Acacia niloticaLa Acacia: Simbólico para el Cristianismo y simbolismo Masónico.

Del latín acacia; La palabra Acacia proviene etimológicamente del griego akakia. Es un árbol o arbusto de la familia Fabaceae, cuyo nombre original es Acacia Sensu lato. Existen 1,400 especies aceptadas, de 3000 descritas con nombres específicos.

En la antiguedad la creían eficáz para ahuyentar la mala suerte y a los espíritus perversos; también se tenía como planta maravillosa por sus propiedades curativas; de ahí su prescripción por médicos naturistas y curanderos; forma parte de la formulación de  perfumes y, el agradable olor de sus hojas y flores, produce tranquilidad, paz en el hogar,  especialmente en el amanecer.

FIDIAS OMAR DÍAZ
En Egipto la utilizaban en las construcciones de estatuas, muebles y embarcaciones. Los hebreos le llamaban Madera de Setim y, la Acacia Seyal fue la única madera utilizada en la construcción del Tabernáculo, santuario construido por los israelitas en el Monte Sinaí, siglo XVII, por instrucciones de Moisés, luego de recibir una revelación.

La Acacia es un arbusto inerme o espinoso, que produce flores agrupadas en inflorescencias, de color amarillo; fruto seco, varias semillas y carnoso. Es género extendido en las regiones tropicales y subtropicales, como la Región del Caribe, constituyendo un gran símbolo de la masonería. La mayor cantidad de especies están en Australia y Africa.

En la jardinería debe seleccionarse la especie de Acacia adecuada, a los fines de evitar efectos secundarios sobre personas y animales porque, dicha planta reacciona químicamente liberando sustancias tóxicas en sus hojas, semillas y corteza, dañinas al contacto e ingestión en entes humanos y animales depredadores.

El nombre de Acacia se conserva para 948 especies australianas. Para la Masonería, la Acacia es un árbol sagrado, que en referencia al  Gran Maestro Hiram, al ser localizado el lugar donde estaba enterrado su cadáver, por una rama de Acacia con flores dejada en dicho lugar, que delató el mismo, unido a la debilidad del terreno.

La Acacia representa desde entonces, para la masonería, elevación del espíritu masónico, la inocencia y, como Gran Símbolo de la Masonería Simbólica, es demostrativa de los elevados avances y conocimientos de los que es poseedor todo Maestro Masón, pero la discreción masónica produce un freno al respecto.

En recuerdo de la memoria histórica cristiana, tenemos que la cruz donde fue crucificado el Salvador del Mundo, Jesucristo, resucitado al tercer día de entre los muertos, fue construida con madera de Acacia, representando ello su inmortalidad. De ahí lo  simbólico de la Acacia para los cristianos.

En una síntesis retrospectiva, sucedió que el Rey Salomón de Israel, hijo y sucesor del Rey David, en el 970 (siglo X a. c.), decidió e instruyó sobre la construcción del magnífico Templo de Jerusalén, «en honor al Gran Arquitecto del Mundo», el Dios de Israel (Yahvé). La historia de Salomón está escrita en la Biblia, Antiguo Testamento,  siendo autor del Libro de Eclesiastés, El Cantar de los Cantares y el Libro de los Proverbios.

Para dicha obra, logró la colaboración del Rey de Tiro, asignando la misma al Arquitecto de Tiro, Hirám Abiff, con miles de obreros que distribuyó en Aprendices, Compañeros y varios Maestros, teniendo cada grupo un lugar fijo en el templo para recibir sus emolumentos; de ahí lo del Gran Maestro y el Gran Templo aplicado en la masonería.

Hirám, origen fenicio (Ahiram),  significa «mi hermano es el exaltado». El templo quedó terminado en 7 años de trabajos ininterrumpidos, pero previo a ello, varios Compañeros exigieron, conminando con amenazas al Gran Maestro, el comunicarles la palabra de identidad prometida y con ello ser elevados a la categoría de maestros, con lo cual recibirían mayores recursos.

Los complotados se arrepintieron, pero tres de los rufianes, profirieron violentas amenazas al Gran Maestro Hirám Abiff, que les replicó con  firmeza: «Podrán arrancarme la vida, pero nunca mi honor»; entonces, el Gran Maestro fue asesinado y su cadáver escondido,  dejando en la tumba, área de la cabeza, una Acacia, la cual delató dicho lugar.

En la Cuaresma; tiempo de reflexión, arrepentimiento, paz, en preparación la «pasión y muerte de Jesús» en Cruz madera de Acacia, para Salvación del mundo, donde los Cristianos «Anunciamos su Muerte y Proclamamos su Resurrección».

Con ello inferimos que, LA ACACIA constituye un gran significado simbólico cristiano y, un gran simbolismo masónico.

FORESTAL MADERERO  -  PARAGUAY -  10 abril 2017