3,266 Mt, superando a las exportaciones, y se dirigieron en un 87% a otros países de la UE (Francia, Finlandia, Alemania, Italia y Portugal, principalmente).
Inversiones de 1.400 M€ en los últimos cuatro años

La industria papelera, siempre demandante de capital intensivo, está invirtiendo 1.400 M€ en innovación, renovación tecnológica e incremento de capacidad entre 2015 y 2018, para lograr un mejor posicionamiento en un nuevo escenario. Con 895 M€ invertidos en los últimos tres años y los 479 M€ previstos para éste, la industria papelera española está redirigiendo su producción hacia papeles con gran potencial de crecimiento y mayor valor añadido, como los papeles para envases y embalajes y los papeles especiales. La inversión del pasado año (390 M€) supuso un 8,9% de la facturación del sector (situada en 4.401 M€, un 3,8% más que en 2016), y la cifra prevista para este año se espera que supere la tasa del 10%. Como referencia, el último dato disponible sitúa la media de inversión industrial en el 4% de la facturación de la industria española.

"Se trata de inversiones dirigidas fundamentalmente a incrementos de capacidad y a innovación y renovación tecnológica, para lograr un mejor posicionamiento en un nuevo escenario, con nuevos hábitos de consumo, definidos fundamentalmente por la creciente demanda de bioproductos y la economía digital, que ha transformado el consumo, creando nuevas oportunidades para el sector papelero", ha señalado Enrique Isidro, presidente de Aspapel, en la presentación del Informe.

La creciente demanda de bioproductos supone para el sector papelero una clara oportunidad. La economía circular y la bioeconomía son los nuevos paradigmas que orientan las decisiones del consumidor y pocos productos como el papel pueden cumplir satisfactoriamente con los requisitos que ambos plantean. Los productos papeleros son bioproductos integrados en el ciclo natural, que proceden de la naturaleza y son renovables y biodegradables. Son además productos reciclables que se reciclan masivamente, convirtiendo los residuos en nuevos recursos.

Y es que el sector papelero, como bioindustria circular, se sitúa entre los sectores estratégicos especialmente relevantes en la reindustrialización del país. El Marco Estratégico de la España Industrial 2030, que, desarrollado en Agendas Sectoriales,impulsará alrededor de una decena de sectores industriales estratégicos, entre los que se encuentra la industria de la celulosa y el papel. El papelero y el de la automoción han sido los primeros en elaborar sus Agendas Sectoriales, a las que en los próximos meses seguirán las de otros sectores hasta alrededor de una decena.

Y en cuanto a la trasformación de los hábitos de consumo que supone la economía digital, el sector recibe una de cal y una de arena. Por una parte, el auge de la prensa digital ha hecho mella en la difusión de la prensa en papel, que parece que no acaba de encontrar su sitio en este nuevo panorama. Esto incide naturalmente en el consumo de papel prensa. Otros papeles gráficos están teniendo mejor comportamiento. El libro en papel, por ejemplo, sigue creciendo y convive bien con el digital, que es minoritario con alrededor del 30% en títulos editados y el 5% de la facturación total. Por otra parte, el comercio digital es una clara oportunidad para los envases y embalajes de papel, que son renovables, reciclables y biodegradables.
El 70% del papel para reciclar, de origen local

Las fábricas papeleras españolas reciclan 5 Mt de papel y cartón al año. En la UE, región líder del mundo en reciclaje de papel y cartón, empatamos con Francia y solo nos supera Alemania en volumen de papel reciclado. El 98% de la madera y el 70% del papel para reciclar que en 2017 utilizó como materia prima la industria española de la celulosa y el papel era de procedencia local, según datos de Aspapel. Pocos sectores industriales en nuestro país, tradicionalmente aquejado de un importante déficit de materias primas, tienen un nivel similar de suministro local de materias primas y de creación de valor añadido con su transformación industrial en las 10 fábricas de celulosa y las 68 fábricas de papel del sector en España.

Para la producción de 1,7 Mt de celulosa, en 2017 se utilizaron 5,539 M m3 de madera. El consumo total de madera para papel se incrementó el 5,7%, con un crecimiento similar en la madera de eucalipto (5,9%) y la madera de pino (5,2%). El consumo de madera nacional creció el 5,8% y el uso de madera importada se incrementó el 4,9%, si bien supuso apenas un 2% del consumo total de madera del sector. Las plantaciones locales de pinos y eucaliptos de las que procede la madera del sector son motor de desarrollo rural y factor de dinamización del crecimiento sostenible del sector forestal. Se trata además en un alto y creciente porcentaje de madera con certificación de gestión forestal sostenible: la madera certificada consumida por el sector asciende al 63% (siete puntos más que en 2016), y en el caso del eucalipto supone el 75%.

La recogida global de papel y cartón para reciclar (incluida la recogida selectiva municipal a través del contenedor azul, puerta a puerta y puntos limpios, más la recogida de operadores privados en grandes superficies de distribución, imprentas, industria...) se situó en 4,56 Mt. Esto significa que se recogieron para su reciclaje 7 de cada 10 kg de papel consumido. El ejercicio 2017 debe considerarse en el ámbito de la recogida y reciclaje de papel un año de transición, que se desarrolla en un nuevo escenario.

Este nuevo escenario en la recogida y reciclaje de papel y cartón viene marcado por dos factores: la nueva política de residuos china, con la mejora de sus sistemas de recogida y con mayores exigencias de calidad en sus importaciones de papel para reciclar; y el incremento en el consumo de embalajes de papel y cartón, debido al crecimiento de la economía y al auge del comercio electrónico.

Ante estos cambios, el nuevo reto de la economía circular es mejorar la calidad del material recogido. Los sistemas de recogida han de estar adaptándose de forma continua a los distintos flujos de residuos, para recuperar para su reciclaje la mayor cantidad posible y hacerlo además con los requisitos de calidad necesarios para su efectivo reciclaje. Un reto que la fortaleza e idoneidad de nuestro sistema y el compromiso y colaboración de todos los agentes implicados nos permitirán sin duda afrontar con éxito.

Como ya venía haciendo, también en este nuevo escenario, la industria papelera española, gracias a su gran capacidad recicladora, garantiza el reciclaje en España de todo el papel y cartón recogido selectivamente, que cumpla con los estándares europeos de calidad, es decir, con la norma UNE-EN 643. Las fábricas papeleras españolas reciclaron 5,02 Mt en 2017. En la UE, región líder del mundo en reciclaje de papel y cartón, España es segunda, casi empatada con Francia y solo superada por Alemania en volumen de papel reciclado.

Para impulsar el modelo de economía circular en Europa, es esencial que el material recogido presente unos niveles de calidad adecuados, disminuyendo los impropios (materia orgánica, plásticos, metales, vidrio...) que a veces acompañan al papel y cartón para reciclar. Así, los ayuntamientos deben disponer de contenedores adecuados, debidamente cerrados con bocas o aperturas pequeñas para evitar el depósito de otros residuos que no sean papel y cartón y llevar un control y seguimiento del nivel de impropios.

Otra medida esencial es recuperar y reforzar los servicios de recogida puerta a puerta del cartón comercial y recogidas complementarias en colegios y oficinas municipales, que en algunos casos habían sido abandonados por la crisis. De hecho, los ayuntamientos están adoptando ya medidas de este tipo.

ALIMARKET - ESPAÑA - 06 junio 2018